Sinopsis:
Al acabar el ensayo de su próxima obra de teatro, un director tiene una plática con una de sus actrices. Este encuentro provoca una remembranza del protagonista por su gran amor en la vida personal (una actriz llamada Raquel) y su gran amor en la vida profesional: el teatro.
Julieta Egurrola es una de las actrices superdotadas de este país. Por esto, y también por una connotada reputación de su carrera profesional en el cine y en el teatro, cuando está en una obra se convierte en una sensación que atrae, sobre todo, a audiencias teatreras y medios especializados en artes escénicas. En esta ocasión Julieta Egurrola se presenta en el Centro Cultural del Bosque (uno de sus lugares de grandes éxitos) con un texto del gran escritor y director de cine y teatro sueco Ingmar Bergman.
El combo Egurrola-Bergman no puede ser más ganador en cuanto al prestigio en el circuito intenso (es importante remarcar el adjetivo) de teatreros mexicanos. Ya sea por pouser o porque genuinamente eres admirador de estos dos creadores, esta obra llamada Después del Ensayo es algo que debe de verse sí o sí. Y si a esto le sumamos la dirección de Mario Espinosa (director del Centro Universitario de Teatro) y la participación de intérpretes como Juan Carlos Colombo (hizo películas como “La Mujer de Benjamín”) y Sofía Espinosa (protagonizó la biopic de Gloria Trevi “Gloria”), el proyecto se vuelve doblemente irresistible.
En lo personal soy psychofan de toda la filmografía de Bergman. Me sé escenas y diálogos de memoria; he visto “n” número de veces varias de sus películas (“Sonata De Otoño” -mailov-). Y, tal vez, esto fue contraproducente cuando fui a mi función de Después del Ensayo por las expectativas literarias tan altas que había generado.
La obra nace originalmente como una película para la televisión sueca en 1980. Bergman decide escribir y dirigir este proyecto después de haberse retirado oficialmente del cine. Y este contexto es determinante con el resultado y, por supuesto, su traslado al lenguaje teatral: el texto -y el libreto televisivo- se basa más en una anécdota que en un conflicto propiamente dramático.
Bergman se permite explorar la televisión al hablar de su gran pasión creativa: el teatro. Este texto es un canto de amor a cada uno de los recovecos del quehacer teatral; Bergman se engolosinó al tratar los sacrificios, las satisfacciones, esa búsqueda personal mediante la escena. Y en ese sentido el texto es interesante sólo para las personas interesadas en esta área de expresión.
Pero, por otro lado, en ningún momento la acción dramática avanza de manera significativa. En ciertos episodios francamente el texto se vuelve discursivo. Intuyo que una audiencia sin ninguna relación directa o indirecta con el teatro le será muy difícil conectar con la historia (más allá de los nombres del equipo creativo del montaje). Y, si soy más específico, al pensar en la forma de lectura de medios de la mayoría de las audiencias de la CDMX, de sus hábitos de consumo mediático y, por supuesto, de sus competencias comunicativas, Después del Ensayo se puede volver sumamente intrincada.
Toda mi formación profesional teatrera me hizo desconectar del montaje. El discurso, propuesto en el texto, me pareció digno de una cátedra magistral. En mi cabeza yo traía un debate sociológico del teatro, pero esto sólo se logró por las ideas no por los personajes, no por el conflicto.
En cuanto al montaje hay un problema de ritmo al principio. Y esto se debe en gran medida a la naturaleza discursiva del texto. A excepción de tal particularidad, aplaudo el trabajo de Sofía Espinosa y Juan Carlos Colombo porque sacan agua de las piedras; vuelven medianamente dramático algo que no lo es. Julieta Egurrola hace una interpretación sobresaliente con la misma dificultad de sus compañeros.
Reconozco este distanciamiento con el montaje como un asunto de entrenamiento profesional. Por otro lado, todos aplaudimos a rabiar a Julieta Egurrola para celebrar su presencia en un escenario, su trayectoria, su técnica. Salí de la sala con una interesante disertación acerca del teatro en una gimnasia racional pero muy lejano, poco tocado por los personajes y su conflicto.
Traspunte
Precisamente por cómo salí de la función de Después del Ensayo me surgió un dilema. Entiendo que un espectáculo pensado para una audiencia preferentemente teatrera de la Ciudad de México no tendría oportunidad de nacer fuera de la subvención; por eso Después del Ensayo está en el Centro Cultural del Bosque. Pero, en el otro lado de la moneda, ¿cuál es el punto medio para no descuidar a esta audiencia y llegar a otras desconectadas del gremio teatral y del mundo de la subvención? A esas que no consideran al teatro como una opción de entretenimiento. ¿Cuál es el punto medio entre la exploración escénica intensa y el alcance a más audiencias dispuestas a pagar un boleto?
“Después del Ensayo”
Escrita por: Ingmar Bergman
Dirección: Mario Espinosa
Sala Xavier Villaurrutia (Centro Cultural del Bosque: Paseo de la Reforma esquina Campo Marte s/n)
Jueves y viernes a las 20:00 hrs., sábados 19:00 hrs., domingos 18:00 hrs.