El ambulantaje en la Ciudad de México se ha convertido en un problema que se puede abordar desde al menos tres perspectivas: una de ellas tiene que ver con el crecimiento desmedido que ha tenido el mismo; otra perspectiva se enfoca en analizar por qué ha crecido este problema; la tercera, tiene que enfocarse en cómo resolver un problema que más bien, en muchos casos, es una actividad económica que permite subsistir ante una realidad que no genera empleos formales.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Para muchos, el ambulantaje es un problema que crece diariamente en la capital del país. Hay vendedores ambulantes en los paraderos del transporte público, a las entradas de cualquier estación del metro, dentro del metro, arriba de los autobuses de transporte; afuera de las oficinas, de los hospitales públicos, de las escuelas; en las plazas, y en general, en las calles y avenidas más transitadas del DF.
Para otros muchos, el ambulantaje es una forma de vida y de ganarse el sustento ante la precaria situación económica, consecuencia de la falta de empleo bien remunerado o en general, de empleos.
Unos más verán, en el ambulantaje “el conformismo” y “el quererse ganar la vida fácil”; este es uno de los discursos más reproducidos en torno a un problema que obedece justamente a la precarización del empleo, no sólo en la ciudad, sino en el país.
Para otros más, el ambulantaje es uno de los oficios más antiguos desde la fundación misma de México-Tenochtitlan. Lo cierto es que es un tema actual y cotidiano en nuestra ciudad.
Se habla de las mafias que hay dentro del Metro (por ejemplo) que controlan a todos los vendedores; lo cual no se niega; pero, ¿qué sucede con toda aquella gente que realmente busca en este negocio una manera de subsistir ante la crisis actual que golpea al país?
Una de las zonas con más presencia de “comercio informal” es el Centro de la Ciudad de México; enclavado en la delegación Cuauhtémoc. Recientemente, vecinos han denunciado un desbordamiento de comerciantes ambulantes en Isabel la Católica, San Jerónimo e Izazaga.
Ante esta situación, Patricia Mercado, actual Secretaria de Gobierno local, ha destacado en días anteriores el inicio de operativos que irán en contra de esta actividad. Sobre todo, contra los llamados “toreros” (aquellos vendedores que colocan su mercancía sobre bolsas plástico en las banquetas y que literalmente torean a la autoridad cuando aparece) en el perímetro A del centro histórico. Sin embargo, estos últimos tendrán la opción de incorporarse a alguna de las 45 plazas que serán reactivadas con este fin.
Actualmente, la delegación con mayor presencia de ambulantaje está bajo control de Morena. Ricardo Monreal es el delegado electo y se ha caracterizado por mantenerse abierto ante la ciudadanía que requiera de atención. Ejemplo de ello, es la actividad que comenzó a las afueras del edificio delegacional en Cuauhtémoc, atendiendo ciudadanos en su “mesita”; ¿qué podrá ofrecernos el jefe delegacional electo en el tema de los comerciantes informales del primer cuadro de la ciudad de México?
Una más, la semana pasada un par de policías intentaron arrestar a un vendedor de merengues en la capital del país; acto seguido, los vecinos del lugar defendieron al vendedor de los policías. ¿Ve los contrastes que tiene un tema como este y la importancia que el mismo tiene para la vida de la Ciudad de México?
Por Alberto Cedeño.