En los primeros años de la vida del Instituto participaron distinguidos juristas mexicanos.
Ciudad de México.- Este año se cumple el 75 Aniversario de la creación del Instituto de Investigaciones Jurídicas, (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México, el principal centro de estudios del Derecho en América Latina.
El Instituto surgió en 1940 por la iniciativa de Felipe Sánchez Román, distinguido jurista español, como Instituto de Derecho Comparado, nombre que conservó hasta 1967. Su propósito inicial fue el de analizar y discutir el Derecho comparado; estudiar la evolución y situación de las disciplinas jurídicas, así como armonizar y modernizar la legislación nacional. El Instituto de Derecho Comparado nació en un contexto de fuerte nacionalismo cultural en la materia en México.
En los primeros años de la vida del Instituto participaron distinguidos juristas mexicanos, pero sólo como colaboradores de tiempo parcial. En la década de los cuarenta se incorporó el eminente procesalista español Niceto Alcalá Zamora y Castillo y así poco a poco se fue integrando un pequeño grupo de investigadores de tiempo completo.
En 1966 fue designado director del Instituto Héctor Fix Zamudio procesalista y constitucionalista. Con Fix a la cabeza da inicio la expansión y consolidación del Instituto, como un centro de excelencia académica con prestigio internacional. Héctor Fix Zamudio fue director del Instituto durante dos períodos de seis años, hasta 1978. Más tarde los mandatos en la dirección se redujeron a cuatro años. Fix Zamudio impulsó la formación de numerosos investigadores dentro del Programa de Formación de Personal Académico de la UNAM, lo cual nos permitió a varios de nosotros realizar estudios de postgrado en el extranjero.
A Fix Zamudio lo sucedió al frente del Instituto Jorge Carpizo, más tarde rector de la Universidad, quien le dio un nuevo impulso a la expansión de Jurídicas, labor continuada por los directores que llegaron más tarde: Jorge Madrazo, José Luis Soberanes, Diego Valadéz, Héctor Fix Fierro y actualmente Pedro Salazar.
De mi época como investigador de tiempo completo del Instituto (1975-83), quiero mencionar también a varios de los más destacados como Ricardo Méndez Silva, Rolando Tamayo, Manuel Barquín, Ulises Schimill y desde luego al distinguido mercantilista Jorge Barrera Graf.
La contribución del Instituto al estudio del Derecho en México y en la región latinoamericana ha sido muy importante. Una muestra de ese esfuerzo fue la creación del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. Además Jurídicas fue un centro de recepción de juristas y un foro de discusión de los problemas constitucionales latinoamericanos, lo cual tuvo particular relevancia en la época de las dictaduras militares en la región.
En el seno del Instituto se han cultivado numerosas disciplinas jurídicas y se han establecido relaciones con muchos de los centros de investigación más importantes en todo el mundo. El instituto tiene una muy amplia producción bibliográfica, que incluye publicaciones periódicas y obras colectivas. Pero, para mi es importante destacar el papel que el IIJ ha desempeñado en el proceso de introducción y desarrollo de la protección, defensa, promoción y observancia de los derechos humanos en México.
El esfuerzo del Instituto ha sido muy valioso, sin embargo los retos que plantea el país en materia de la consolidación de un eficaz sistema jurídico son aun enormes. Es claro que es urgente consolidar el Estado democrático de Derecho como condición indispensable para el progreso y la consecución del desarrollo social y económico sustentable.
La tarea que tiene por delante el Instituto es muy grande, pero sin duda continuará teniendo éxito en la obtención de la excelencia intelectual y en su contribución para la vigencia de la ley y de las instituciones en México y en el mundo.
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