No está mal que ofrezcan su servicio, nomás exigimos equidad al gobierno para que los de la competencia (Uber y Cabify) hagan los mismos trámites y tengan la misma cromática que nosotros.
Ciudad de México.- Sábado en la noche, entre música, olor a cigarro y algo tomados, salimos de aquel antro de la Condesa y nos dispusimos a volver a nuestras respectivas casas. Había una fila casi interminable para tomar un taxi, éramos muchos los que queríamos llegar a nuestros hogares y otros más, seguir la fiesta.
Entre autos rosas con blanco y algunos rojos con dorado, taxistas ofrecían viajes por $200 pesos y me vino a la mente una palabra que se va poniendo de moda entre los capitalinos: “Uber”. Uno de mis amigos tomó su teléfono, aún tenía media batería, abrió la app y localizó un vehículo cercano de este servicio de transporte para que lo recogiera en la dirección que daba nuestra ubicación. Tardó un poco, debo admitirlo, pero llegó a donde nos encontrábamos.
Era un auto negro, modelo reciente, salió de éste un conductor joven muy amable. Le abrió la puerta, parecía como si mi amigo trajera siempre chofer privado. Se despidió de nosotros y con tono de burla nos dijo: “Ahí esperen su taxi como mortales, yo me voy en mi Uber”. Nos incomodó un poco y nos despedimos. En eso un taxista se acercó a mí y me ofreció llevarme por $150 hasta mi casa, accedí, aunque se me hizo un poco excesivo el precio. Al subirme al auto, y mientras nos dirigíamos a mi destino, no pude evitar hacer plática con aquel taxista:
– ¿Cómo ve lo de Uber, señor?
– Mejor usted dígame ¿Qué le parece mi servicio comparado con ellos, joven?
– La verdad no está mal, aunque podría mejorar para hacerle competencia ¿no lo cree?
– Sí joven, no se imagina, hay muchas broncas con los de Uber, su servicio no es malo, de hecho me agrada y me ha inspirado a cambiar. Mire ya hasta vengo con camisa y pantalón de vestir y traigo siempre limpio mi coche y pa’ que el cliente no se moleste, hasta les dejo poner la música que quieran.
– ¡Súper bien, señor! Aparte usted trae todo en regla, supongo.
– Pues eso es lo que les exigimos a los de Uber, no está mal que ofrezcan su servicio, nomás exigimos equidad al gobierno para que los de la competencia (Uber y Cabify) hagan los mismos trámites y tengan la misma cromática que nosotros, es lo justo ¿no?
– Pues me parece que si ustedes van mejorando su servicio, la gente no sólo no se irá con Uber y Cabify, sino que volverá a tomar taxis comunes. Usted ya va haciendo la diferencia, por algo se empieza ¿no?
Reflexionando un poco, habría que preguntarles a ustedes estimados lectores: ¿Uber, Cabify o taxis?