PRD y PAN se echan la culpa sobre la no aprobación de la Reforma Política del DF en el pasado periodo ordinario de sesiones del Congreso. Se observa una pugna por la autonomía de las demarcaciones locales y la autoridad del Jefe de Gobierno.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, comentó en rueda de prensa que es lamentable que no se haya aprobado en el Senado la Reforma Política del DF. “Había un compromiso muy claro de los coordinadores y resulta algo no satisfactorio para nosotros”, aseguró el mandatario capitalino. Puesto que dicha reforma es algo que se ha buscado desde hace muchos años, Mancera instó a la “izquierda” de mantenerse firmes en este tema y en el de la desindexación del salario mínimo.
También cuestionó las intenciones de aquellos que frenaron la aprobación de la Reforma en el Senado: “no nos desanima de ninguna manera, por los dos temas, más allá de los intereses políticos y más allá de las luchas internas que se puedan dar entre los dos grupos que representan o dicen representar los intereses de la sociedad, y de la Ciudad de México”.
Por su parte, ante las acusaciones del PRD inculpándolos sobre la no aprobación de la reforma por el Senado antes de su periodo de receso, la presidencia nacional del PAN negó categóricamente estas acusaciones. Ricardo Anaya matizó estas acusaciones pidiendo se deben observar que sobre la reforma hay visiones encontradas. Muestra de ello fueron algunas declaraciones de legisladores panistas.
Las senadoras panistas Mariana Gómez del Campo y Gabriela Cuevas declararon que no aceptaron la reforma porque a último minuto el PRD intentó romper acuerdos para que la reforma fuera hecha “a modo” para el jefe de Gobierno. También advirtieron que Miguel Ángel Mancera se oponía a la figura de las alcaldías, y que la reforma había sido en detrimento de la autonomía de las localidades.
El líder de Acción Nacional en el DF, Mauricio Tabe, advirtió que la reforma que se debía aprobar el lunes de esta semana buscaba poner una camisa de fuerza a las alcaldías: “Realmente lo que estamos viendo es un dictamen que lejos de democratizar la ciudad está buscando burocratizarla, nosotros hacemos un llamado serio al Senado, al Congreso de la Unión, a revisar los planteamientos de la Reforma Política del DF para poder poner en el centro de la transformación de las instituciones de gobierno nuestras delegaciones, que en vez de respirar los aires de centralismo que buscan acabar con los gobiernos locales, pensemos que ante la debilidad estructural de los gobiernos delegacionales fortalezcamos sus capacidades y no los debilitemos”. Advirtió que de ser aceptaba esta reforma en el Senado realizará una campaña para echar atrás las modificaciones de las que son contrarios.
El senador perredista Mario Delgado comunicó en entrevista telefónica a Milenio que se trataba de una táctica política del PAN para frenar una reforma “plural”, y aseguró que la negativa a la reforma fue hecha de manera indirecta mediante la falta de quórum, cuando los senadores del PAN y PRI se retiraron de la Cámara, sin dar una respuesta directa. En otra declaración mencionó que “Es la segunda ocasión que hacen exactamente lo mismo. Se agotan los temas, no hay una disputa, no hay una redacción confrontada, una redacción distinta que nos separe”.
Actualmente las jefaturas delegacionales en el DF se encuentran en posesión mayoritaria por el PRD, mientras que PRI y PAN sólo lideran la administración de dos demarcaciones (Cuajimalpa y Benito Juárez respectivamente). En la Asamblea Legislativa, los diputados perredistas componen más del total de los demás partidos juntos.
La Reforma Política del Distrito Federal se puede entender como una oportunidad para cambiar esta proporción en la presencia de partidos. Si bien, todos los legisladores están de acuerdo en la necesidad de que se lleva a cabo un cambio en la condición política de la capital, se juegan los mecanismo futuros en los que los partidos políticos podrán acceder a una mayor presencia en la capital.
Con información de medios.