Luego de haberse aprobado la Reforma Energética el pasado 20 de diciembre, han surgido; al respecto, un sinfín de beneficios que se reflejaran a través de dicha reforma, incluso, colocando a México como una potencia económica desarrollada. Pero la Reforma Energética no sólo traerá beneficios o convertirá a México en un país competitivo, es importante tener en cuenta que pasará en un futuro no muy lejano, sobretodo, los problemas que causará en situaciones ambientales, así como las circunstancias que pondrían en riesgo la soberanía nacional.
Con la reciente aprobación del Congreso, ahora tendremos una legislación diferente en materia energética que permitirá lo que se canceló en 1938 con la expropiación del petróleo realizada por el presidente Lázaro Cárdenas. Regresarán los empresarios mexicanos y extranjeros a participar abiertamente en la industria de los energéticos de México.
Como ya lo han advertido con anterioridad expertos como Lori Wallach, de Public Citizen, quien aseguró que el sometimiento de la reforma a tratados internacionales traerá graves consecuencias para el país, sobre todo en materia de energéticos.
En este sentido, la experta hizo referencia al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyos supuestos beneficios siempre cargan la balanza para EEUU; en el caso de la Reforma Energética no sería la excepción.
Como hemos sido testigos, el TLCAN no siempre ha sido beneficioso para México, al contrario, hay más desempleo, más pobreza y menos salario, los únicos beneficiados fueron los países del norte. Como lo apuntó el analista Lorenzo Meyer, en su opinión “no fue nada bueno”.
Asimismo, cabe resaltar que este tipo de tratados garantizan las ganancias a empresas extranjeras. De esta manera debemos analizar los peligros que se pueden desprender de reglamentaciones como las del tratado.
En cuanto el tema del bajo costo de la luz, que según especialistas, se reducirá gracias a la reforma, ya que se producirá más gas y con esto habrá una mayor reducción en el costo.
Al respecto el columnista Ronald Eduardo argumenta que es absurdo hablar de una baja de precios, puesto que por el momento la producción de electricidad se hace por medio de concesionarios que venden la energía a CFE.
Al igual, expresó que es imposible que baje el costo del servicio eléctrico, a manera de ejemplo, explicó que si consideramos que la empresa que extraerá este gas lo hará con fines de lucro, será imposible que se reduzcan costos, ya que se tendrá que repartir la ganancia, además que al pagar impuestos, dicha empresa encarecerá aún más el precio.
La promesa de que todo va a ser mejor a partir de que los inversionistas lleguen a modernizar tecnológicamente a la industria eléctrica y petrolera no se realizará en el corto plazo.
Ante esto, varios especialistas ven imposible que los cambio se reflejen a corto plazo, mencionan que posiblemente sus efectos se empiecen a dibujar al final de este sexenio debido a que este tipo de reformas solo presentan resultados en el largo plazo, es decir, una década o más años.
Ecocidio
En la época cardenista empresas extranjeras destruyeron zonas petroleras de Tabasco, devastando la ecología de Campeche, enfermando a miles de familias, mismas que llegaron a levantarse en armas contra dichas petroleras, las cuales les despojaron sus tierras y enfermaron al contaminar sus ríos.
El columnista Ronald Eduardo lamenta la idea de volver invitar a empresas extranjeras cuando se sabe que, en su momento, fue difícil expulsarlos
“las empresas extranjeras destruyeron pozos y complejos petroleros, además de bloquear a Pemex para que no obtuviera préstamos internacionales para recomponer la industria, ocasionando que millones de mexicanos dieran sus ahorros para compensar los daños”.
Como se ha comprobado, desde años atrás, la explotación de hidrocarburos produce severas afectaciones al ecosistema, en particular al agua. En las últimas décadas, las catástrofes ambientales más radicales tienen que ver, además de las asociadas a la energía nuclear con los derrames petroleros. Los estragos son inmediatos: los derrames dejan una película impermeable sobre el mar que afecta la flora y la fauna marítima.
Las responsables directas de la contaminación de los mares son las grandes compañías petroleras, a las cuales hoy, el gobierno de EPN les pretende entregar la explotación del llamado oro negro.
Otra de las favorecidas en la nueva Reforma Energética es la Britsh Petroleum, que tiene un negro expediente, no solo por devastación ambiental, sino por haber promovido la intervención de la CIA en Irán para deponer al presidente electo Mohammad Mosaddeq en la década de los 50.
La mayoría de los ecosistemas marinos expuestos a grandes cantidades de petróleo crudo requieren unos tres años para su recuperación. Sin embargo, los ecosistemas marinos contaminados por petróleo refinado, en especial en los estuarios, requieren de 10 años o más para su pronta recuperación.
Solo esbozando apenas algunos de los problemas ambientales que genera la explotación de hidrocarburos en manos de los capitalistas, podemos dar cuenta de las graves consecuencias de la Reforma Energética en curso. En tanto los medios de producción y el usufructo de los hidrocarburos estén bajo el mando de los grandes capitalistas, seguiremos avanzando inexorablemente hacia la devastación ambiental.
“Shale Gas” oro negro en manos equivocadas
Gas de esquisto (shale gas) es uno de tres tipos de yacimientos inconvencionales, obtenidos de pizarra situada profundamente bajo la superficie de la tierra. Estas rocas se caracterizan por baja permeabilidad, por eso el gas de esquisto requiere métodos de extracción más compuestos y técnicamente más avanzados.
La técnica de extracción de gas de esquisto, simplificando, consiste en aprovechamiento de perforaciones horizontales en la roca de esquisto y en llenar la fractura obtenida con mezcla de agua, arena de cuarzo y accesorios químicos que causa fracturas en las rocas que permiten salida del gas.
Para muchos apologistas del capitalismo, la utilización del gas de esquisto, cuya explotación se concesiona al capital privado en la nueva reforma de EPN.
La producción de gas de esquisto genera entre 40 y 60 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que el convencional. A corto plazo también deja una huella de gas invernadero mayor que el petróleo o el carbón.
Finalmente, podemos encontrar el lado oscuro que la reforma tiene, y consigo las consecuencias que trae en lo económico, político, social y ambiental.
La Reforma Energética se rige por los intereses de unos cuantos, sin importar el daño que esta cause, es momento de hacer reflexión sobre a quien le estamos dejando el futuro de México. ¿Que estás dispuesto a entregar para sumarte a las miles de personas que están en contra de esta fúnebre Reforma Energética?