Hoy la discusión se centra en la policía de mando único y la desaparición de las policías municipales, sin embargo creo que la reforma debiera ser pensando en policías estatales y no en el mando único.
Ciudad de México.- Hoy la discusión se centra en la policía de mando único y la desaparición de las policías municipales, sin embargo creo que la reforma debiera ser pensando en policías estatales y no en el mando único. Siempre será más fácil tener 32 responsables de la seguridad en el país y además a la Policía Federal, sin embargo son muchos los presidentes municipales que se resisten porque son la excepción y que en sus municipios la criminalidad ha disminuido, pero muchos de estos alcaldes lo que no entienden es que generalmente las excepciones las hacen los propios alcaldes y que puede venir otro cuyos intereses sean distintos y la falta de la institucionalidad sería la causante de consecuencias terribles, mismas que estarían al vaivén de los actores políticos y eso no podemos permitirlo, no podemos seguir exponiéndonos a ser víctimas de la delincuencia. Es necesario recordar que los grupos intermunicipales coordinados por el ejecutivo estatal, en donde se intenta resolver de manera conjunta el fenómeno delincuencial, casi siempre están ligados a la voluntad de los individuos y por ende a su temporalidad en el cargo.
Hoy tenemos la oportunidad de generar una política nacional que permita poner orden en el país, mismo en el que la delincuencia no reconoce límites geográficos y donde de cualquier manera tendremos que tener acuerdos regionales o interestatales; tendremos que empezar a pensar en policías metropolitanas en virtud de que nuestro país tiene un sinnúmero de municipios conurbados cuyo fenómeno delincuencial es el mismo y las fronteras estatales no pueden ser el límite de la aplicación de la seguridad y de la justicia.
La suma de esfuerzos no solamente tiene que ver con aceptar el modelo propuesto por el Presidente de la República, sino también con la creación del marco jurídico que nos permita la concurrencia del fuero local y federal sobre todo en los delitos que más laceran a nuestra sociedad. Ojalá que muy pronto veamos también la unificación en el armamento, el equipamiento, la capacitación, la tecnología y por supuesto en los salarios y prestaciones. Que útil sería también que la ciudadanía participara en la transformación de nuestra realidad, además, y evidentemente, de la participación en la denuncia; asimismo, como cuando era un niño, la gente ofrezca a los policías no sólo su confianza, sino también otras maneras de participar y solo a manera de ejemplo, hoy las empresas podrían darles a quienes nos cuidan y siempre y cuando realmente lo hagan, descuentos en cines, viajes, supermercados, escuelas, etc.
Creo firmemente que los cambios en este sentido nos brindarán mayor seguridad a todos.