¡Viva la bravura!

Es justo y necesario que no todos se sumen a los toros light, tan de moda en estos tiempos que corren en todo el planeta taurino.

En las imágenes de la televisión, los que creemos que al toreo lo mantiene la magia y la emoción, al ser testigos de la lidia de dos toros de campeonato de Victorino Martín, se nos desbordó la ilusión, para celebrar que aún haya ganaderos que buscan acometividad, codicia, fiereza, alegría en el comportamiento, balanceadas con nobleza y trapío en lo físico en sus dehesas, es como para cantar aquella canción de ese es el camino para defender lo que representa ser ganadero y torero.

Ver el segundo indulto concedido a un toro en la plaza de la Maestranza de Sevilla en su media plaza de asistencia, por la petición popular para Cobradiezmos, de pinta, cárdeno que iba en los tres tercios a los engaños con una embestida de arriba hacia abajo, fue como un despertador que nos recuerda que el público disfruta de la emoción del comportamiento de un toro bravo y no la entregada abulia del toro light.

Manuel Escribano supo cómo aprovechar las condiciones del de Victorino y alzarse con una faena rotunda que debería llamar la atención de quienes arman los carteles y que suponen cómodamente que cada torero va por su carril, pero no, he aquí un torero que pasa lista de estoy listo para competir con el más pintado.

Paco Ureña ha estado bien aunque por momentos ha sido rebasado por el tercero de la tarde, otro gran astado codicioso y noble al unísono, buena ejecución de la suerte suprema y salida en hombros por la Puerta Grande sevillana junto con Escribano.

Recordamos que el 18 de agosto de 1960 Victorino Martín Andrés, compra el primer lote a Florentina. En el 62 compra el segundo lote (el de Josefa) y el 23 de diciembre de 1965 compra el último y su parte de finca a Antonio.

Ya en el 66 lidió como Victorino Martín, marcando un hito en la cabaña del ganado de lidia y una historia de tesón para engrandecer a una marca que provoca gran expectativa cada vez que lidia de la cual ya se cumplen 50 años.

El once de junio se celebra el cumpleaños desde que el marqués de Albaserrada le compró a su hermano el conde de Santa Coloma una punta de vacas y algunos sementales con ascendencia del marqués de Saltillo.

Posteriormente compró Manuel Bueno en los años veinte y cuando fallece, los sobrinos de su viuda (Antonio, Florentina y Josefa) gestionaron los destinos de las reses del hierro de la A coronada hasta principios de los 60, anunciándose en los carteles como Herederos de Juliana Calvo y también como Escudero Calvo hermanos. Fueron años de los treinta a los sesenta, en los que la ganadería perdió su lugar de privilegio dentro del mundo taurino.

Las Ventas es una de las plazas emblemáticas de Victorino Martín, ahora a cargo de su hijo del mismo nombre y apellido paterno, el de García, es por parte de su madre.

Victorino Martín García, sigue con la obra adelante, pone muy alto el listón con la movilidad, recorrido, ritmo, codicia, fijeza y en ocasiones la fiereza para dar sello propio a su ganado. Toros extraordinarios con las características positivas o negativas (llamadas alimañas) cuando se comportan dando dolores de cabeza a quienes les toca lidiarlas.

El 1 de junio de 1982, el ruedo de Las Ventas se empapó de codicia, acometividad, fijeza y fiereza para un momento excepcional: la Corrida del Siglo. En el cartel: Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar, con toros de Victorino Martín.

Pobretón, Playero, Mosquetero, Director, Gastoso y Carcelero eran los nombres de los seis ejemplares que el ganadero de Galapagar lidió en la Monumental. Una cauda de nobleza y codicia combinadas, con un trapío ejemplar de los astados. Los tres espadas -que se repartieron seis orejas-, acompañados del ganadero y su mayoral, cruzaron la Puerta Grande gloria.

Posteriormente, en la corrida del 19 de julio del 82, se lidió Belador, toro indultado en las Ventas, al que toreó Ortega Cano. El Paleto llamado así el fundador por ser nacido en Galapagar, un pueblo, es el único ganadero que se ufana de tener el homenaje del indulto para un toro en Las Ventas.

El conocimiento del padre más práctico, el del hijo más científico se combinan para mantener el prestigio por lo alto y ahora la nieta, hija de Victorino hijo sigue los pasos familiares.

Le mando un saludo hasta España a la familia de una casa ganadera muy respetada por todo el mundo taurino y que sigan a futuro luchando por mantener la llama de la acometividad, codicia, fiereza, alegría, balanceadas con nobleza y en trapío en sus dehesas. Es justo y necesario que no todos se sumen a los toros light, tan de moda en estos tiempos que corren en todo el planeta taurino.

Don Victorino Martín Andrés y su hijo Victorino Martín García.
Don Victorino Martín Andrés y su hijo Victorino Martín García.
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