Terminar vendidos, ir a un albergue, ser abandonados o incluso sacrificados, es el posible futuro de los miles de animales que hasta ayer formaban parte de algún espectáculo de circo y, por la ley que entre en vigor este miércoles, se desconoce con certeza cuál será su destino.
Ciudad de México (elsemanario.com).- A partir de este miércoles los circos del país no podrán presentar espectáculos que incluyan a animales silvestres, esto por la entrada en vigor de la Ley General de Vida Silvestre y a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Sin embargo, empresarios circenses denuncian que no cuentan con opciones suficientes o viables para la reubicación de los ejemplares.
El gremio denuncia que podrían realizar “ventas de pánico” de miles de animales considerados como salvajes, entre ellos elefantes, tigres, leones, jirafas, entre otras especies, puesto que no pueden conservarlos.
Señalan que tampoco hay un lugar da dónde poder llevar a estos ejemplares por lo que, de no recibir ayuda o encontrar una solución, van a “tener que dormirlos”, argumentan que no tienen otra opción pues no quieren ser acreedores a una multa (alrededor de 700 mil pesos) por violar la disposición. Esto sin considerar que unos 70 circos han quedado en quiebra provocando la pérdida de al menos dos mil empleos.
En teoría, los circos deberán entregar una lista de sus animales a la Semarnat, que a su vez la pondrá a disposición de los zoológicos del país para que éstos estén en posibilidades de seleccionar a los ejemplares que sean susceptibles de ser integrados a sus colecciones –así dice la ley–.
Agrega que los animales que no sean recibidos en zoos, podrán ser entregados a los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre, de la propia Secretaría. El problema es, que los empresarios del gremio sostienen que no cuentan
En tanto, la Profepa señaló que vigilará al cumplimiento de las reformas a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y la Ley General de Vida Silvestre, que entran en vigor este 8 de julio. Además, informó que cuenta con seis refugios en todo el país para recibir a los animales que no puedan conservar los cirqueros. La pregunta sería, ¿tiene la capacidad para todos?
Ayer, Nayarit se sumó a la lista de estados del país en establecer la prohibición el uso de animales silvestres en espectáculos circenses. Las otras entidades que tienen una ley similar son: Distrito Federal, Querétaro, Morelos, Colima, Guerrero, Sonora, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla, Zacatecas y Chiapas.
A decir de las autoridades, no debe haber conflicto por el destino que tendrán los animales, pues a consideración de legisladores del Partido Verde hay más de 12 mil sitios entre Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, Predios Intensivos de Manejo de la Vida Silvestre, centros de conservación y zoológicos.
El problema es que no se estableció una vinculación entre los cirqueros y estos espacios, acaso se preguntaron si estos espacios (si es que existe tal cantidad) tienen las instalaciones y condiciones adecuadas para albergar o dar asilo a estos seres, o si quieren recibirlos. Al no haber una certeza de ellos, el su destino sigue siendo incierto.
Los empresarios circenses deben cambiar sus shows, sacar a sus elefantes, leones, tigres, caballos, camellos o cualquier otro ser vivo que participa en un espectáculo en contra de su voluntad. Pero legislar una ley que, según los que la redactaron, busca proteger a los animales, debería también tipificar de manera muy, pero muy clara, el destino de esos seres vivos. No se puede dejar la responsabilidad a sus dueños que muchas veces no tienen recursos para mantenerlos.
Qué sentiría cualquier persona si un payaso lo picoteara con una lanza, o un “entrenador” la deje como alfiletero, ser “educado” con arpones clavados en su lomo, todo para hacerlos correr y dar vueltas hasta el cansancio, azuzándolos para hacer reverencias o acrobacias que ponen en riesgo su vida. Esa no es vida digna para ningún ser vivo.
Por I. Nava