La Cámara Alta y la CFE firmaron un convenio para la instalación de 30 estaciones de recarga eléctrica durante 2016
Ayer, el Senado y la CFE firmaron un convenio para fomentar el uso de estos automóviles, pero que no serán adquiridos con el dinero del Senado, sino con el de los propios senadores y funcionarios, a quienes se les apoyará con la negociación de un descuento especial y pagos vía nómina.
El convenio consiste en establecer mecanismos de apoyo y acompañamiento técnico entre la Cámara de Senadores y la Comisión Federal de Electricidad para implementar soluciones que fomenten la adopción de alternativas de transporte sustentable y promover el ahorro y uso eficiente de la energía.
Incluye la instalación de dos estaciones de carga, denominadas electrolineras, para autos eléctricos; realizar un diagnóstico de uso de energía en la instalación eléctrica del edificio sede y proponer acciones de uso eficiente en el marco del programa Senado Sustentable; estos centros de recarga son públicos, aceptan todos los modelos de automóviles eléctricos y son gratuitos.
Además, comenzaron a operar los módulos de atención y dos equipos CFEMático, uno en Reforma 135, que ayer se estrenó con la panista Silvia Garza, y otro en Madrid 66, que es un edificio aledaño a la sede principal.
Para esta última electrolinera, la empresa Nissan prestó automóviles Leaf, 100% eléctricos, que darán servicio sin costo durante un mes a usuarios del Senado.
Emilio Gamboa dijo que la firma de este convenio contribuye a que el Senado de la República se vuelva sustentable y dé el ejemplo sobre la utilización de energías limpias.
Pero la atención ayer se la llevó el mini automóvil de Roberto Gil Zuarth, marca Renault y que compró de oferta, porque ya estaba usado; “lo utilizó un tiempo el jefe de Gobierno del Distrito Federal”, comentó, mientras mostraba a sus compañeros senadores y al titular de la CFE la forma en que comienza la marcha, que llega hasta 80 kilómetros por hora y que está diseñado sólo para circular en la ciudad.
Ochoa Reza felicitó a los legisladores por esta decisión de comenzar a cambiar los autos que se mueven con energía fósil, por éstos de energía limpia. La CFE, dijo, fomenta el uso de estos automóviles y, por eso, a solicitud expresa, instala los módulos de recarga incluso en domicilios particulares, con un medidor diferente al de todo el hogar, para que no se mezclen las cuentas de ambos servicios.
Además de en las electrolineras gratuitas, los vehículos eléctricos pueden cargarse en el hogar, con un medidor independiente para que la tarifa no pase a Doméstica de Alto Consumo (DAC).
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) facilita la instalación de un medidor independiente en las casas, con lo que se evita que el gasto en electricidad aumente significativamente.
La instalación del segundo medidor puede solicitarse a la CFE vía internet, por teléfono (al 071) o en los centros de atención.
Para poder obtener el segundo medidor es necesario contar con una instalación eléctrica destinada exclusivamente a la recarga del vehículo.
El uso de un automóvil eléctrico beneficia al ambiente y los bolsillos de los propietarios.
En promedio, un kilómetro recorrido con energía eléctrica es entre 40% y 60% más barato que uno recorrido con gasolina.
Un automóvil eléctrico compacto Twizy de la marca Renault con espacio para dos personas tiene un precio de 290 mil pesos.
Si se prefiere con una plaza y espacio de carga, el precio sube a 295 mil pesos.
Una carga de seis horas mantiene al auto encendido cuatro horas continuas.
La compra de este auto implica una espera de cuatro meses, pues se hacen bajo pedido.
Un automóvil eléctrico Nissan Leaf, con espacio para cinco personas, cajuela y comodidades como calefacción, tiene un precio de 598 mil 800 pesos.