Aunque no es un perredista, Miguel Ángel Mancera tampoco se ha negado a ser abanderado del Sol Azteca para el 2018; por su parte, el PRD desde el Senado y en las dirigencias local y nacional, se empeña en pulir la imagen del jefe de gobierno, con miras a las próximas elecciones presidenciales.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, anunció este jueves que, como parte de una evaluación, pedía la renuncia de su gabinete con el objetivo de examinar quiénes deben continuar operando.
Hoy Raúl Flores se ha pronunciado a favor de la decisión que el jefe de Gobierno capitalino tomó el día de ayer y catalogó la acción como algo inédito en este país, pues eso es característico de “las democracias occidentales avanzadas”, aseguró.
Para el 15 de julio tendrán que estar las renuncias sobre el escritorio de Mancera y Flores opina que el representante del GDF observará a cada uno de los integrantes que seleccionó para servirle a los ciudadanos y no a los intereses particulares o de cualquier grupo.
Además, el dirigente del PRD capitalino mencionó que
“esperábamos esta evaluación porque es parte de una condición de los servidores públicos, todos sin excepción deberían ser evaluados (…) ellos sabían que iban a ser sometidos a un proceso de esta naturaleza (…) Que se vaya quien el jefe de gobierno sopese que no ha cumplido su función y que sea ratificado quien ha contribuido a la gobernabilidad y al proyecto de izquierda progresista y por ende al bien de la Ciudad de México”.
Muchas flores para Mancera, por parte de Flores. Al parecer, no sólo Barbosa o Navarrete tienen interés en que la imagen del jefe de gobierno se pula rumbo a las presidenciales que se vivirán en 3 años.
Ya Miguel Barbosa le había recetado unos cuantos despidos, después de destaparlo. Aunque en ese momento Mancera tenía claro el escenario
“no nos ha ido muy bien que digamos como para echar las campanas al vuelo, lo que tenemos que hacer es trabajar, entregar resultados y que la ciudadanía vea”.
Las destituciones de los agentes referidos por el Presidente de la Mesa Directiva del Senado y coordinador del Grupo Parlamentario del PRD podrían hacer repuntar las preferencias del actual jefe de gobierno, mismas que él acepta están a la baja con miras al 2018.
Sin embargo, este nuevo movimiento en los controles de un avión que parecía sin rumbo, podría aclarar el panorama para Mancera y el PRD. Sobre todo con el comentario de Raúl Flores sobre la maniobra del jefe de gobierno, que, retomemos, mencionó es característico de “las democracias occidentales avanzadas”.
Esa mención por parte del dirigente del Sol Azteca capitalino es bastante peculiar sobre todo con todas las irregularidades que señalaron los partidos en el periodo temporal de las campañas y las posteriores a los comicios donde el PRD se vio reducido como fuerza política hegemónica en el DF.
Así que, al parecer, el dirigente del gobierno capitalino cuenta con el apoyo de Flores rumbo a lo que suceda en el camino de aquí a tres años; Barbosa ya había dejado clara su postura y el dirigente nacional de los perredistas, Carlos Navarrete -quien fue el primero en destaparlo-, se congratuló al enterarse del destape de Mancera:
“Hoy con esta definición me parece que la izquierda mexicana tiene un personaje, seguramente habrá más en el transcurso de las semanas y meses futuros para que pueda ser valorados por los mexicanos. Y creo que en el PRD tenemos que congratularnos de esta definición”.
A lo lejos se puede ver como la nariz del avión PRD – Mancera comienza a levantarse, con miras al 2018. Que llegue, ya es otra cosa.
Por Alberto Cedeño.