Dentro del Decálogo presentado por el presidente Enrique Peña Nieto, la austeridad es una de las medidas planteadas por la presión de una economía internacional volátil. ¿Cómo se ejecutará?
Ciudad de México.- El entorno económico en el mundo ha motivado a que el Gobierno Federal ajuste el presupuesto de gasto bajo un concepto de austeridad, tal como lo adelantó el presidente Enrique Peña Nieto en su Tercer Informe de Gobierno y posteriormente lo confirmaron órganos como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), políticos y el propio secretario de Hacienda, Luis Videgaray, durante la entrega del Presupuesto de Egresos 2016.
En su Tercer Informe de Gobierno, el presidente Peña Nieto aseguró que ante el actual entorno económico, tocaba al Gobierno Federal “apretarse el cinturón”, hacer más con menos, tener inversiones dirigidas en temas sustantivos y ahorros a partir de optimizar inversiones en cada una de las dependencias federales.
Posteriormente, el secretario de Hacienda volvió a repetir el concepto de “ajuste de cinturón” al referir, durante la entrega del Presupuesto de Egresos 2016 en San Lázaro, que se trataba de un paquete responsable, pues disminuye las necesidades de endeudamiento y los ingresos excedentes fueron para la disminución de deuda y no para más gasto público.
Ante la caída del petróleo, causado por la economía externa, Videgaray reiteró la necesidad de cumplir con la austeridad planteada por Peña Nieto, descartando más impuestos o endeudamiento adicional y buscando evaluar programas y proyectos de inversión.
Hoy la ciudadanía, las familias mexicanas ven con enorme preocupación en las noticias (…) que cae el precio del petróleo, que aumenta el dólar con respecto a nuestra moneda, que hay incertidumbre en los mercados financieros internacionales. Esa es una realidad que se basa en lo que está ocurriendo fuera del mundo, en un mundo que hoy representa un reto muy importante y que preocupa a las familias mexicanas y ocupa al Gobierno de la República”.
Posteriormente, el funcionario federal volvió a confirmar que las circunstancias no sólo en la economía internacional, también en la nacional, exigían replantear el gasto.
Para cumplir con la austeridad planteada dentro del Decálogo del presidente Peña Nieto, Videgaray confirmó que el Presupuesto 2016 obliga a la administración pública federal a convertirse en un gobierno menos costoso y más eficiente.
Recordemos que los ajustes plantearon reducciones a los recursos en materia de servicios personales y gasto operativo, por lo que se enfocó toda la contribución “a las necesidades de la gente”, gracias, dijo el secretario de Hacienda, a este adelgazamiento de la estructura administrativa del gobierno.
Entre dichos ajustes se tiene previsto un recorte de servidores públicos, sin embargo, Jonathan Heath, doctor en Economía y consultor en la materia, asegura que no queda claro cuáles son los funcionarios que van a despedir, pues si bien “sí se puede gastar menos y bastante mejor“, hay gran cantidad de funcionarios que sobran y recortándolos, advierte, incluso aumentaría el Producto Interno Bruto (PIB) y claramente se ahorrarían recursos.
Hay otros funcionarios públicos, cuyo empleo es importante y habría que pensar en consolarlos”,
En entrevista con El Semanario, reconoció que todo el recorte que viene de servidores públicos, está enfocado en los que se encuentran trabajando por honorarios.
En cuanto a austeridad, Heath advierte que el gobierno tiene que ser muy cuidado en el camino del déficit fiscal y el crecimiento económico, pues el primero se encuentra elevado, “hay que irlo reduciendo”, mientras que el crecimiento económico ha sido bastante bajo y necesita el apoyo de políticas públicas para fomentarlo, “pero estas dos cosas van en dirección contraria”.
“El gobierno dijo que iba a gastar menos, pero no se ve que vaya a gastar mejor”, asegura Heath, al tiempo en que advierte que el camino a un mayor crecimiento está en tela de juicio y, critica, muchas de las políticas públicas para reducir la pobreza no han dado resultados y ahora, ante la necesidad de recortar el gasto, “estas dos metas se ven en tela juicio”.
Políticos también confirman presiones en austeridad
Políticos como el líder de la Bancada del PRI en San Lázaro, César Camacho, confirmaron que la situación de las finanzas públicas y privadas del país, motivaron ajustes en el gasto federal. El diputado apuntó:
“A mí me parece que las medidas son hasta didácticas, el Decálogo que nunca falla”, dijo al referirse a puntos como la austeridad, del que asegura, responde a la obviedad de que el país no está en su mejor momento de finanzas públicas y privadas.
Los diputados tendremos la grave de responsabilidad de administrar la escasez y asignar recursos a las prioridades dentro de las prioridades: salud, educación, infraestructura y, obviamente, el crecimiento económico”.
Para el Consejo Coordinador Empresarial, también ha sido el entorno de inestabilidad y factores como inversión y empleo, los que han colocado al mercado interno en la necesidad de ser reactivadas bajo principios de austeridad.
En este tenor, los industriales también reconocen que, pese a las restricciones que impone la inestabilidad en la economía mundial, el Paquete Económico se presentó como una estrategia ante los desafíos económicos y sociales del próximo año.
Debido a esto, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega, reconoció que temas como el Presupuesto de Egresos está acompañado de un claro esfuerzo de austeridad y productividad en el empleo de los recursos presupuestales, así como en la operación del sector público.
Claves de la austeridad
Con la presentación del Presupuesto de Egresos 2016 y los ajustes planteados en la reducción de los gastos que efectuará el Gobierno Federal, se busca cumplir a manera de inicio con la medida de austeridad contemplada dentro del Decálogo anunciado en el pasado Informe de Gobierno.
De esta forma, a decir del secretario de Hacienda, dentro de la austeridad se destaca:
- Será una decisión del Congreso de la Unión, las modificaciones o no realizadas al marco tributario.
- No se propondrán nuevos impuestos.
- Se reducen, de maner relevante, las partidas de gasto con las cuales las Secretarías deberían de operar desde el primer día, por ejemplo; la variación en materiales y útiles de oficina, es de un 46%.
- En el arrendamiento de edificios y locales se propuso una disminución del 13%.
- Reducción en gastos de vestuario y uniformes de 14%.
- Rebaja en la en subcontratación de servicios con terceros, por mil 500 millones de pesos, lo que representa una disminución de 22%.
- En servicio de energía eléctrica, la reducción en su gasto obligará al Gobierno Federal a ser más eficiente en el consumo de energía eléctrica, con una disminución del 21%.
Por Octavio N. Cervantes.