La Casa de Julio

Gracias Julio (Cortázar) porque sigues haciendo literatura, Gracias Tere, mi Tere Cruz de Veracruz y gracias Christophe, tu mundo de finanzas no impide sigas viviendo con sensibilidad de artista.

Ciudad de México.- Así, puesta, en perfecta adaptación al paisaje, sobre el cerro que lleva a la Peña de Bellevue, a unos 500 metros sobre el nivel del mar, a tres kilómetros de Apt, en Provenza, reina discreta la casa que fue lugar consentido de Julio Cortázar, donde recibió a sus amigos del mundo literario y artístico, donde vivió decepciones, amó y escribió relatos extraordinarios.

Los aproximadamente mil habitantes de Saignon, sin mucho esfuerzo pueden contemplar desde sus plazas, jardines y ventanas, un campo magnífico de cultivos vegetales, herbales y frutales. Los cerros lucen allí sus concentraciones boscosas, sus peñas calcáreas y sus casas en armonía con este paisaje compuesto a través de miles de años.

Es el comienzo de la primavera que estridente se expresa en esta zona del sur de Francia, en la región de la Provenza-Alpes-Costa Azul. Todas las tonalidades del verde, del rosado, del ocre y amarillo se expresan en el paisaje de árboles en floración, tonos lavanda, variedad de cipreses, en florecitas multicolores que atraen abejas afanosas. El sol acaricia en este tiempo todo el espacio y si bien sopla aún un viento delgado y fresco, el clima es apacible, agradable para el paseante, suave y bueno para todo lo vivo.

Las hierbas de Provenza, lavanda, estragón, tomillo, hinojo, mejorana, huelen agradablemente dejando un perfume que el olfato busca conservar. Me siento feliz en la casa de Cortázar que ocupo con mi esposa e hija, por segunda ocasión gracias al generoso gesto de mis amigos Karvelis.

Esta mañana me levanté con ganas de pasear, caminé por Saignon cuyo nombre me explicó hace años Eduardo Karvelis, refiere a las señales de humo que hacían sus primeros pobladores para comunicarse con las comunidades de los cerros cercanos. Pese a ser una de las regiones geológicamente mas nuevas del hexágono francés, es paradójicamente una de las mas antiguamente pobladas. Hace alrededor de 35 mil años, se libraron aquí algunas batallas entre humanos Neanderthal y Cromagnon. La investigación paleolítica señala que son -que somos-, los Cromagnon quienes resultamos vencedores de las gestas que tuvieron por consecuencia la desaparición de Neanderthal.

Paseé frente a la iglesia romana de Notre Dame de Saignon, donde se rinde especial culto a la Cruz, que aparece en el pórtico principal en una iconografía donde se aprecia tallado el momento en que se desciende a Cristo para sepultarlo. Se aprecian en sus plazas íntimas, bellísimas fuentes medievales, arcos y puertas de los primeros siglos cristianos y siempre, siempre, las vistas que dan reputación a este hermosísimo paraje donde Julio decidió afincarse en los años 70.

La casa tejida de piedra calcárea, blanquecina, cuenta con un mobiliario cómodo, a veces elegante y siempre discreto. Hay sólidos libreros que contienen una obra variadísima, bien seleccionada por Ugne, Aurora y Julio. La propiedad esta rodeada de un cuidado jardín, nutrido de las especies regionales, flores, hierbas, árboles y matorrales de toda naturaleza que mi ignorancia botánica impide nombrar.

Todo ha sido extraordinariamente bien retocado por Tere y Christophe el hijo único y adorado de Ugne, la hermosa compañera de Julio por mas de una década y su editora en Francia. Sus fotografías reinan en la casa siempre con su mirada efervescente su sonrisa soleada, su cuerpo fino y seductor. Conocí a la autora de Demain il n’y aura plus de trains, poco antes de su muerte. Disfrutamos de una tarde sabrosa, cálida y conversada en los jardines del Interallié de Paris, en 2001. Su tono firme, su juego inquisidor, su curiosidad sinfín me resultan un paraje gratísimo en la memoria.

Mis amigos Karvelis, con trabajo implicado y buen gusto han a la vez respetado los espacios donde señorea el espíritu del autor de La vuelta al día en ochenta mundos. Su escritorio y máquina de escribir, una bellísima Royal Norteamericana con teclado español, bien cuidada y con su cinta negra de seda aun funcional, sus teclas subsisten al tiempo, bien ajustadas. La Royal portátil con su estuche es unas 12 veces mayor a la MacBook Air que me ayuda para escribir esta nota y que pudiera contener buena parte de su biblioteca.

Por los rincones y estantes de la hoy amplísima, porque ampliada residencia, la obra de Julio Cortázar convive con otros libros de un gusto depurado que hacen pasear por los mas clásicos autores de la literatura francesa y la pléyade de autores latinoamericanos entre los que se cuentan los textos de sus amigos desde luego, Vargas Llosa y Fuentes en versiones varias conviven con Yo el Supremo de Roa Bastos, con Gabriela Clavo y Canela de Jorge Amado y se entrelazan con no menos de trescientos volúmenes de la colección Folio de Gallimard y decenas de diccionarios, libros dedicados, objetos, pinturas, esculturas…

La obra de Julio se reparte entre textos en neerlandés hasta prólogos en francés para la Historias Extraordinarias de Edgar Poe, a quien tradujera su segunda esposa Aurora Bernárdes, encontramos en una repisa a Las brújulas muertas de Jorge Pla dedicada así: –A julio Cortázar, narrador y novelista de excepción. Con admiración auténtica, RogerPla- (así, juntito nombre y apellido) Bsas (sic) 65, es tinta de pluma fuente caligrafía de quien fuera secretario de la Sociedad Argentina de Escritores, guionista, novelista, cuentista y dramaturgo. También descubrimos la dedicatoria de Manuel Barnet, escrita en su Canción de Rachel y que dice –Para Julio Cortázar, con mucho aprecio intelectual revolucionario y afectivo. Rubricado Su leal Miguel Barnet-. Que ganas me dan de leer a este novelista y su relato de los años de la Belle Époque cubana.. En la casa muerta de Gloria Alcorta una respetuosa aunque no menos cálida, leemos –Para Julio y Aurora, con admiración renovada. Gloria Alcorta. La tinta es negra y el punto fino. El libro lleva un sello Obsequio de Autor, y contiene anotaciones manuscritas que intuyo son de Aurora, parecen criticar a Gloria, ¿Celos? Gloria estaba especialmente inclinada a recibir muestras de admiración… Esta otra, -no me resisto-, de Juan Goytisolo, seco –Para Julio Cortázar Cordialmente. Juan Goytisolo, es su novela Señas de Identidad. En esta obra el autor critica ferozmente a la Cuba que llama …Callado y Lúgubre campo de concentración flotante.. la parca dedicatoria quizá refleje en algún aspecto las diferencias ideológicas de ambos autores y particularmente, -pese a coincidir ambos en Francia-, su relación con Cuba. Ésta, de la poetisa y cantautora María Elena Walsh, considerada la Cri-cri argentina por su cancionero infantil del que recomiendo la alegre y aleccionadora canción Perro salchichaPara el Distinguido y matutino Académico Don Julio Cortázar, de su fiel admiradora y amiga Mariaelena (sic) y mas adelante en la misma dedicatoria y entre paréntesis un enigmático –Che Mersón, ¿cuándo volvés? 1965. Praguay 2081 Cap. Y para finalizar, ésta del también poeta y ensayista asturiano Carlos Bousoño –Para Julio Cortázar, con lecturas recientes y antiguas y la amistad d (sic) Carlos Bousoño, dedicatoria aplicada en su Teoría de la Expresión Poética. Amigos, recepciones en esta casa donde debió beberse y bien y comido en abundancia en consecuencia a la generosidad de esta aromática tierra de Provenza.

Por todas partes me aparecen imágenes de Julio, aquí con Ugne, en una fiesta con músicos que disfrutan el clima y el jardín, con Christophe, pintores, poetas, escritores, amigos sencillos y desafectados. Algunos viejos discos, una guitarra desvencijada, rota, irreparable quizá, que debió haberle servido para rascar tangos. Algunas máscaras, pequeñas esculturas en todos materiales, buenas pinturas algunas traídas por Tere y Christophe y otras mas de los tiempos julianos. Un ex-voto, piedras pintadas, tallas en madera obra de algún artista en Apt, todo esto y mas, puebla y cohabita esta casa.

Leí Rayuela en 1971, antes que cumpliera 10 años su primera edición y me postré ante esta obra que el mismo Julio dice contenerle en su época de ruptura, de búsqueda, de pájaros… Y es que fue esa también mi época de pájaros y de búsqueda. Tiempo aquél en que México antes de volver a su inmensidad se me hizo estrecho y refractario… tenía ganas de volar y lo hice, seguí también en mi búsqueda de Francia a Julio y quise con él recorrer las calles de París, encontrar a mi maga, encontrarme con Oliveira… y de algún modo lo hice. Por eso quizá me emociona tanto estar aquí hoy, por segunda ocasión, con mejor conocimiento y mas aprecio.

Los Karvelis me obsequiaron hace años, una guayabera blanca que usaba Julio y que le sobrevivió muchos años en Saignon, cuando la llevo puesta, -porque me queda perfecta- me encanta pensar que Julio y yo tenemos el mismo cuerpo de esternón estrecho y brazos flacos- me siento llevar su espíritu y su pathós de poeta ruso y latinoamericano.

La obra de Soljentisyne no es ajena al Saignon de Julio, ni son distintas las barbas de ambos autores. Que alegría me provoca la lectura accidentada de tantos textos, viejos conocidos unos, nombres sólo otros que me resultan familiares. Autores cuya palabra sonó en esta casa que mis amigos me han en repetidas ocasiones ofrecido para un séjour de escritura. Tal vez un día o dos o una semana o dos también o un mes en el invierno productivo yendo a Apt un par de veces en la semana, por el vino y el pan, los sábados al mercado y caminar muchas veces las cuestas de esta rocosa villa, mirar y ser con la naturaleza que desde aquí seduce con guiños extraordinarios y perfumes memorables. Gracias Julio porque sigues haciendo literatura, Gracias Tere, mi Tere Cruz de Veracruz y gracias Christophe, tu mundo de finanzas no impide sigas viviendo con sensibilidad de artista.

Por Gastón Melo-Medina

Saignon, Francia, Abil 2015.

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