“Lobos por corderos”: “Piedad de sangre”

 Lobos por corderos vale la pena por un ejercicio actoral interesante y un formato de escritura más acorde a las audiencias actuales.

 

Ciudad de México.- Decidí ver Lobos por Corderos cuando supe de la participación de Mariana Garza. Después me enteré que el demás elenco también estaba conformado por otras estrellas: Mónica Huarte, Alejandro De La Madrid y Fernanda Borches. La dramaturgia y dirección del recién conocido (por lo menos para mí) Reynolds Robledo, hacía más atractivo el espectáculo, amén de los días de temporada (martes) y el teatro (el Círculo Teatral de Alberto Estrella).

Lobos por Corderos es uno de los mejores títulos de la dramaturgia mexicana contemporánea y toda la publicidad digital me pareció sumamente atractiva. Este trabajo es uno de los más angelados de la cartelera con una clara conciencia del público y un nivel de exposición acorde a las necesidades de la historia (vale la pena decir su financiamiento por Fondeadora y la estrategia publicitaria en redes sociales).

El primer elemento del montaje digno de reconocerse es el evidente entrenamiento de Reynolds Robledo en el guionismo televisivo. Su eficacia en el arco dramático de cada escena, la economía en el lenguaje y la conciencia del tiempo son rasgos propios del formato de televisión que le viene muy bien no sólo a Lobos por corderos sino a toda la producción teatral contemporánea.

Robledo, cuando toma estas prerrogativas al escribir, tiende un puente hacia al público que es capaz de comprar un boleto, a ese público de carne y hueso y no a los cuentos inventados por teatreros sobre éste. Admitamos de una vez por todas que la televisión ha cambiado nuestras competencias comunicativas y necesitamos historias a la altura de toda la oferta mediática.

La anécdota retrata el duelo de un grupo de padres debido a un accidente del autobús escolar donde iban sus hijos; la institución les ofrece una indemnización para resarcir el “percance” y se inicia toda una batalla legal, moral y ética sobre la paternidad trunca. Reynolds tiene el firme propósito de poner sobre la mesa qué precio tienen nuestros valores y hasta dónde somos capaces de traicionarnos a nosotros mismos para erradicar el dolor.

El planteamiento dramático es verosímil, sin embargo, el viaje de los personajes se queda corto. Algunas situaciones no tienen los matices necesarios para desentrañarse y se reducen a meros ornamentos literarios; el trabajo de dialogación es impecable, no sólo por su eficacia sino también por su sentido de cotidianidad.

La dirección del mismo Reynolds Robledo y Daniela Padilla es un ejercicio interesante por el sólo hecho de compartir ambos esta área creativa; en la cartelera actual, sólo Antes de irme, el amor de Sergio Zurita sigue esta dinámica necesaria para la salud teatral del país. Lobos por corderos depende de la atmósfera, situación lograda por un minucioso diseño actoral y un movimiento escénico congruente. Aplaudo el manejo del ritmo vertiginoso (al más puro estilo televisivo) sin perder profundidad en las relaciones.

A nivel actoral, el peligro de contar una historia tan densa y oscura en un espacio tan pequeño como el Círculo Teatral radica en confundir la intensidad escénica con una pérdida de energía teatral. Hay ciertos momentos del montaje donde hay una disminución de fuerza, por ejemplo, Alejandro De La Madrid sacrifica en varias escenas el volumen de la voz por cumplir con el tono de la obra. Creo que estas irregularidades se corregirán con más pasadas porque su estreno fue hace poco.

Mariana Garza entrega otra actuación impecable en términos de organicidad y profundidad emocional; me sorprende qué tan efectiva es Fernanda Borches para complejizar relaciones con otros personajes y hacer un poderoso trabajo energético (por cierto, el look que ahora trae le viene muy bien a su interpretación). Para Mónica Huarte es el papel que la posicionará fuera de la comedia y le dará la credibilidad para contar historias de este peso (aunque todavía le falta descubrir ciertos matices hacia el final de la historia). Alejandro De La Madrid convence por una sólida construcción del mundo interno del personaje y resuelve con maestría los contrapuntos dramáticos.

La situación urgente por reconsiderar es la escenografía. Todo el diseño de varios objetos se resuelve con alambre que se vuelve un fuerte distractor. Los actores se ven preocupados por seguir el movimiento escénico sin hacer que tiemble este material; no existió un momento del montaje donde yo no me dejará de preocupar por los actores y el manejo del diseño poco funcional.

Reynolds Robledo se pone en el radar de la dramaturgia contemporánea con este proyecto. Les deseo todo el éxito porque se nota el esfuerzo, el trabajo y la preocupación por llevar público a la sala. Lobos por corderos vale la pena por un ejercicio actoral interesante y un formato de escritura más acorde a las audiencias actuales.

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Lobos por corderos

De: Reynolds Robledo

Dirección: Daniela Padilla y Reynolds Robledo

Círculo Teatral (Veracruz 107, colonia Condesa)

Martes a las 20:30 hrs.

Twitter: @lobosxcorderos

Lobos por corderos. Círculo Teatral
Lobos por corderos. Círculo Teatral

Twitter: @pezdeoro1972

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claudia romero

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