Desde aquí un insignificante, pero muy merecido reconocimiento a todos ellos que enaltecen nuestras instituciones y nos llenan de orgullo.
Ciudad de México.- Fuerzas Federales del Estado mexicano han descabezado a dos de los más importantes grupos del crimen organizado, en el transcurso de una semana. Primero, tuvimos la noticia de que Servando Gómez Martínez “La Tuta” fue detenido en Morelia, Michoacán, por la Policía Federal tras la realización de un operativo llevado a cabo la madrugada del pasado jueves. Este delincuente se convirtió hasta antes de su captura, en el más buscado en nuestro país. Hoy está preso y bajo el proceso legal por la imputación de diversos delitos. En la mañana del pasado jueves recibimos la noticia en voz del comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, como resultado de un operativo conjunto entre las diversas áreas de seguridad de nuestro país, que Óscar Omar Treviño Morales, mejor conocido como el “Z-42” y jefe máximo grupo criminal los zetas fue detenido.
Es de recalcar que ambos acontecimientos se lograron gracias al riguroso trabajo de inteligencia y coordinación, lo que dio como resultado que dichas detenciones fueran con saldo blanco, es más, sin haber hecho un solo disparo. Privilegiar el trabajo de inteligencia siempre será lo más favorable para nuestra sociedad, ya que con ello se evitan enfrentamientos armados en los que se corre el riesgo que gente inocente pudiera salir dañada. Por supuesto, también el trabajo de inteligencia da un panorama completo de los objetivos y de sus organizaciones, lo que permite prever posibles variables, reacciones y, por supuesto, objetivos secundarios; es decir, pone en la mira de los cuerpos de seguridad nacional, a aquellos que pretendan suceder en el mando a sus líderes hoy detenidos.
Es preciso darnos cuenta y reconocer el trabajo que el Gobierno de la República está realizando de manera prioritaria e incansable, por garantizarnos a los mexicanos un país tranquilo y en paz. Debemos permitir a la verdad de los hechos nuestra apreciación objetiva y por el contrario, no dejarnos llevar mecánicamente por las apariencias pretendidas de algunos pseudo comunicadores mal intencionados o, inclusive, por aquellos que utilizan las redes sociales para mentir de manera inmediata y masiva, sin derecho a la legítima réplica. Lo único que pretenden es atender a un interés totalmente ajeno al de México. Tan absurdo ha llegado a ser lo anterior, que podemos encontrar en ellas, principalmente en Facebook, imágenes de policías locales, ya del Distrito Federal o de las entidades federativas, realizando su trabajo de prevención y reacción ante alguna situación antisocial y que llevan por título algún ataque injustificado o denostación al gobierno Federal, achacándole dicho acto. También las hay donde uniformados militares están violando los derechos humanos de alguna persona, ya golpeándolo o maltratándolo, pero si uno es un poco más observador, nos damos cuenta que las facciones de dichos militares no corresponden a las de un mexicano, por supuesto tampoco las del maltratado. Ello es prueba de que hay quienes pretenden generar enconos entre sociedad y gobierno y que nada abonan en favor de nuestro país sino todo lo contrario.
Hay quienes inclusive se han atrevido a decir que todo ha sido prefabricado y que las detenciones de los principales líderes del crimen organizado, que ha logrado el gobierno federal en esta administración, son acuerdos preestablecidos que salen a la luz llevándose a cabo conforme a la necesidad mediática del momento, para crear una nota que se sobreponga a otra y así favorecer el rating. ¡Es absurdo! México tuvo suficiente en lo jurídico y en lo político, tanto a nivel nacional como internacional, con aquel montaje efectivamente prefabricado en la administración del presidente Felipe Calderón, mismo en que se vio involucrada la ciudadana francesa Florence Cassez. No hay que dejarnos engañar y si nos sobreviene la duda, pues es nuestra obligación aclararla por nosotros mismos. Repito, los hechos no mienten.
Los éxitos se miden con resultados, no sólo por buenas intenciones; resultados que son engendrados en el esfuerzo cotidiano de miles y miles de servidores públicos que prestan sus servicios en las áreas de seguridad. De elementos en activo que prestan y dan sus vidas por garantizar un país seguro y que con su ejemplo como el de otros muchos miles, nos muestran que México puede salir adelante. Desde aquí un insignificante, pero muy merecido reconocimiento a todos ellos que enaltecen nuestras instituciones y nos llenan de orgullo.