En el Fórum Económico Mundial de Davos, Suiza, celebrado el pasado enero, se hizo evidente a nivel internacional la ambición de México por jugar un papel activo y resolutivo en el foro del Grupo de los 20 (G-20), al asumir su Presidencia durante 2012. Para este fin, nuestro país ha dado a conocer explícitamente la agenda que propone oficialmente. Como trabajos preparatorios a la reunión, se ha realizado ya una primera reunión informal entre los ministros de asuntos exteriores de los países miembros del Grupo, estando próxima a realizarse la reunión correlativa entre los ministros de Finanzas.
La reunión del G20 reviste especial significancia a nivel global, en virtud de la situación de fragilidad económica que se vive, especialmente en la Unión Europea (EU), después de una crisis financiera que se hizo evidente desde diciembre de 2007. De igual manera, por que el G20 es el grupo multilateral que se ha estimado más pertinente para establecer acuerdos específicos, más allá de de los organismos internacionales, tales como el Banco Mundial (BM) y las Naciones Unidas (ONU), entre otros, que parecen haber entrado en una etapa de franca disfuncionalidad, tal como lo ha enfatizado el Presidente Sarkozy, hasta ahora Presidente del G20. Esto es más incuestionable a la luz de los complejos desafíos que representan la actual crisis y la nueva globalización en ciernes.
El G20 es desde 1999 un foro que integra a 19 países, más la Unión Europea. Está constituido por siete de los países más industrializados (G7), y Rusia (G8), más once países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo, y la Unión Europea. Integra a los jefes de Estado o Gobierno, los gobernadores de Bancos Centrales y a los ministros de finanzas de cada país participante, incluido la UE.
Originalmente, el G20 se centró temáticamente en aspectos económicos y financieros, por lo que los acuerdos de los ministros de finanzas constituían el eje de los arreglos internacionalmente alcanzados. Sin embargo, ante la adversa situación internacional desatada con la crisis financiera, desde 2009 se convino que el G20 sustituyera al G8 y al G14 como foro de discusión de la economía mundial.
El G7 era integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido. Posteriormente, con la participación de Rusia se dio paso al G8. Finalmente, el G20, a propuesta del G7, surgió con la integración de once países más. Estos países han sido: Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía. La UE es el vigésimo participante del G20. Agregadamente, desde 2008 España y Holanda participan como invitados permanentes del G20, aunque no se espera soliciten su ingreso al grupo.
La inauguración del G20 se efectuó en Berlín, del 15 al 16 de diciembre de 1999, organizada por los ministros de finanzas de Alemania y Canadá. Así, se creó “un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional”. En este foro también se estudia, revisa y promueve discusiones sobre temas relacionados con la estabilidad financiera internacional y de otros temas más allá del ámbito de otras organizaciones de inferior jerarquía.
Aún cuando el G20 fue creado como un cuerpo para deliberar y no para decidir, alienta “la formación de consenso en temas internacionales” (Canadá 1999). Sin embargo, sus políticas tienen un enfoque, para promover la estabilidad financiera internacional (John Kirton). El Ministro de Finanzas canadiense, Paul Martin, dijo en su momento, que el G20″se enfocará en transformar los beneficios de la globalización en ingresos más altos y mejores oportunidades en todos lados,” incluyendo a la población trabajadora de todo el mundo (Beattle, 1999) y que “virtualmente no hay ningún aspecto relevante de la economía global o del sistema financiero internacional que esté fuera del alcance del grupo.” (Beauchesne, 1999).
Se estima que la Cumbre de Washington, efectuada el 15 de noviembre de 2008, ha sido una de las reuniones más importantes del G20, al tratar la reforma del sistema financiero mundial, propuesta por la UE. En este sentido, en septiembre de 2009 en la reunión de Pittsburg, Estados Unidos, se decidió que el G20 reemplazara al G8 y otros foros en lo relativo a los planes de desarrollo mundial en conjunto.
En su primera reunión de foro permanente, el G20 acordó promover las regulaciones de los bancos de inversión y paraísos fiscales y avanzó en la reformulación del FMI y el BM. De acuerdo a la página oficial de México sobre el foro, el G20, busca “la coordinación de políticas entre sus miembros para lograr la estabilidad económica mundial y el crecimiento sostenible; la promoción de regulaciones financieras que permitan disminuir el riesgo y prevenir nuevas crisis; y la reingeniería de la arquitectura financiera internacional”.
El G20 “en su conjunto representan cerca del 90% del PIB mundial, 80% del comercio global y dos tercios de la población total (G2012, México)”. Los países participantes dentro de la clasificación de la ONU sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) aparecen al menos con un nivel medio, incluido México. En este mismo nivel aparecen, China, Indonesia, India y Sud-África. Clasificación un tanto debatible si se considera la situación de pobreza secular de la India y el empobrecimiento de la sociedad mexicana.
La Presidencia del Foro se ha asumido anualmente. En 2011 fue presidido por Francia. Corea, como país emergente, ha tenido anteriormente la Presidencia y México presidirá durante 2012 al G20. La Cumbre de Líderes se realizará en junio de este año. Al asumir México la Presidencia anual del G20 es la segunda economía emergente y primera latinoamericana en hacerlo.
Además de reunión de Jefes de Estado o de Gobierno, el G20 realiza reuniones identificadas como del Canal de “Sherpas”, Canal de Finanzas y de diálogo con otros actores tales como ONG´s y jóvenes, entre otros. “Los Sherpas”, se refiere al “grupo étnico que guía las expediciones a las cumbres de los Himalaya”. En el caso del G20 se les identifica con los “representantes personales de los Jefes de Estado o de Gobierno”. En México tal tarea es encabezada por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Además, de este tipo de reuniones, también el G20 efectúa reuniones informales de Ministros de Relaciones Exteriores, como recientemente aconteció, así como de los Ministros de Finanzas y de los Bancos Centrales, como se efectuará en fecha próxima.
Oficialmente, México ha propuesto como agenda del G20, una densa temática, en un entorno de problemas inmediatos relativos al empleo; la contracción económica y la estabilidad financiera; especialmente en Europa y la crisis alimentaria y agrícola, como ya lo ha manifestado el Primer Ministro italiano, Mario Monti. La agenda comprende como temas: la estabilización económica y reformas estructurales para el crecimiento y el empleo, el fortalecimiento de los sistemas financieros y fomento de la inclusión financiera para impulsar el crecimiento económico, el mejorar la arquitectura financiera internacional en una economía global interconectada, promover la seguridad alimentaria y abordar el tema de la volatilidad del precio de las materias primas y alentar el desarrollo sustentable incluyendo una agenda de infraestructura, eficiencia energética, impulso al crecimiento verde y financiamiento para enfrentar el cambio climático.
Sin duda, la agenda mexicana no sólo es pertinente para el entorno mundial, sino también en términos de las circunstancias nacionales que parecen agravarse contraproducentemente a las válidas aspiraciones de los mexicanos y a las opiniones que el Presidente Calderón hace públicas ante auditorios extranjeros.
Así, en el Fórum de Davos, en el que las organizaciones internacionales se sumaron al debate en torno a si el modelo económico y opinaron la necesidad de ajustes, el Presidente externó opiniones que a la postre resultaron adversas para el país, contraviniendo todo viso de elemental diplomacia. De esta manera, de acuerdo aNoticias 24, América Latina, el Presidente Calderón dijo en Davos, “México es futuro, no una economía del pasado como Argentina, Bolivia y Venezuela”, y contrapuso al país a las economías “cerradas” latinoamericanas, criticando, además, a los “dictadores vitalicios”, en alusión a Chávez y Castro. En contraste, Lula recordó que el venezolano fue electo democráticamente.
En la ceremonia en la que recibió la distinción del “Premio al Estadista Global”, Felipe Calderón, dijo hoy estar orgulloso de la cobertura universal en salud lograda, dado que “hay muy pocos países en vías de desarrollo que lo estén logrando”. También señaló, como logros de su gobierno, el desarrollo del sistema educativo y en particular la construcción de más de 100 escuelas y otras tantas universidades. Por lo que, subrayó, “Hay más de 100 mil ingenieros que salen cada año de nuestras universidades, más que en Alemania, Canadá y más del doble que en Brasil, que tiene más población. Es un gran activo para nosotros” (Diversas agencias de noticias).
Durante su intervención en Davos también aseguró: “Tenemos una bomba de tiempo. Está en Europa y estamos trabajando juntos para desactivarla, antes de que nos explote a todos”. Según la crónica periodística, siguiendo con la terminología bélica, Felipe Calderón instó a los líderes europeos a sacar “la bazuca inmediatamente antes de que la pólvora se humedezca”. “Hay que crear un cortafuegos para evitar la caída de la tercera y cuarta economías europeas”, en referencia a Italia y España.
Las noticias internacionales referidas hacen ruborizar a cualquiera, aunque podamos ilusoriamente asumir que el mundo puede girar a nuestro alrededor. Sin negar la enorme distinción que significa para México la Presidencia del G20, esperamos que durante 2012 tengamos un poco de modestia ante el exterior, y que brindemos las consideraciones que otros países más ricos y pujantes nos merecen. No se desearía más, pero no menos.