Creo que siguen errados todos quienes piensan que el toro light hará resucitar a la fiesta, es un tache en una corrida distinta.
El 31 de enero, haber presenciado desde cualquier lugar de los tendidos, la plaza llena hasta el reloj, fue una gran emoción y lo destaco porque no habíamos vivido en años un marco así para una corrida de toros, las motos que se presentan año con año, entiendo como el domingo pasado los toros, agotan el papel cada que se presentan en nuestra capital, hoy Ciudad de México.
Tal vez desde el 5 de febrero de 1996, en el aniversario cincuenta de La México y una casi idéntica el 5 de febrero en 2005 fecha de la gran faena de Julián López El Juli al extraordinario Trojano de Montecristo, eran los antecedentes más cercanos al conclave convocado por José Tomás y Joselito Adame.
En la confrontación, quién que se llevó el gato al agua desde el punto de vista del resultado escueto, fue el torero de Aguascalientes, quién ha ratificado que por el momento es quién se encuentra mejor ubicado entre los toreros mexicanos en ánimo popular.
Y nadie se lo ha regalado, con base en no arredrarse ha logrado ubicarse en un sitio privilegiado del toreo mexicano y al abrirse la oportunidad de que en Europa lo programen con las figuras de allá, seguramente su cache crecerá ya que actualmente en México torea con los que no alterna en lo que dirían antaño, el vetarro continente, entre otros como Morante, Talavante, Castella, El Juli y Manzanares.
Es justo y necesario.
Ha tenido la dosis de inteligencia que caracteriza a los toreros para salir con las velas desplegadas de sus compromisos, habiendo arriesgado en sus turnos, en particular con el sexto de la tarde que por cierto le brindó a José Tomás y por mucho el mejor presentado de los astados de los Encinos que tenía un lado izquierdo de dulce y en el que toreó entre las ofensivas encornaduras la parte media y final, de la faena con temple y buen gusto.
La estocada recibiendo no tuvo la mejor ubicación y tuvo que recurrir al descabello, por lo que las protestas por las dos orejas otorgadas se dejaron oír antes de que partiera en hombros hacia el túnel de la gloria de La México.
Si somos exigentes un auricular era suficiente.
Pero es incuestionable que gran parte de la afición opinó lo contrario y celebró por todo lo alto la actuación de Joselito que ahora tiene un año por delante para regresar a La México a buscar la tarde que ratificar lo que suponemos será un gran año taurino internacional para el mexicano.
José Tomás es un torero de época y de unos años para acá de esporádicas apariciones en los ruedos algunos le etiquetan como mito como si fuera algo intangible, cuando su carrera está coronada desde hace varios años y por eso cada que torea nos desbordamos en ilusión por verle partir plaza, muchos lo refutan pero el tiempo que es sabio, creo que dará la razón a quienes lo consideramos un torero de época y no como un mito mercadotécnico.
Me quedo con las imágenes de los lances al primero de la tarde de los Encinos y su estoicismo para no arredrarse a pesar de que estuvo a milímetros de sufrir una grave cornada, que el público en su mayoría no pensó adecuado el trofeo otorgado por el juez, él mismo al no darse la vuelta al ruedo corroboró que él no está para minucias.
Luego con su segundo de Fernando de la Mora, ejecutó dos grandes tandas por el lado derecho y luego engarzó cinco naturales, el cuarto inolvidable por el trazo cuando lo embarcó y condujo enroscado a la cintura para rematarlo en la cadera, pocos detalles para una tarde de tanta expectativa para muchos pero para los que disfrutamos del arte efímero del toreo, esos breves pasajes y la actuación retadora de Adame, valieron la tarde.
Cada uno la analiza según su prisma y por eso dice el refrán que cada cabeza es un mundo.
Repruebo por supuesto la falta de trapío de los astados que le tocaron en el quinto turno a José Tomás de Fernando de la Mora y de Xajay que aunque menos que el de don Fernando también fueron muy protestados.
Por ello creo que siguen errados todos quienes piensan que el toro light hará resucitar a la fiesta, es un tache en una corrida distinta, en varios momentos emotiva y nunca aburrida, por eso a los que nos gusta somos creyentes de la Caja de Pandora, que es el toreo.
José Tomás en su lugar y sin una tarde como la que él seguramente esperaba pero de ninguna manera fue de fracaso, no exageren.
Joselito Adame ha vuelto a poner en claro que hoy por hoy es el torero mexicano que más interesa y todo lo que ha logrado lo ha conseguido como dijera Machado; golpe a golpe.
José Tomás a preparar una nueva actuación en la que apuesto diez a uno, volverá en dónde eso ocurra a poner las expectativas al máximo, así son y serán los genios del toreo.
