El martes 13 es un día que mucha gente teme y hoy martes 13 de septiembre no será la excepción, pero no todos saben el origen del mal de éste día.
El trece por naturalidad siempre ha sido asociado con la mala suerte, tendencias que se han heredado desde la época de los persas, siendo así que incluso existe una fobia específica a quienes temen a este número llamada triscaidecafobia, a ello se suman incluso las empresas quienes no ponen un piso trece en sus edificios o no existe una fila 13 en los aviones.
En tanto el martes 13 es un día especifico del calendario en que supuestamente ocurren cosas malas, por ello el viejo proverbio “En martes 13, ni te cases ni embarques, ni de tu casa te apartes”, pero ¿Por qué tememos al martes 13 o en todo caso al 13 mismo?
El origen es simple, en muchos países de Latinoamérica, incluido México se tiene al 13 asociado con distintas connotaciones históricas, empezando como la idea de que el martes es relacionado expresamente con el Dios de la Guerra Marte, que implica hablar de agresividad y maldad.
Si ello le sumamos que, por las mismas regiones, asociamos a que la creencia católica establece que trece eran los comensales en la última cena y el treceavo personaje resulta ser Judas Iscariote, o también que en el capítulo 13 del Apocalipsis, se habla del anticristo y la Bestia. Además, la carta 13 del tarot representa a la muerte, ello supone un miedo a dicho número.
En otros datos históricos, fue un martes trece cuando en el proceso de la construcción de la Torre de Babel, que pretendía alcanzar “el reino de los cielos”, se dio la ya tan conocida “confusión de las lenguas”, donde todos los idiomas tuvieron origen y por ende las personas no se podían entender entre ellos y la torre nunca vio su fin.
En tanto, un poco más adelante, en tiempos de los templarios y la Santa Inquisición en Europa, se originó la orden que establecía acabar con dicha organización militar bélica, condenando a todos los caballeros templarios de paganos y herejes, aunque esto realmente sucedió un viernes trece, haciendo que los anglosajones nos hagan temer a otro día más.
A todo lo anterior cabe atribuir que, no solo tememos al martes 13 o al número como tal, sino que las personas solemos adjudicar a números, cosas o hechos como que son de mala suerte, mitos, que al fin y al cabo se han ido heredado entre la población; un ejemplo de ellos se muestra a continuación:
- No derramar la sal en la mesa y si se hace, tomar un poco de la derramada y tirarla de tras del hombro. Otro ejemplo con la sal es no pasar la sal de mano en mano, ya que ello propicia discusión entre quienes se tocan por medio de este condimento.
- No tener flores hortensias en casa si es que se tiene una hija, ya que ello generaría que la mujer nunca llegue al altar.
- No pisar una coladera pública.
- No pasar debajo de una escalera.
- No cruzarse con un gato negro.
- No barrer la casa durante la noche.
- Abrir un paraguas en lugares cerrados.
- No romper un espejo, porque se tendrán siete años de mala suerte.
- El novio no debe ver a su prometida hasta el momento de llegar al altar.
- Poner el pan boca abajo ya que se cree es una ofensa al cuerpo de Cristo, por ello se supone que traerá mala suerte.
- La teoría que he encontrado explica que el vino es el fruto del trabajo del hombre y que el agua se obtiene sin ningún tipo de esfuerzo. Por eso brindar con agua significará que tú no eres parte del esfuerzo colectivo, lo que podría resultar en que seas expulsado de un equipo.
Pero ¿Qué puedo hacer para contrarrestar mi mala suerte?
El mundo se trata de balance, según establece el taoísmo en el yin y el yan, por ello si existe un día de mala suerte también existen cosas que traigan o den buena suerte.
Estas mismas, al igual que el martes 13, son mitos urbanos que se han propagado por todas aquellas personas supersticiosas, quienes aseguran les han funcionado, entre ellas se encuentran:
- Cruza los dedos cuando quieres que algo salga bien.
- Toca madera cuando quieres que algo bueno pase.
- Pide un deseo cuando veas pasar un cometa o estrella fugaz.
- Ten siempre cerca de ti un trébol de cuatro hojas.
- Si vas caminando por la calle y ves una moneda tirada con la cara arriba, levántala y guárdala contigo.
- No te rasques las manos si sientes comezón, ya que ello hará que recibas dinero próximamente.
- Si te pegas en el codo no te sobes ya que es de buena suerte.
- Sopla un diente de león y pide un deseo.
Finalmente la buena o mala suerte depende de uno mismo, lo importante es saber que en la vida pasan cosas buenas y malas y no siempre tiene que ver con un día en específico, por ello el pensamiento positivo es una de las mejores herramientas para tener suerte.
