Durante años ha existido la creencia que tronarse los dedos produce serios problemas a la salud. Recientemente los científicos han aclarado si es bueno o malo está práctica
Muchas personas suelen tronarse los dedos, algunos de forma más frecuente que otros. Algunas personas consideran que es una forma de aliviar la tensión ademas de que ayuda a relajar los dedos cuando estos no tienen mucho movimiento.
De acuerdo con algunos datos, entre el 25 y 54% de las personas suelen tronarse los dedos, siendo hombres en su mayoría.
A parte de que el ruido es molesto para algunas personas, se ha considerado que el tronarse los dedos produce artritis y daña las articulaciones.
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En algunos estudios, se observó que las personas que se tronaban los dedos de manera constante presentaban más desgaste en sus articulaciones.
Aunque estos resultados no se pueden generalizar, ya que Donald Unger, científico reconocido, realizó un estudio en sí mismo; por 60 años tronó los dedos de su mano izquierda, pero no lo hizo con la derecha, y el resultado fue que no sufría de artritis en ninguna de las dos manos.
Según los especialistas el tronarse los dedos no produce artritis, pero si podría incrementar los efectos a personas que presentan algún síntoma o que están predispuestos.
El Instituto Mexicano del Seguro Social informó que uno de los problemas asociados al tronarse los dedos de manera compulsiva es la deformación de los huesos de la mano.
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El doctor Mariano de Jesús Virgen de León, traumatólogo del Hospital General de Reynosa, informó que la tensión generada al tronarse las manos constántemente puede terminar causando que se derrame el líquido sinovial, el encargado de evitar que los huesos se rocen, lo que generaría dolor en los huesos y podría hacer que se pierda movilidad.
Otros estudios han demostrado que este habito podría reducir la fuerza de la mano. Un estudio hecho a más de 300 personas en Estados Unidos demostró que las personas que tenían la costumbre de tronarse los dedos tenían un agarre más débil que quienes no. Además, el 84 por ciento de los estudiados presentaban señales de hinchazón en las manos, situación que no se observó en quienes no tienen arraigada la costumbre.
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Pese a que no ha habido una investigación que revele un claro efecto negativo de tronarse los dedos, especialistas recomiendan evitar en lo posible el hábito, además de realizar ejercicios constantes para evitar cualquier daño.