Los propósitos de año nuevo suelen presentarse de forma demandante, haciendo para las personas imposible su cumplimiento.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El año nuevo se caracteriza por un sin fin de personas decididas a hacer resoluciones que buscan incrementar su salud, economía o el tiempo de calidad que pasan con sus seres queridos. Según cifras de la compañía de investigación TNS Global México, esta actividad solo es practicada por un 45 por ciento de los mexicanos, y existe un incumplimiento del 81 por ciento de ellos, lo que significa que solo una mínima parte de las personas suelen terminar o completar los propósitos que se establecieron.
Esto se debe quizás a que, como en muchas otras situaciones, los objetivos que nos planteamos están mal encaminados y son poco realistas.
Por lo general las personas tienden a darse cuenta de lo buena que es su vida al compararla con la de otras personas. Buscamos cumplir nuestras expectativas pero sobre todo las expectativas de otros, no suele existir un actuar objetivo y en su lugar cada individuo se compromete con un proceso de comparación social que indica el qué, cómo y cuándo.
Estas ideas generalizadas no suelen adaptarse a las personas de forma individual, generando que la acción no sea lograda o completamente satisfecha, provocando con esto un sentimiento de frustración; haciendo que los grandes objetivos planeados dejen de ser productores de placer y comiencen a volverse frustrantes lo que hace que las personas se olviden de ellos rápidamente.
Se sabotea la capacidad de logro al querer cumplir con metas intransigentes que no están adecuadas a la persona que busca seguirlas y es que existe algo intoxicante con la idea de hacer un comienzo total, de cero, fresco… se buscan dejar los malos hábitos o controlar las modulaciones de humor, sin embargo, todas esas cosas que se quieren cambiar, fueron adquiridas con el paso del tiempo y es erróneo pensar que con tan solo dos meses de esfuerzo se llegará a contrarrestar practicas que llevan incluso cinco años.
Algunos psicólogos creen que la fuerza de voluntad es un recurso limitado, así que cuando usas algo de este para sobrellevar los mayores retos (como cortar la comida chatarra) no queda nada para hacer lo otro (como ir al gimnasio todas las noches). Un plan mucho mas efectivo resulta de tener un monto de pequeños retos, tan pequeños que incluso parezcan tontos en un principio, algo como consumir los alimentos en un plato mas pequeño, para que exista conciencia sobre lo que se esta ingiriendo.
BJ Fogg, psicólogo de la Universidad de Stanford en EU, define estos pequeños hábitos como cualquier cosa que tome 30 segundos o menos al día, las personas que quieren comenzar a usar hilo dental no limpiarán todos sus dientes de una sola vez, ejemplifica y dice que, aquellos que suelen ser mas felices, sanos y productivos únicamente invierten un monto pequeño de tiempo y esfuerzo en las actividades que realizan.
Los objetivos son mejor alcanzados cuando las personas se concentran en su rendimiento individual, a través de planes listos, adecuados a sus capacidades. Junto a la creación de objetivos es necesario establecer responsabilidades clave para llegar a concretarlos, se recomienda el uso de metas inteligentes.
Las metas inteligentes son aquellas basadas en el conocimiento sobre lo que se desea obtener y el conocimiento de los recursos con los que se cuenta para hacerlo; además, se tiene en cuenta un proceso gradual y la obtención de pequeños logros encaminados a concretar el objetivo a gran escala.
Para definir las expectativas de lo que se desea lograr se debe:
-Evitar generalidades y ser sumamente especifico, conocer que se desea lograr y utilizar un alto nivel de detalle en cuanto a esto ayudara a delimitar como se realizará, en qué tiempo, con ayuda de que herramientas, etc.
– Se debe de ser capaz de medir si el objetivo esta siendo cumplido o no, identificando el éxito del plan de acción a través de términos de calidad, tiempos y acercamiento a la meta.
-Verificar que el objetivo sea lograble bajo los términos que se establecieron para el, de no ser así, busca un reacomodo hasta volverlo mucho mas razonable.
-Ser realista, identificar si se puede obtener el objetivo con los recursos disponibles, una resolución práctica consiste en asegurar que el camino propiciara el cumplimiento de la meta.
-Definir tiempos, ¿en cuánto tiempo planeas cumplir ese objetivo? Especificar esto puede llegar a ser la diferencia entre el éxito y el fracaso, es mucho mejor decir: “dentro de seis meses planeo bajar tres kilos” a “iré al gimnasio seis días a la semana”
Con un plan específico puede llegarse a concretar pequeños buenos hábitos que permanecerán de forma constante en lugar de cumplir con un montón de metas poco realistas que terminaran por abrumar a la persona y frustrarla. A partir de este tipo de manejo se logra un establecimiento constante de buenas formas de llegar poco a poco a los objetivos planteados.