El pan de dulce cuesta más del ocho por ciento estipulado en el Impuesto Especial de Productos y Servicios. Aumentos en el gas, electricidad e insumos como el chocolate han servido para detonar el precio de un producto cuyo consumo no baja, por el contrario, detonó la proliferación de expendios y panaderías ambulantes.
Ciudad de México.- El precio del pan de dulce tiene un aumento de hasta 15 por ciento en su precio, a pesar de que el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios aplicado al producto, estipula únicamente un incremento de ocho por ciento.
Sin embargo, al costo de la pieza del pan hay que sumar incrementos en insumos como el chocolate, harinas preparadas, mermeladas, gas, transporte, tarifa eléctrica, elementos que han hecho que las piezas de pan dulce, incluso alcancen un incremento del 18% como sucede en panaderías que han elevado en un peso las tarifas de cada una de sus piezas de pan dulce.
Ante estas cifras, Erick Navarrete Aguilar presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México anunció que los agremiados a la Cámara están acudiendo a juzgados en el Distrito Federal para ampararse ante el IEPS, con lo que buscan hacer frente a los daños causados en la industria panificadora establecida y que se refleja en la caída del consumo de pan de dulce en 15 por ciento.
“En todas las panaderías se dio el aumento (de un peso), (pese a que) el incremento es del ocho por ciento, en casi en todas las panaderías fue más del ocho por ciento (el incremento en el precio) y por un tema de fracción, porque al final si uno trae un precio de cuatro pesos, cinco pesos, la fracción te queda con unos centavos que incluso ya no existen, es imposible dar los cambios y se hizo entonces el redondeo, por lo que el aumento osciló entre el nueve y el 15 por ciento”, explicó Navarrete en entrevista a elsemanario.com.
-¿El precio del pan de dulce también se ha visto afectado por incrementos en los insumos que se usan para su fabricación?
-En el chocolate, por ejemplo, ha habido dos incrementos que suman arriba de un doce por ciento; (también se ha afectado por el incremento) en algunas mermeladas, harinas preparadas entre un diez y doce por ciento, básicamente en estos productos es donde se dio el aumento. Por supuesto los que ya tenemos como el gasolinazo y el gas, también aumentaron fuertemente y la luz que ha estado fluctuando sus precios que pasan directamente a los costos de las panaderías.
Las ganancias de las panaderías rondan entre el 15 y 18 por ciento de sus ventas.
-Ante estos aumentos, ¿con qué porcentaje sobre las ganancias se queda para una panadería?
-Esto depende de las zonas. En la parte norte el costo de transporte de las materias primas es muy alto, entonces llegar a esta área con los insumos, hace que se registren precios diferenciados con respecto al centro del país, lo que genera menos utilidades, porque la competencia sigue siendo la misma.
“Desafortunadamente estas medidas de impuestos aplicadas a productos es difícil controlarlos, y se presta mucho a la ilegalidad, al menos en las ciudades se han incrementado los expendios de pan en la calle, lo que es un problema para la salud, porque se está vendiendo un producto de calidad dudosa, en donde por un tema de impuestos y economía se vende más barato al que se vende en panaderías”, advierte Navarrete.
Con este panorama como escenario, Navarrete reconoce que existen graves omisiones desde el gobierno federal hasta las administraciones locales, porque por un lado el tema de vender en vía pública debe estar regulado y la Secretaría de Salud, que debería sancionar a estas personas (no lo hacen porque) como son negocios que ante la autoridad no existen, son 100% ilegales, no hay forma de controlarlos, no hay padrón o papeles que certifiquen que ese producto se elabora higiénicamente y con calidad, lamenta Navarrete.
-¿Cómo va la medida con la que panificadores han buscado hornear productos reducidos en azúcar o qué alternativas han encontrado en la elaboración de sus productos?
-Se está buscando la forma porque reducirle el azúcar al pan no es tan fácil, porque en el pan, lejos de ser saborizante, es un alimento para las levaduras que hace que panifique, que se vea estético, le da sus aromas característicos, su color, sabor; entonces si uno reduce el azúcar en el pan, la levadura no puede hacer este trabajo y le pega a la parte sensitiva del pan, se hace un producto magro, con menos sabor, color, es pálido, se mata mucho el gusto hacia la vista, lo cual hace que reduzcan todavía más las ventas.
“Desde hace muchos años, el gobierno ha tenido una preocupación por la nutrición, sobre todo con las partes rurales. Se encontraban en un estado de anemia muchos de los niños por la falta de minerales y vitaminas esenciales para la vida, por lo que se decidió a través de un vehículo para el suministro de estos elementos, enriquecer las harinas con las cuales se elaboraban las tortillas y el pan. Entonces las harinas que usamos en México son harinas enriquecidas para poder contribuir con la nutrición de los niños, a parte, cuando uno elabora un pan de dulce que no únicamente es azúcar, son harinas que son carbohidratos y provienen de los cereales donde tenemos fibra, proteína a través del huevo, leche y otros productos que se agregan. Tiene fruta, azúcar y tiene grasas buenas a través de las margarinas y mantequillas que se utilizan”.
Por Octavio N. Cervantes.