America Latina

¿En qué se han convertido las izquierdas políticas?

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Platicando con unos estudiantes, me decían que el actual gobierno representaba la izquierda en México. Sin embargo, criticaban que la izquierda tenía pretensiones equivocadas.

Me pusieron como ejemplo de capitalismo a Noruega o Finlandia y yo les discutía que, en todo caso, esos países (sé que no es así), resultaban ser mucho más de izquierda que el nuestro, allá se ha alcanzado un estado de bienestar al que todos deberíamos aspirar.

En esos países, la educación, y yo que diría “la buena educación”, es universal y gratuita, igual que la salud. Uno de ellos me habló del manifiesto comunista de Marx, argumentando que jamás se ha logrado.

Les explicaba que para todo fin práctico (advirtiendo que no soy experto en el tema) nuestras generaciones, la mía y la de mis estudiantes, no hemos podido ver en realidad ningún país latinoamericano en donde la izquierda haya florecido para bien de sus habitantes.

La referencia primera y obligada es Cuba, en su época mi padre creyó sinceramente que el experimento cubano sería un éxito, pero murió antes de ver el desenlace –para mí fatal–, del castrismo cubano.

izquierda cuba
Imagen: Alberto Caudillo.

Castro, junto con El Che Guevara, parecían al principio unos libertadores, pero al paso de los años la Revolución cubana devino, como de todos es sabido, en una dictadura.

El libertario se convirtió en dictador y lo que parecía una revolución, terminó en un gobierno déspota y autoritario que, durante años mantuvo un cerco en torno a sus propios ciudadanos, prohibiéndoles cualquier manifestación en contra del régimen.

Recuerdo que en mi adolescencia surgió fuertemente el nombre de otro “libertador”, Daniel Ortega, quien al igual que lo hizo Castro, luchó contra Flugencio Batista; Ortega lo hizo oponiéndose al régimen de Anastasio Somoza.

Cabe señalar que, en ambos casos, tanto el cubano como el nicaragüense, antes de las revoluciones de izquierda existían historias patéticas, escritas por otros dictadores que habían oprimido por años, tanto a cubanos como a nicaragüenses. El hartazgo de la población fue, en gran medida, lo que facilitó tanto a Castro como a Ortega iniciar sus movimientos “revolucionarios”.

No hay duda de que las cosas debían cambiar en ambos países, pero es evidente que a la postre, tal y como lo deja claro la historia, ambos usaron el argumento del socialismo/leninismo, el argumento de la “izquierda libertadora”, pero lo usaron para sus propios fines e intereses.

Hoy en Cuba gobierna el hermano de Fidel después de que él lo hiciera casi por 50 años. Cabe decir que Fidel entregó el mando a su hermano, sólo cuando sus condiciones de salud, derivadas de su vejez, así lo exigieron. En este contexto, desde el 2008 la isla es gobernada por Raúl Castro. O, dicho de otra forma, desde 1959 la isla es gobernada por los Castro.

Igual pasa con Daniel Ortega quien mediante diversas formas se ha eternizado en el poder haciendo incluso vicepresidenta a su esposa Rosario Murillo.

En concreto, ya que mi intención no es dar cátedra del socialismo ni mucho menos, lo que yo le argumentaba a mi estudiante es que, en realidad, si tomamos los ejemplos latinoamericanos, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela, etcétera, lo que queda claro es que jamás hemos visto un gobierno socialista.

latinoamerica izquierda
Imagen: Política Exterior.

Lo que hemos visto son personajes como Castro, Ortega, Hugo Chávez, ahora Nicolás Maduro o Evo Morales que, bajo el argumento del socialismo, bajo el argumento de defender a los pobres, lo que han hecho es intentar y en algunos casos lograr, eternizarse en el poder. Son personajes que, en mi opinión, han usado el argumento del marxismo/leninismo pero para sus propios y obscuros fines.

Concluí diciendo que es en este contexto latinoamericano el socialismo jamás ha existido. Han sido populistas autoritarios con ínfulas dictatoriales, quienes usando el argumento de la “izquierda” han terminado siendo opresores de sus pueblos.

Algo muy parecido a lo que sucede en nuestro país, en donde presumiblemente el gobierno actual se dice de izquierda, pero no abandera las verdaderas causas populares.

Aquí en mi país, la historia se repite, atrás del actual gobierno hubo gobiernos malísimos, existió lo que Vargas Llosa denominó como la “dictadura perfecta”, un sistema no de líder único, pero sí de partido único. Esos antecedentes, al igual que en los ejemplos antes expuestos, son los que dieron pie a que el actual gobierno pudiera llegar.

No me parece pues, que MORENA represente ninguna ideología de izquierda, MORENA es en realidad un movimiento coyuntural, basado en el hartazgo de una sociedad, cansada de las decisiones de los gobiernos anteriores.

Creo que la opinión de Vargas Llosa fue, vista en retrospectiva, muy acertada, y ahora, aún con el cambio, México sigue siendo una dictadura perfecta, entendiendo por dictador la definición dada por la Real Academia de la Lengua Española, que a la letra dice: “En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos y, apoyada en la fuerza, los ejerce sin limitación jurídica”.

“México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México” (Vargas Llosa).

Ernesto Cardenal; poeta, sacerdote y revolucionario

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Quién fue Ernesto Cardenal el poeta y sacerdote que revolucionó Nicaragua

Con renombre internacional, conocido por sus poemas y sus actos de rebeldía, así es como es recordado el sacerdote Ernesto Cardenal de Nicaragua.

La poesía ya había hecho famoso a Ernesto Cardenal, pero fue un momento arrodillado ante el papa Juan Pablo II que su fuerza rebelde y su relación con la Revolución Sandinista tomó relevancia en todo el mundo.

En la imagen se lo ve con su inconfundible barba y cotona blancas, arrodillado ante el papa Juan Pablo II y esbozando una leve sonrisa, su eterna boina negra reposando humildemente en una de sus rodillas.

El papa, con gesto adusto y un dedo acusador, lo amonesta públicamente frente a sus colegas del gobierno de Nicaragua, congregados ese 4 de marzo de 1983 en el aeropuerto de Managua para recibir al pontífice.

“Usted debe regularizar su situación”, fue el regaño público de Juan Pablo II durante su primera visita a tierras centroamericanas.

“Como no contesté nada, volvió a repetir la brusca admonición. Mientras, enfocaban todas las cámaras del mundo”, contaría luego el poeta y sacerdote en su autobiografía.

Como uno de los más reconocidos exponentes de la Teología de la Liberación, el autor de El evangelio de Solentiname era una figura destacada de la feroz batalla entre el movimiento y Juan Pablo II, quien prohibió que los sacerdotes ejercieran puestos de gobierno.

Pocos meses después, el papa polaco ordenaría la suspensión a divinis de Cardenal, lo que le impidió el ejercicio del sacerdocio por casi 35 años, hasta su revocación, en febrero de 2019, por el papa Francisco.

Ernesto Cardenal
Foto: Archivo Prensa

La noticia de esa revocación le llegó mientras convalecía en un hospital de Managua, cada vez más alejado del partido sandinista y de su líder, Daniel Ortega, el hombre de gafas vestido de militar que aparece al lado de Juan Pablo II en la célebre fotografía.

Cardenal recibió la noticia tal como había vivido: con la serenidad de haberse mantenido fiel a los valores que lo llevaron a renunciar a los privilegios que le garantizaba su cuna para abrazar el sacerdocio, la causa revolucionaria y la poesía.

“Mi poesía tiene un compromiso social y político, mejor dicho, revolucionario. He sido poeta, sacerdote y revolucionario”, se definió en 2012, al ser reconocido con el Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía.

Su origen

Nacido el 20 de enero de 1925 en Granada, en el seno de “una de las familias más respetables del país”, el futuro sacerdote creció en una de las casonas más emblemáticas de la capital conservadora de Nicaragua.

“No era un palacio, pero sí el segundo edificio más elegante de Granada”, es la descripción de “La Casa de los Leones” que hace en su autobiografía.

“El primero era la casa de mi abuelo, frente a la plaza central, junto a la catedral”, apunta a continuación el poeta, quien describe a ese abuelo como un simple “comerciante rico”.

Para él la familia Cardenal Martínez había elegido la carrera de Derecho.

Pero su padre eventualmente se rindió a la evidente vocación literaria del enamoradizo muchacho y le permitió cursar estudios de literatura en México y EE.UU.

Otra vocación igual o más fuerte, sin embargo, lo llevaría a ingresar en 1957 en el monasterio trapense de Gethsemani, en Kentucky (EE.UU.), espoleado por el final de uno de esos “muchos enamoramientos” que inspiraron sus famosos Epigramas.

“Yo no me iba a saciar con nadie, sólo con Dios -cosa que Dios sabía, pero yo no sabía”, dice en el primer tomo de sus memorias, Vida perdida, sobre la tensión entre amor romántico y vocación religiosa que lo atormentó durante la primera parte de su vida.

Poco después de llegar al monasterio les describió así la jornada a sus padres y hermanos: “¡No pueden imaginarse que viaje más feliz! Hagan de cuenta exactamente un viaje de bodas”.

En Gethsemani, el poeta nicaragüense conocería además a la mayor influencia política y religiosa de su vida.

“Tendrá de maestro de novicios a uno que también es poeta, en cierto sentido, y estudió como usted en la Universidad de Columbia”, le habían anticipado ya en su carta de admisión, sin nombrar directamente al escritor y místico estadounidense Thomas Merton.

“Yo había leído prácticamente todos sus libros, e incluso traducido”, contó de él Cardenal, para luego destacar que Merton solo había sido nombrado maestro de novicios aproximadamente un año antes de su llegada.

“Y eso lo atribuí a una acción especial de Dios para mí”, dijo del hombre que lo colocó sobre la ruta de un cristianismo comprometido políticamente y también inspiró la fundación, varios años más tarde, de la Comunidad de Nuestra Señora de Solentiname, en el archipiélago nicaragüense del mismo nombre.

Sencillo y directo

El paso de Cardenal por la Orden de la Trapa también lo ayudó a desarrollar su inconfundible estilo literario, que para entonces ya incluía el poema épico Hora 0, que no dejaba dudas de su aversión a las dictaduras de derecha latinoamericanas y en especial a la de su Nicaragua natal, la de los Somoza.

“Aunque no esté escribiendo poesía, el trabajo manual, que incluye limpiar inodoros, es una práctica de estilo, porque la humildad y sencillez de estos trabajos seguramente perfeccionará mi estilo literario, dándome más sencillez, claridad, expresión directa”, escribió.

Ese estilo sería también la marca de la comunidad de artistas primitivistas de Solentiname, fundada por Cardenal en 1966, un año después de su ordenamiento como sacerdote, que se convirtió rápidamente en un santuario para los guerrilleros del Frente Sandinista que luchaban contra la dinastía somocista.

“Al principio le había dicho a los líderes guerrilleros que estaba de acuerdo con sus metas pero no con sus métodos, pero ante la dictadura de Somoza, la única vía posible era la lucha armada”, le dijo Cardenal a BBC Mundo en 2007.

Luego del triunfo de la revolución en julio de 1979, Ernesto Cardenal trató de replicar lo hecho en Solentiname a nivel nacional con iniciativas como los “Talleres populares de poesía”, inspirados en la experiencia del archipiélago.

“Hemos hecho en Nicaragua algo que nunca se había hecho en el mundo: que obreros, indios, campesinos, empleadas domésticas, soldados, policías hicieran poesía y buena poesía moderna”, presumía en 1983, el mismo año que Juan Pablo II le prohibió a los sacerdotes nicaragüenses -incluyendo a su hermano Fernando, sacerdote jesuita y ministro de Educación- ejercer cargos de gobierno.

Pero ninguno de los hermanos Cardenal obedeció la orden papal. El poeta siguió al frente del ministerio de Cultura hasta 1987 y su hermano Fernando estuvo a cargo de Educación hasta 1990. Murió en Managua en 2016.

“El cristianismo tal como lo vemos en el Vaticano, no es el que Cristo quiso para la iglesia; pero mi fe es en Cristo, no en el Vaticano; si el Vaticano se aparta de Cristo, yo sigo con Cristo”, le explicó a BBC Mundo Ernesto Cardenal en 2007, 20 años después de la prohibición vaticana.

Para entonces, el también escultor ya se había alejado del Frente Sandinista, al que renunció públicamente en 1994 para convertirse en un feroz crítico de Ortega.

Su prestigio y credibilidad internacional, especialmente entre los movimientos de izquierda, lo hicieron objeto de lo que Ernesto Cardenal denunció como una “persecución política” del líder sandinista que regresó a la presidencia de Nicaragua en ese 2007.

Así, luego de un proceso judicial por el que ya había sido absuelto en 2005, en febrero de 2017 el poeta fue condenado a pagar 800 mil dólares por “daños y perjuicios” a una antigua colaboradora de su proyecto de Solentiname, cercana al gobierno de Ortega, que lo demandó por incumplimiento de contrato.

En ese momento, las autoridades nicaragüenses también ordenaron el congelamiento de las cuentas del sacerdote, para entonces de 92 años.

El acoso judicial, sin embargo, no logró acallar a Cardenal, quien también se hizo oír durante las protestas de abril de 2018 por las que se acusa de crímenes de lesa humanidad al gobierno de Ortega.

“Ahora repentinamente en todo el país han surgido los jóvenes en protestas, tomándose las calles. Algo que no se esperaba porque la juventud parecía dormida, o que sobre ella había caído una losa sepulcral. Mi hermano (Fernando) lo habrá visto ahora desde la eternidad. Nicaragua en todas partes ha resucitado”, celebró en su momento.

“Durante muchos años yo había estado teniendo una oración tomada de uno de los ‘Salmos’: Señor, haz que volvamos a ser lo que fuimos. ¡Y he sido oído!”, dijo en una entrevista con la agencia alemana DPA.

En diciembre de ese mismo año le dedicó el recién recibido Premio Internacional Mario Benedetti a Álvaro Conrado, un joven de 15 años muerto en las protestas.

Poco después sería internado en un hospital de Managua por causa de una infección.

Fue ahí que el 17 de febrero de 2019, ya plenamente readmitido al sacerdocio, finalmente volvió a impartir misa, asistido por el nuncio papal en Nicaragua que le comunicó el perdón del Vaticano.

Un perdón que le permitió morir como lo que él siempre quiso ser: poeta, sacerdote, y revolucionario.

Los gobiernos progresistas

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El periódico El País publicó un interesante, aunque polémico, repaso del historiador uruguayo Aldo Marchesi sobre diversas experiencias sudamericanas con gobiernos de izquierda “progresista”; describe situaciones que tienen coincidencias con la izquierda mexicana de López Obrador, a la que se adelantaron y vienen de retirada.

Los gobiernos progresistas tienen plena justificación en América Latina, la región más desigual del mundo, con el agravante de que en la economía globalizada se acentúan y profundizan las desigualdades de países que no tienen manufacturas de alto valor agregado con las cuales competir.

Tal es nuestro caso: la globalización neoliberal profundizó las desigualdades de todo tipo en la región, al grado de convertirlas en severas trabas a las inversiones y a los negocios transnacionales, además de provocar conflictos políticos y sociales cada vez más agudos, como los que se registraron en Colombia y Chile el año pasado.

mapa del progresismo
Ilustración: Mariano Vior.

Es mi personal punto de vista que los gobiernos de izquierda progresista, o reformista, tienen la misión de atenuar las desigualdades para así destrabar el funcionamiento de sus mercados.

Esas políticas, como las de López Obrador, escribí en este espacio hace quince días, no están dirigidas a cambiar el modelo económico, sino a desbloquearlo de trabas como la excesiva influencia de grupos económicos, la evasión fiscal, la corrupción (incluido el auge del crimen organizado) y las desigualdades sociales.

Con esos propósitos, y medidas redistributivas como el mejoramiento salarial, de la legislación laboral o programas de transferencia monetaria directa a grupos vulnerables, hubo avances en la reducción de las desigualdades en Brasil con Cardoso y con Lula, en Uruguay con Tabaré Vázquez y José Mujica, en Argentina con los Kirchner, en Ecuador con Rafael Correa, en Bolivia con Evo Morales.

Ahora, el artículo de Marchesi; todos esos gobiernos enfrentaron, sin éxito, la reacción de las derechas nacionales y fueron derrotados electoralmente –o por vías golpistas, como lo fueron Dilma Rousseff y Evo Morales–.

¿Por qué? Los gobiernos reformistas se ciñeron pragmáticamente a lo que consideraron viable, por lo que mantuvieron sustanciales continuidades con el neoliberalismo económico y con la democracia liberal. Con entero pragmatismo habrían redistribuido el ingreso, dice Marchesi, pero sin afectar las causas de las desigualdades que derivan de la concentración de la riqueza.

(Una forma eficaz de redistribuir la riqueza es abatir la corrupción y la evasión fiscal, evitar que siga concentrándose por esos mecanismos y fortalecer la hacienda pública).

paises progresistas
Ilustración: La Nación.

Lo que no habrían previsto los gobiernos progresistas fueron dos cosas: que su limitada agenda redistributiva generaría expectativas de una movilidad social más rápida entre los sectores favorecidos, e indignación y temores entre las clases medias, las cuales no simpatizan con los llamados a la solidaridad social sino con los discursos neoliberales que exaltan la iniciativa y la suerte individual.

Segunda imprevisión: que las prácticas personalistas y clientelares de las políticas gubernamentales impidieron la construcción de asideros políticos plurales con empresarios medios y clases sociales, que no necesariamente representan a las fuerzas de la reacción ni de la oligarquía. Error que López Obrador da muestras de estar repitiendo.

Las expectativas incumplidas de los sectores pobres y el conservadurismo congénito de las clases medias, habrían sido capitalizados por los discursos de derecha basados en una construcción caricaturesca de la idea de populismo. En la mayoría de los países, los gobiernos progresistas fueron derrotados electoralmente por coaliciones de derecha; donde eran más fuertes, se recurrió al golpe de Estado. Terminó un ciclo de 20 años de gobiernos progresistas en Sudamérica y el de México apenas comienza.


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Más casos de coronavirus en el mundo

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La noticia de esta semana es que el coronavirus –su nueva cepa– ya está en Europa, además de que en otros países de Asia aparecieron nuevos contagios de coronavirus y, ayer, el 26 de febrero, se confirmó el primer caso en América Latina. El Ministerio de Salud de Brasil confirmó que un hombre que viajó a Italia dio positivo por Covid-2019.

Con la experiencia que pudimos aprender y practicar en el 2009, debemos tomar las medidas de protección e higiene, y que no nos cansaremos de repetir, aun cuando esta epidemia sea distinta a la influenza A (H1N1).

Por eso, hábitos como saludarnos de lejos, es parte de lo que podemos y debemos hacer para superar de la mejor manera posible la llegada del coronavirus a México.

prevenir contagios de coronavirus
Imagen tomada de Freepik.

¿Por qué el contagio de coronavirus es un caso distinto? Porque en la actualidad hay más comunicación e información; es una época muy diferente. Y en esa medida, lo primero que debemos evitar es difundir rumores, comentarios tanto triviales como alarmistas. Debemos ser responsables con lo que reenviamos en las redes y plataformas sociales. Si no lo puedes comprobar, o desconoces algo, lo prudente es que no lo mandes. Infórmate antes.

Y va de nuevo, no olvides estas acciones cotidianas: 1) lavarnos las manos lo más frecuente posible con jabón; no llevarnos las manos a la cara; 2) el saludo de lejos, sin contacto físico; 3) el uso constante de gel antibacterial; 4) limpieza continua de las superficies; 5) uso de tapabocas (y por respeto a los demás); 6) tomar muchos líquidos; 7) garganta humectada y hacer gárgaras; 8) la exposición al sol de telas y textiles; 9) no automedicarse.

Entre todos podemos contribuir y disminuir el impacto de más contagios de coronavirus, y con ello, las consecuencias sociales, económicas y de productividad que se están manifestando. Ya lo vivimos en el 2009, y aunque no podemos tratarlo igual, quienes lo vivimos, aprendimos y controlamos, aportamos mucho en esa situación de emergencia.  Extrememos las precauciones, no lo tomemos a la ligera y mantengámonos prevenidos. Es fundamental que nos apoyemos entre todos, informándonos en medios confiables y a través de la asesoría de expertos.


Anexo:

mapa de contagio
Imagen: El País.

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La crisis de 2020 en puerta

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FMI advierte sobre riesgo de crisis en 2020 para América Latina.

El panorama económico para América Latina en 2020 mejora ligeramente con un crecimiento conjunto marginal esperado de 1.6 por ciento desde el 0.1 registrado en 2019.

Menoscabado por las debilidades externas y los riesgos de grandes economías regionales como México y Argentina, los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la región en 2020, son revisadas a la baja en 0.2 puntos porcentuales, frente a su reporte previo.

En nuevo reporte emitido por el FMI en enero del 2020, incorporó los efectos de una prevista recuperación gradual en el mundo y apuntó como factores de riesgo las crisis sociales en países como Chile, Argentina, Bolivia y Venezuela.

“Si bien las causas de las crisis sociales varían de un país a otro, estas en general reflejan una insatisfacción con ciertos aspectos de los sistemas económicos y políticos”, indicó el FMI en un comunicado citado por Reuters, en el que añadió que una clave para reactivar el crecimiento “es hacerlo más inclusivo”.

La previsión de crecimiento para México

El cambio de modelo de gobierno con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México arroja factores que llevan al FMI a reducir su previsión del crecimiento del PIB de México en 0.3 puntos porcentuales.

Aunado a los cambios de política interna, otros factores como la crisis social y la incertidumbre externa influyen en la proyección del FMI para México. De acuerdo al organismo, la economía mexicana crecerá a 1 por ciento en 2020, mientras espera a que se vayan normalizando las condiciones económicas, en buena parte sujetas a los lazos comerciales con Estados Unidos, la política fiscal de su gobierno de izquierda y a la esquiva inversión.

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Las perspectivas para América Latina

Las perspectivas del FMI para la región contrastan de país a país y ahora parecen reflejar más los acontecimientos internos, en vista de que el panorama global parece calmarse por una distensión de las guerras arancelarias.

Argentina, donde acaba de asumir un nuevo gobierno que negocia una compleja reestructuración de su deuda, el FMI espera una contracción de 1.3 por ciento en 2020 y una recuperación a 1.4 por ciento en el próximo año, sin cambios frente a las estimaciones de hace tres meses. El PIB de la nación sudamericana se habría contraído 3.1 por ciento el año anterior.

Brasil, en tanto, anotará una expansión del 2.2 por ciento este año, una mejoría leve frente a las estimaciones emitidas por el organismo en octubre. En 2019, la mayor economía regional habría crecido un 1.2 por ciento y ahora se vería impulsada por perspectivas a la baja de la inflación y avances en la reforma de pensiones.

Y a pesar de las persistentes tensiones sociales, el escenario económico de Colombia mejoró el año pasado para anotar una expansión de 3.3 por ciento mostró la entidad, que elevó a 3.5 por ciento su proyección de crecimiento este año por el constante apoyo de la política monetaria y los efectos de la migración.

Su vecino Venezuela -que sufre el mayor éxodo de su historia desatado por la debacle económica- se apresta a sufrir una contracción económica de 10 por ciento en 2020 luego de que la actividad hundiera un 35 por ciento el año pasado, según las nuevas cifras, que no presentaron cambios frente al reporte de octubre.

Coronavirus, latinus desastrosus

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#Coronavirus

Más de cien vidas y miles de infectados en China, así como más de cincuenta fuera de sus fronteras es, hasta ahora, el saldo que ha dejado el virus llamado “coronavirus” y que ataca principalmente a las vías respiratorias.

China, otra vez, es el epicentro de la noticia por una epidemia que ha puesto en cuarentena a millones de personas en la región de Wuhan. Poner en cuarentena a tantas personas en una época de mucha movilidad, como es el Año Nuevo chino, no debe ser nada fácil; y sólo en China, con un régimen político como el que tienen, es posible controlar a miles de personas en tan poco tiempo.

Este nuevo brote recuerda de forma preocupante al virus del SARS, que se expandió por varios países entre los años 2002-2003 y dejó más de 800 muertos a su paso.

El SARS es un tipo de coronavirus que fue contagiado de murciélagos a un gato, animales que se comen en el sur de China por ser considerado un delicatessen. Hoy, después de diecisiete años, hay quienes señalan que fue la ingesta de un murciélago lo que generó el contagio de esta nueva cepa de coronavirus al que le llaman “2019-nCoV”.

Hasta el momento, afortunadamente, en Latinoamérica no se ha presentado ningún caso, y fuera de China sólo se han detectado casos en 13 países: Japón, Vietnam, Malasia, Singapur, Corea del Sur, Tailandia, Taiwán y Nepal en Asia; Francia y Alemania en Europa; Australia en Oceanía; y, Estados Unidos y Canadá en Norteamérica. Destaco lo de Latinoamérica porque, cuando sucedió la crisis de salud por el SARS, tampoco se detectaron casos en esta zona del planeta. Asumo que es porque el latino viaja mucho menos a China. Los casos que se ven en otros países son derivados de que alguno de sus ciudadanos visitó China y se contagió. Sólo un caso en Japón, otro en Vietnam y ahora el de Alemania, corresponden a ciudadanos que no salieron de su país, pero fueron contagiados por un visitante chino.

No quiero ni pensar lo que pasaría en nuestros países, los latinos, si una epidemia de esta naturaleza naciera aquí. El título de mi artículo, con palabras inexistentes, revela el desastre que veríamos en este lado del planeta.

Puedo imaginar a Maduro diciendo que los yankees imperialistas sembraron el virus en su país para desequilibrar su régimen; a Bolsonaro en Brasil asegurando que fue una mujer la que portaba el virus y que, como en todas las crisis, ellas eran responsables del desastre; puedo también imaginar a Evo diciendo que el virus que se propagó en Bolivia fue porque lo desterraron y que por eso él necesita regresar a resolver esa enorme crisis de salud. A Fernández, en Argentina, lo imagino argumentando que la deuda que le dejó Macri hacía que fuera humanamente imposible atender la crisis de salud pública, y por eso el virus se expandía de forma desastrosa. La imaginación me invita a pensar que en Nicaragua asesinarían a los que tuvieran los primeros brotes y a todo aquel que se atreviera a portar el virus, mientras que Trump, posiblemente, aceleraría la construcción del muro para que no pasara el virus latino.

¿Y México? En este ejercicio de imaginar, creo que un brote de esta naturaleza, en estos momentos, sería como una tormenta perfecta. En una tormenta perfecta, todos los elementos naturales combinados agravan una situación. Es decir, las circunstancias se combinan para dar un resultado drásticamente adverso. Hoy estamos viendo una dura transición de un Seguro Popular a un INSABI que, hasta el momento, no ha tenido más que malos resultados; asimismo, hay un desabasto de medicamentos y hospitales que no están funcionando.

Me imagino que, si el brote de coronavirus se hubiera dado en este país, las autoridades de salud lo minimizarían, los líderes empresariales y los gobernadores aplaudirían las acciones del Gobierno Federal, el presidente diría que es producto de la corrupción y el pueblo de México exclamaría: ¡Sálvese quien pueda!


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Los sistemas hegemónicos y sus tareas

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Los oídos no sirven de nada a un cerebro ciego.
Proverbio Árabe.

En los sistemas políticos hegemónicos hay tareas cuya misión es ideológica. Por ejemplo, el entramado cinematográfico que sostiene la serie de películas Misión Imposible, desde su génesis, tiene una carga velada. Es una de tantas series creadas en la rivalidad ideológica del capitalismo versus el socialismo durante la Guerra Fría. El cine y la televisión han sido ingenios para afirmar los paradigmas políticos-económicos principalmente del capitalismo. Mismo que ha sido liderado por Estados Unidos y operado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), como garante financiero y, su brazo operativo inicial, el Plan Marshall.  Mientras que el frente socialista liderado por la otrora Unión Soviética, sustentaba su fuerza económica con el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAEM) y su brazo operativo fue el Pacto de Varsovia.

El juego por el control del mundo es articular sus posturas para enquistarse en la geopolítica; una forma fue a través de las culturas y la educación. Cada lado fue incidiendo con el fin de convencer al mundo de ser el mejor sistema. Aunque crearon la fórmula de “coexistencial pacífica”, bajo cuerda presionaron a los países afines para que a su vez coaccionaran a otros.

Por ejemplo, Latinoamérica no ha podido mantenerse unida frente a una cosmovisión común, porque los hegemónicos los prefieren mejor divididos antes que estén en el bando contrario.

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Ilustración: The Moscow Times.

Han procurado sí, por todas la vías, no caer en una guerra fratricida convencional, pero están listos por si se ofrece; por lo que evidencian en cada oportunidad sus fuerzas militares para inhibir al adversario.

Es tal la lucha que tienen los hegemónicos por un poder faraónico que es bien sabido que incluso han salido al espacio extraterrestre. Entre tanto, atizan la enemistad beligerante entre otros países como distractores, entre lo que ellos ganan y pierden posiciones en su cuadro de ajedrez donde nosotros somos sus piezas.

La Guerra Fría inició cuando la Unión Soviética quizo difundir y transportar su ideología, lo que alarmó a los estadounidenses. De ahí la lucha ideológica sistematizada.

El esquema hegemónico ha ido orquestando su penetración tan bien articulada que cada vez se regeneran con nuevos mecanismos de control e incidencia. Por ejemplo, para Estados Unidos, América Latina es su traspatio y parte de Asia y el Medio Oriente, y para Rusia el Bloque del Este –llamado también Bloque Soviético–, parte de Asia y parte de Latinoamérica.

Han diseñado todo tipo de acuerdos comerciales para su propio beneficio. Así los tratados de amistad, colaboración, asistencia mutua, alianzas para el progreso y acuerdos espaciales. Discursos y más discursos para el reparto del pastel.

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Ilustración: Pinterest.

Antes el discurso del capitalismo era contra el fantasma del comunismo (matan, se quedan con todo…). Por otro lado, el discurso del socialismo era que “aquellos no dejan pensar, convierten a la gente en autómatas, tiranizan con una supuesta libertad”.

Hoy el discurso del neo-progresismo (izquierda-derechizada, acomodada) es que el neoliberalismo está acabando con los pueblos. Mientras que la postura del neo-revisionismo (derecha-nacionalista, oportunista), insiste en el discurso aniquilador contra el progresismo.

Sostengo que ambos mantienen un discurso de odio tratando de ser lo más mortífero que puedan con el fin de que los de clase social media hacia abajo, nos destruyamos con nuestra propias manos, arropados con las desgracias que ellos mismos (los hegemónicos) avivan.

Pudiera parecer un factor menor o muy rebuscado, pero han entrado por todas las vías posibles, tanto físicas como mentales, y las mentales han sido su mejor campo de batalla en una supuesta “Misión Imposible”. ¿Le suena? Continúa.

América Latina y Netflix alianza redituable

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Diversas producciones originales de Netflix, estrenadas durante el 2019,tuvieron como locaciones ciudades de Latinoamérica.

Cartagena, Tequila y el desierto de Atacama son tres de las ciudades de América Latina donde se rodaron varias producciones televisivas de la empresa especializada en distribución de contenidos digitales, Netflix.

La BBC documentó las 10 metrópolis cuyas calles formaron parte de las historias narradas en la pantalla chica.

1. “Siempre bruja” – Cartagena, Colombia

¿Qué mejor lugar que Cartagena para ser el escenario de una historia de una bruja del siglo XVII que viaja en el tiempo?

La famosa ciudad colombiana, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, muestra una historia llena de misticismo y artes oscuras.

La segunda temporada de “Siempre bruja”, que se estrena a finales de diciembre, se filmó también en otras ciudades de Colombia, como Bogotá y Honda.

2. “Monarca” – Tequila (Jalisco), México

Tequila, uno de los pueblos mágicos de México, es uno de los escenarios naturales de la serie mexicana “Monarca”, que narra la batalla entre tres hermanos por liderar un imperio empresarial basado en el tequila.

Los campos de agave, planta de la que se elabora el mezcal y el tequila, las históricas haciendas del siglo XVII y el centro histórico de la ciudad son algunos de los lugares que de la región que se conocen en el mundo a través de la serie.

3. “Frontera verde” – Leticia (Amazonas), Colombia

La serie colombiana “Frontera verde” se filmó en más de 50 diferentes lugares por los que pasa el río Amazonas, incluyendo la ciudad de Leticia y el pueblo de Tarapacá.

La serie contó con el apoyo de un equipo de producción de 150 personas, de las cuales 30 eran locales de la comunidad del Amazonas.

La selva tropical también hizo su aparición en otra serie de Netflix de este año: en la segunda temporada de Chef’s Table bajo la sazón del chef Alex Atala.

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4. “Nuestro planeta” – Paracas, Perú

La ciudad costera peruana de Paracas, a unos 260 kilómetros de la capital Lima, es hogar de lobos marinos, pingüinos de Humboldt, delfines y flamencos.

Paracas hace su aparición en la serie documental “Nuestro planeta”, que se centra en la diversidad de hábitats en el mundo.

Esta ciudad es también un destino turístico con un clima privilegiado ya que cuenta con sol casi todo el año.

La realización de Nuestro Planeta tomó cerca de cuatro años, con un equipo de 600 personas.

5. “Apache” – Fuerte Apache, Argentina

El barrio de Buenos Aires donde creció el famoso jugador argentino del Boca Juniors Carlos Tévez es una de las principales locaciones de la serie “Apache”.

La historia retrata la vida del futbolista incluyendo sus primeros pasos en el club de fútbol.

La filmación de “Apache” duró 5 meses e incluyó a más de 100 extras, originarios de ese barrio.

6. “Las crónicas del taco” – Sonora, México

Hablar del taco de carne asada es hablar de Sonora, uno de los estados más grandes de México.

El cuarto episodio de “Las crónicas del taco” nos cuenta la historia de este platillo que representa a los mexicanos en el mundo, mientras ofrece un recorrido por comunidades como Matape y ciudades como Hermosillo.

De acuerdo a los expertos, Sonora es uno de los lugares en donde se hace la mejor carne asada para los tacos.

7. “El elegido” – Natividade (Tocantins), Brasil

La misteriosa aldea Aguazul de la serie brasileña “El elegido” es en realidad Natividade, un municipio en el estado de Tocantins, en Brasil.

La arquitectura colonial, festivales, folklore y comida de este sitio se vuelven un personaje más de esta producción.

Natividade fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987, por lo que Netflix trabajó de la mano del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (IPHAN) para asegurar la preservación apropiada de los monumentos históricos que aparecen en la serie.

Además, “El elegido” fue una fuente de empleo para los locales: la totalidad de los extras que aparecen en la serie son ciudadanos brasileños.

8. “Sintonía” – Jaguaré (Sao Paulo), Brasil

La favela Jaguaré Slam en Sao Paulo, Brasil es uno de los lugares que aparecen en la serie “Sintonía”, historia que explora el universo de la música, el crimen y la religión en Sao Paulo desde la perspectiva de tres jóvenes que crecieron juntos.

Esta locación pocas veces es usada en producciones, generalmente se retratan las favelas de Río de Janeiro.

9. “Lorena, la de pies ligeros” – Chihuahua, México

Entre los escenarios que muestra el documental se encuentra Guachochi, conocida como la capital de los rarámuris o tarahumaras, una comunidad indígena en Chihuahua, en el norte de México.

Y la casa de Lorena se encuentra a tres horas de la capital. El lugar es conocido como “El hormiguero”, y para llegar hay que cruzar ríos, cañadas y la impresionante barranca Sinforosa: un paraje hermoso alejado de todo y de todos.

10. “Nuestro planeta” – El desierto de Atacama, Chile

A 4.000 metros de altura, en el altiplano andino, el lugar más árido de la Tierra hace su aparición también en la serie documental “Nuestro planeta”.

Se trata de una zona abundante en energía, gracias a sus acogedoras culturas ancestrales que se conservan en pequeños poblados en medio de escenarios extremos.

Además del desierto de Atacama, 14 locaciones de América Latina aparecen en la serie, entre ellas: el Parque Nacional Bahía de Loreto (México), La Macarena (Colombia) y el Parque Nacional Nahuel Huapi (Argentina).