El hecho de tener colaboradores adictos al trabajo no quiere decir que proyecten los resultados de productividad deseados.
De acuerdo con un estudio de Sea Innovación, las personas que trabajan horas extras en el trabajo y que siempre están obsesionados con ello, no son realmente las más productivas, ya que sólo demuestran una falta de autoestima y problemas personales.
El trabajo, en muchas, ocasiones, puede volverse más un escape de la realidad que una persona vive, problemas económicos e incluso personales pueden ser lo que llevan a una persona a siempre querer estar inmersa en su escritorio.
Lo anterior, entonces, no implica que aquellas personas sean las más productivas de la empresa, sino que simplemente buscan estar “atareadas” para no centrarse en sí mismos.
La firma mexicana cita que datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que mencionan factores como las enfermedades mentales, como la depresión, son lo que generan un gasto de hasta 4.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Detalla que México es el único país miembro, de los 34 que integran la organización, que no rebasa los 75 años de vida estimados, al señalar una media de 80.5 años entre los demás países; por tanto, un mexicano que trabaja 10 horas al día dedicaría 22 años por completo al trabajo.
Por ello, Sea Innovación refiere que antes de que un trabajador se enfrente a un tratamiento fuerte y medicable, es recomendable hacer un alto para analizar si es feliz y si hace lo que le apasiona.
En un comunicado, aconseja identificar el rumbo seguido, el estilo de vida, el trabajo, las aficiones, las actividades diarias y lo que se quiere alcanzar con ellas, determinar si ese rumbo coincide con los anhelos, y reconocer cuáles son los cambios que se deben hacer para que coincida.
“Al hacer al menos un cambio pequeño todos los días, se puede vivir en un estado de motivación y felicidad continuo que no depende de las circunstancias, sino de las decisiones diarias que se toman para alinear las circunstancias hacia el rumbo que se quiere seguir”.
Sugiere además no quedarse estático, explotar las virtudes y habilidades, practicar deportes o cualquier actividad física que sirva como distractor y canalizador de energía, y aprender a separar los problemas de trabajo y los de casa.
De acuerdo con expertos consultados por la firma, una actitud compulsiva por el trabajo no siempre resulta ser productiva, al contrario, puede traer consecuencias psicológicas y de salud a quien lo padece.
Redacción