“Las Analfabetas”: “Palabras que faltan. Corazón que sobra.”

Lectura: 3 minutos

Sinopsis:

Ximena es una mujer adulta que contrata a una maestra joven para que le enseñe a leer. Esta relación les dará conciencia de situaciones irresueltas del pasado y una proyección de sus vidas a futuro. 

 

Prometo que dormí muy bien, me alimenté como se debe y tuve toda la disposición cuando vi “Las Analfabetas”, sin embargo, no pude conectarme en algún momento con el montaje. Desde la primera vez que vi el póster y los créditos (actúan Dolores Heredia y Gabriela De La Garza) me urgía comprar un boleto y lamento no haber salido tan conmovido-sorprendido-entusiasmado como lo esperaba.

Agradezco más la existencia de este proyecto que el proyecto en sí mismo porque hay figuras deseosas de hacer teatro con todo el amor y el respeto a la profesión. Producir, en las condiciones de este país, es un verdadero viacrucis; se necesitan ¼ de cojones y ¾ de corazón para hacer teatro y sortear todos los obstáculos para llegar a un estreno. Gabriela De La Garza, sin ninguna necesidad porque bien podría estar cómoda como actriz, decide ponerse el título de productora junto a un gran equipo para morirse en la raya.

En el sentido del compromiso y profesionalización no se le puede reprochar nada a “Las Analfabetas”: llamaron a la extraordinaria Laura Rode para hacer la escenografía e iluminación; está Mario Marín en el diseño de vestuario; Eloy Hernández tiene en sus manos la producción ejecutiva. Y así podría seguirme con los créditos del programa de mano para demostrar la buena cepa de los involucrados.

En cuanto a la plástica todo está en su sitio. La iluminación empata de manera funcional con el contexto geográfico y las pautas psicológicas de los personajes. El descuido y deterioro de la casa de Ximena se retrata con una adecuada selección de elementos; sólo me preocupa la salida de actores, una puerta muy baja para la estatura de Gabriela de la Garza, porque todo el tiempo pensaba que se iba a pegar en la frente.

El gran problema está en el texto. Pablo Paredes, el autor de “Las Analfabetas”, hace una de las obras más antidramáticas que he visto en mi vida; me refiero a la imposibilidad de plantear un conflicto dramático real; de estructurar un primer, segundo y tercer acto; de sostener un juego de  oposiciones en cada una de las escenas.

En el programa de mano viene el párrafo curricular de Paredes donde se dice que es una eminencia chilena. A lo mejor él ha roto todos los paradigmas de la dramaturgia para plantear una nueva forma de escribir teatro; a lo mejor el problema está al querer encuadrar la historia con una estructura aristotélica; a lo mejor el género dramático no se trata de conflictos sino de estampitas costumbristas sin-que-pase-nada.

Si no es así, “Las Analfabetas” no tiene un conflicto para una hora y cacho de obra. Es interesante ver a una mujer adulta que aprende a leer y hay algo de sugerente cuando su maestra es una joven con una incapacidad de conectarse con ella misma. Si esto me lo contaran en un cuento o una novela, lloraría de la emoción. Cuando lo veo en una obra de teatro me asusta porque no avanza la acción dramática en ningún momento; los personajes no tienen una verdadera oposición a sus deseos.

La construcción literaria de los personajes está a la mitad; todo se sugiere y nada se concreta. No siento sus motivaciones; por momentos la dinámicas son efectistas; el final es lindo pero gratuito. Paredes cayó en blandito porque el equipo creativo y, en mayor medida, Dolores Heredia y Gabriela De La Garza le mejoran la plana.

Ellas dos hacen, junto con la directora Paulina García, un trabajo de irradiación y atmósfera poco visto en el teatro mexicano. Dolores Heredia está más allá del bien y del mal; sus años de experiencia se notan al hacer un personaje empático, admirable y creíble. Esta mujer adquiere dimensión por una técnica impecable y una verdadera propuesta personal que trasciende las carencias de Paredes.

Nunca había visto a Gabriela De La Garza en teatro. Sus trabajos en televisión no reflejan en nada su potencia; es admirable como equipara el trabajo energético con la atmósfera psicológica. Heredia le pone todo lo necesario para que ella remate cada escena de forma efectiva e interesante.

“Las Analfabetas” merece ser vista por este trabajo actoral a contracorriente. Si todo este equipo tuviera otro texto en sus manos sería la sensación                     porque, insisto, su compromiso, disciplina y amor son indudables (¡hay tantas obras para dos actrices tan efectivas!). En fin, por algo hicieron la apuesta por el autor y me queda claro que en los creativos y la producción no quedó .

 

Traspunte

Gabriela De La Garza alterna el papel con Adriana Llabrés; me muero de ganas de ver la obra con ella porque es formidable, no obstante, también es asistente de dirección. Llabrés es la mejor actriz de su generación y estoy feliz que ella esté en la línea de ser directora. Recuerden este nombre: Adriana Llabrés.

 

 

“Las Analfabetas”

De: Pablo Paredes

Dirección: Paulina García

La Teatrería (Tabasco 152, colonia Roma)

Viernes 21:00 hrs., sábados 18:00 y 20:00 hrs., domingos 18:00 hrs.

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