Despilfarro de fondos públicos ¿cómo afecta a los mexicanos?

Estelas que no brillan, trenes inservibles, carreteras peligrosas; son sólo algunas de las más costosas construcciones que se han financiado con el dinero de los mexicanos.

La mala práctica de las autoridades, las concesiones a constructoras con falta de escrúpulos, corrupción, tráfico de influencias y  la pésima planeación de la inversión del erario público, son algunos de los motivos por los cuales varias obras públicas han causado más problemas que beneficios. ¿Y quién ha estado siempre para pagar los platos rotos? la población, la fiel e inagotable fuente de ingresos del Estado.

Para ejemplificar la situación de las malas construcciones, que en principio deberían servir como patrimonio para la nación, y en realidad son todo lo contrario,  se muestran algunas estructuras que con justa razón podrían ser llamadas “las 6 maravillas más costosas de México”

1.- Carretera Escénica Ensenada-Tijuana (despilfarro inicial 230 millones de pesos)

A pesar de que el desplome de un tramo de 300 metros a la altura del kilómetro 93 de la carretera Escénica Ensenada-Tijuana puede ser atribuible a las atípicas lluvias que azotaron el año pasado al país; el Gobierno es señalado como culpable por su falta de interés en el mantenimiento de esta vía.

Así lo estipularon académicos del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) quienes alertaron con oportunidad sobre la naturaleza inestable de la carretera Ensenada-Tijuana. Los investigadores detectaron, un mes antes del percance, hundimientos en la carpeta asfáltica de la autopista.

De acuerdo con el centro de investigación científica, el diseño de la autopista se realizó con base en condiciones distintas al aforo vehicular –unos 9 mil 500 diarios en temporada vacacional– y al peso de los vehículos que transitan actualmente, a pesar de esto, la construcción es insuficiente para encarar dicho aflujo.

Una de las consecuencias que ya resienten las empresas en Ensenada,  es el costo en los traslados de mercancías, ya que por cada unidad se tiene un gasto extra de mil 500 pesos; en la localidad se mueven 500 camiones a diario, por lo que las pérdidas ascienden a 750 mil pesos.

La reconstrucción necesitará de una inversión inicial de 230 millones de pesos, se espera que las maniobras duren menos de un año y que con ello queden solucionados los problemas de hundimiento en el asfalto.

2.- Biblioteca José Vasconcelos (despilfarro de mil 300 millones de pesos)

La biblioteca José Vasconcelos tuvo un costo inicial de 954 millones de pesos y acabó costando más de mil 300 millones. Un sobreprecio de 26.6%.

Ante tal derroche de dinero, se esperaba que la biblioteca fuera un santuario de la cultura, nada más alejado de la realidad, pues en el primer día de su inauguración el recinto presentó todo tipo de problemas de construcción y graves problemas de humedad, para ser exacto, los daños se deben a una interminable cantidad de goteras.

Para hacer frente a esto, Conaculta sumó otros seis millones 637 mil 881 pesos a la inyección inicial para solucionar el problema de la impermeabilización.

Aunado a este sobreprecio, la biblioteca decidió continuar con la adquisición de un millón de libros que falta para complementar el acervo en vez de optar por introducir libros virtuales que serían más baratos y estarían al alcance de cualquier persona.

Con ello la mega biblioteca José Vasconcelos siguió aumentando sus gastos a pesar de contar con la infraestructura necesaria para garantizar la protección del acervo cultural.

http://youtu.be/UGtN3gYZfO8

3.- Estela de Luz  (despilfarro de mil 304 millones de pesos)

La Auditoria Superior de la Federación (ASF) dio a conocer que desde la concepción hasta la conclusión de la Estela de Luz, se invirtieron mil 304 millones de pesos, que corresponden a recursos públicos y que incluyen además los pagos en exceso por un monto de 150 millones de pesos, por lo que el costo de la construcción se elevó en 192% respecto del contrato original.

Esta cifra, respecto al gasto inicial como a los gastos excesivos durante su construcción resulta escandalosa y desproporcionada, ya que con esa cantidad de dinero se pudieron haber solventado otros gastos, incluyendo la deuda de algunos municipios en el país.

Aunque no se hubieran podido solventar los problemas financieros de los Estados más grandes, con lo que se gastó se pudieron haber solucionado los problemas que aquejaban al municipio de Tlaquepaque en Jalisco (797 millones de pesos), San Nicolás de los Garza en Nuevo León (910 millones), Mexicali, Baja California (757 millones de pesos) y Hermosillo en Sonora, (734 millones de pesos) según cifras de la ASF en 2012. Incluso la deuda que presentó el Estado de Baja California hubiera sido cubierta en 16% con el costo de la Estela.

En la construcción de la Estela de Luz se modificó el concepto arquitectónico del proyecto original, ya que de un total de 34 mil 877.96 metros cuadrados considerados en el proyecto ejecutivo, se concursaron únicamente 11 mil 573.44 metros cuadrados y sólo se construyeron ocho mil 138.23 metros cuadrados.

4.- Sede del Senado (despilfarro de tres mil 20 millones de pesos)

La nueva sede del Senado de la República requirió una inversión de tres mil 20 millones 23 mil 719 pesos, lo que representa 77.7 % más de lo planeado por la LIX Legislatura en 2005, que eran mil 699 millones de pesos.

Después de 18 meses de un inconcluso proceso de entrega-recepción, por la prevalencia de al menos 400 irregularidades por parte de la empresa constructora Gami, el Senado decidió contratar dos despachos de abogados para emprender un pleito legal por la edificación de su nueva sede en Insurgentes y Reforma.

Los conflictos entre los senadores y la empresa Gami se agudizaron, cuando la empresa mantuvo el cobro constante de servicios al Senado, a pesar de que no se ponía remedio a las irregularidades que se registraron de manera constante.

Gami ganó la licitación para la construcción del nuevo edificio del Senado en diciembre de 2007, con el compromiso de entregar la obra a más tardar en agosto de 2010; sin embargo, la empresa nunca cumplió con los tiempos ni con los costos de la construcción, que ya suman cuatro mil millones de pesos.

La empresa Gami argumentó que fue la precipitación de los senadores de ocupar el edificio sin que estuviera concluido, lo que impidió el cumplimiento del proceso de construcción y el funcionamiento correcto.

5.- Línea 12 del Metro (despilfarro de 24 mil 200 millones de pesos)

Hoy en día el tema de los problemas que ha presentado la Línea 12 del Metro está en boca de todos. Esto generó un duelo de declaraciones del consorcio constructor (ICA-Carso-Alstom) junto con la empresa española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), productora de los trenes, quienes argumentan que las fallas de esa ruta, que va de Tláhuac a Mixcoac, son culpa del Gobierno del Distrito Federal, pues en ningún momento indicó que tipo de convoyes serían los que circularían por esta vía, lo que ha propiciado el desgaste y el mal funcionamiento, ya no sólo de los trenes sino de toda la infraestructura.

Hasta el momento esta situación le ha costado a la ciudadanía cerca de 24 mil 200 millones de pesos, entre la supervisión y la inversión del proyecto, sin contar el pago que el gobierno de Mancera ofreció a los vagoneros por acatar la ley de no vender dentro de las instalaciones del Metro. Suma que haciende a los 39 millones de pesos.

En un principio el GDF culpó a todos: constructoras, malos funcionarios, ingenieros -sólo le falto incluir a la población como actor responsable por hacer “mal uso” de las instalaciones-, y argumentó que en especial el consorcio ICA-Carso-Alstom debía ser investigado por la mala edificación.

A partir de aquí, la constructora arremetió con todo y sacó a la luz contundentes pruebas para defender su imagen, esto mediante un análisis de especialistas y expertos que valoraron la estructura de la Línea 12 y llegaron a la conclusión de que el Metro operó sin cumplir “con los altos estándares de seguridad, debido a que existe una incompatibilidad entre la vía (originalmente diseñada y aprobada), y los trenes (posteriormente adquiridos)”.

Viendo esto, CAF no se quedó cruzado de brazos y señaló que la fabricación de los trenes se realizó en colaboración con el Sistema de Transporte Colectivo y bajo la supervisión permanente del organismo.

Dijo, además, que un mes antes de su inauguración, el Sistema de Transporte Colectivo supo de las fallas de origen, incluso un notario las certificó, que pusieron en riesgo a los usuarios y el servicio, pues las fallas son en el sistema de vías y curvas.

Ante esto, Joel Ortega, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM) reconoció que se presentó la denuncia ante la Contraloría para investigar a los funcionarios que incurrieron en omisiones y que dejaron pasar los trabajos mal ejecutados.

Con esto, las empresas ICA-Carso-Alstom se deslindaron de las irregularidades que llevaron a las autoridades capitalinas a cerrar parcialmente la Línea 12 del Metro al asegurar que la obra se construyó con base en el diseño que le pidieron.

El consorcio presentó al GDF una nueva propuesta “enfocada a una solución definitiva para detener el desgaste acelerado del sistema de vías”. Un trimestre más tarde, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ordenó parar las operaciones en 11 de las 20 estaciones de la línea por la seguridad de los 435 mil pasajeros diarios. Ya lo dijo Mancera, “usted disculpe”.

 

6.- Carreteras federales (despilfarro de 100 mil millones de pesos al año)

Carretera Acapulco-Zihuatanejo
Carretera Acapulco-Zihuatanejo

Hector Sandoval, ex director de Caminos y Puentes Federales (Capufe), ha sostenido en múltiples ocasiones que varías autopistas del país cuentan con serios problemas de infraestructura, pues están hechas con métodos que maximizan costos y no generan ningún beneficio tangible, lo que se traduce la perdida de 100 mil millones de pesos al año. Con ello se tira el dinero que podría ser utilizado en la construcción de caminos en zonas rurales.

Los desenfrenados gastos iniciaron desde que se decidió hacer uso de una técnica conocida como “dragón rojo” -que consiste en flamear el material- los caminos construidos bajo esta norma han reportado importantes daños por múltiples cuarteaduras, haciendo peligrosas y poco duraderas las vías de transporte.

Un ejemplo de esta mala planeación son las carreteras del Estado de Veracruz que endeudan con 13 mil 700 millones de pesos al año a esa localidad.

Tanto la Secretaría de la Función Pública (SFP) como la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Cámara de Diputados y de Senadores, y el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) tienen conocimiento de que las carreteras del país se han construido mal y a elevados costos, lo que causa un desfalco a la economía nacional. Pero hasta el momento no se ha realizado la investigación correspondiente para explicar el mal manejo de recursos y el daño patrimonial.

En la administración de Enrique Peña Nieto, el Gobierno se ha negado a recibir a los asesores de caminos para que expongan la problemática y el daño patrimonial que implica el “mal hacer” carreteras.

Ante tales datos, sólo queda apuntar que México cuenta con los ingresos suficientes para resolver los problemas de endeudamiento de los Estados, ofrecer servicios básicos en localidades que lo requieran, impulsar el sector del campo -que ha estado bastante olvidado-, crear fuente de empleos, etc. Pero la mala ejecución y el despilfarro del capital en obras irrelevantes o mal hechas, mantiene al país en un estancamiento, en vez de progresar sólo se continua enmendando errores.

Carretera Oaxaca
Carretera Oaxaca
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