Se pronostica que una de cada ocho mexicanas padecerá del cáncer de mama, el cual es uno de los males más mortales a nivel mundial.
El cáncer de mama es uno de los padecimientos de mayor incidencia a nivel mundial, y de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se detectan 1,38 millones de casos nuevos y fallecen 458 mil personas por esta causa. Desafortunadamente, México no es la excepción, y de las 61 millones de mujeres que habitan el país, 7,6 millones están en riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, según los cálculos más recientes.
Este tipo de cáncer se origina en el tejido mamario, y aunque no existe una causa directa para padecerlo, se han identificado factores que combinados con variables ambientales y genéticas contribuyen a su aparición. Entre estos se destacan la obesidad; el tabaquismo; el consumo de alcohol; la toma de hormonas exógenas; y la exposición prolongada a estrógenos endógenos. También hay factores protectores como el ejercicio, dieta balanceada con baja ingesta de proteína animal, y lactancia materna, informa Noticieros Televisa.
La detección tardía complica el tratamiento
Cynthia Villarreal, directora de la Oncología Clínica del Centro de Cáncer de Mama del Hospital Zambrano Hellion e investigadora del Instituto Nacional de Cancerología, explicó que el 70 por ciento de las pacientes que son diagnosticadas ya se encuentran en etapas avanzadas del cáncer al detectarlo, lo cual hace que enfrenten la enfermedad con dolor y una baja expectativa de sobrevida.
Según Milenio, existen dos causas asociadas que hacen que este mal avance: la primera siendo el retraso del diagnóstico, lo que lleva a la segunda causa, atraso del inicio del tratamiento oportuno. Villarreal afirmó que “por cada mes de retraso por parte del paciente en buscar atención médica se incrementa 1,8 por ciento la posibilidad de presentar una etapa avanzada de la enfermedad”.
Actualmente la ciencia y medicina han desarrollado tratamientos innovadores que ofrecen mejor calidad de vida y un mayor tiempo de supervivencia, agrega Milenio.
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Es también importante determinar el tipo de cáncer de mama para determinar el enfoque y tratamiento más eficaz, debido a que identificar las características biológicas particulares de este han permitido el desarrollo de terapias dirigidas y calcular el pronóstico y manejo clínico para las pacientes.
Al día de hoy se tienen tres subtipos de cáncer de mama identificados, los cuales se definen por la presencia o ausencia de tres receptores que se encuentran en la superficie de las células, estos son: hormonales positivos (estrógenos y progesterona), receptor-2 del factor de crecimiento epidérmico (proteína HER2) o la ausencia de los anteriores.
La autoexploración es una importante medida de detección
En nuestro país se deben contemplar tres medidas de detección del cáncer de mama: la autoexploración, el examen clínico de las mamas y la mastografía. La autoexploración se debe realizar a partir de los veinte años de edad, el examen clínico a partir de los veinticinco y la mastografía de los cuarenta a los sesenta y nueve años, cada dos años. La mastografía no se recomienda en mujeres menores de cuarenta años, y en las que tiene setenta o más se debe realizar solamente bajo indicación médica.