Viacrucis Migrante busca diálogo, no confrontación

El Viacrucis no tiene una actitud “confrontativa”, sino que se busca el diálogo con las autoridades para pronunciarse contra el Plan de la Frontera Sur, que criminaliza a los migrantes, los detiene y los deporta sin tener acceso a la ayuda consular o representación legal.

Ciudad de México (elsemanario.com).- El día de ayer, al reiniciar su camino hacia el Distrito Federal, el grupo de migrantes centroamericanos que se encontraban varados fueron nuevamente acosados pese a las recomendaciones emitidas por las comisiones al cargo de los derechos humanos. Un contingente de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Migración intentaba detenerlos. Razón por la que los pueblos del istmo se sumaron al movimiento e hicieron una cadena humana con el propósito de permitir su caravana.

Pero a pesar de toda la movilización por parte de las autoridades que ha despertado este trajinar, el Viacrucis no tiene una actitud “confrontativa”, sino que se busca el diálogo con las autoridades y “pronunciarnos en contra del Plan de la Frontera Sur”, que criminaliza a los migrantes, los detiene y los deporta sin tener acceso a la ayuda consular o representación legal. Así lo mencionó en entrevista para elsemanario.com, Julio Campos Cubías, coordinador general del Colectivo Migrantes LGBT, una de las organizaciones que, en coordinación con Pueblo Sin Fronteras Centroamérica, organizan este viacrucis.

Pero, ¿de qué va el Plan Frontera Sur y por qué oponerse a él?

Según el activista a favor de los derechos de los migrantes, este plan tiene como objetivo militarizar la frontera y poner más controles migratorios. Desde Tapachula hasta la ciudad de México son 17 retenes, menciona Julio Campos.

También nos dice que lo que se busca es endurecer las políticas migratorias para que no haya tanto acceso y las personas puedan regularizarse en México. Por ello, las personas que vienen de Centroamérica utilizan vías alternas para poder pasar. Al llegar se encuentran con el crimen organizado, son asaltados, violados y violadas; y quienes usan el tren, son mutilados.

El Plan Frontera Sur no respeta los derechos de libre tránsito y tampoco tiene un plan de acción para personas que han sido víctimas de delito, mas que la deportación, reitera Campos.

El día de ayer, volvió a parar la caravana debido al cerco policial, a pesar de todas las recomendaciones emitidas por los que se encargan de salvaguardar los derechos humanos.

Campos Cubías, menciona que Ardelio Vargas, Comisionado del Instituto Nacional de Migración le dijo al padre Solalinde que no permitiría pasar una caravana más. “Ardelio quiere”, menciona el activista, detener a las personas y llevarlas a una estación migratoria y ver quienes son candidatos para regularizarse. “Pero las personas que no sean candidatas”, que serían la mayoría, refiere, “van a ser deportadas”.

Narra que desde el jueves pasado que se instaló el reten policiaco han buscado los medios para poder trasladar a esas personas hasta la ciudad. “Amnistia Internacional ha intervenido”, la CNDH, la Comisión de Derechos Humanos del DF, pero a pesar de ello, no han obtenido ningún fruto. Menciona que la empresa que había sido contratada para realizar el traslado fue amenazada “de tráfico de personas si tratan de movilizar” al grupo que debió llegar al DF desde hace unos días.

“Se trasladaron con dirección a Juchitán pero la presión de la policía y del INM en esa zona es muy fuerte y la gente tiene miedo”, por lo que, hasta el día de ayer, se encontraban resguardados en una iglesia.

Quiénes son candidatos para “regularizarse” y bajo qué protocolo.

Son las personas que huyen de sus países debido a la persecución de pandillas, del Estado, que han sido víctimas de delito y no pueden seguir viviendo en sus comunidades; “eso es en cuanto refugio”, refiere el activista.

En lo que tiene que ver con las visas humanitarias, son candidatos las víctimas de delito en territorio mexicano. Y aunque hombres y mujeres ponen su denuncia por estos actos, no son escuchados por migración, comenta Julio Campos.

Pareciera que hay tintes discriminatorios y estigmatizantes en torno a lo mencionado por el coordinador de la AC, de hecho, menciona que “normalmente nosotros somos tratados con xenofobia por migración”. Esto responde a una actitud represora de Ardelio Vargas y a una política de no permitir el libre tránsito, “pero por todo el Estado mexicano”, argumenta el activista, quien también pasó por estos atropellos.

“México está respondiendo a un requerimiento de los Estados Unidos de no dejar pasar migrantes para que no puedan llegar hacia los Estados Unidos y puedan mejorar su calidad de vida”, dice; y agrega que es una respuesta política entre gobiernos, sin medida de Derechos Humanos. Argumenta que hay una especie de acuerdo entre México y el país del norte para reprimir la migración, “por eso se crea este Plan de la Frontera Sur”, porque el año pasado, en el viacrucis anterior, México recibió una amonestación, del gobierno de EU al presidente Peña “porque era imposible que se dejará pasar a tantas personas que llegarán a Estados Unidos”. Opina que nuestro país no debería responder a estos requerimientos ya que nosotros somos un territorio que expulsa personas hacia allá, y “quienes envían las remesas, sostienen la economía en este país”, subraya Campos.

El padre Solalinde mencionaba el día de ayer que cuando lleguen al DF denunciarán todo este tipo de atropello, mismo por lo que no se les permite el paso.

Además, pedía estar alertas ante cualquier tipo de represión.

Con ello, Solalinde simplemente se refería a que se visibilicen estas arbitrariedades. “No quieren que se visibilice la guerra psicológica” en contra de los migrantes, finaliza Julio Campos.

Por Alberto Cedeño.

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