En Mayo de 2008 Chafik Hamdan, recibió en Madrid un cariñoso homenaje por parte del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida y sin negar que muchas veces diferimos sobre la visión del comportamiento y fenotipo de los toros, la realidad es que hoy en día se puede afirmar que existe un encaste San Martín (que es el nombre titular de lo que fue su ganadería, hoy en día propiedad de Don Alberto Baillères) regado en la mayoría de ganaderías mexicanas.
Chafik fallecido recientemente el 12 de abril coincidiendo en el mismo día en que en 1899, nació en el Distrito Federal, el famoso ganadero de Tequisquiapan, don Fernando de la Mora Madaleno y también con la misma fecha de 1925, cuando se retiró definitivamente de los ruedos el célebre diestro Rodolfo Gaona, en El Toreo de la Condesa (hoy El Palacio de Hierro Durango), actuando en mano a mano con el ibero Rafael Rubio “Rodalito” para despachar ejemplares de las ganaderías de Atenco, Piedras Negras y San Diego de los Padres, siendo el sobresaliente Pepe Ortiz. El último toro del “Califa de León” fue un séptimo burel de regalo, de la dehesa de San Diego de los Padres, llamado “Azucarero” al que le realizó un faenón que malogró con la espada, para el futuro mientras vivamos, con tristeza recordaremos que el 12 de abril de 2014, se adelantó en el paseíllo de la vida el ganadero mexicano de origen libanés.
En 1966, con Marcelino Miaja, adquirió la ganadería de Juan Aguirre Conejo Chico, picador de toros de la confianza de Don Antonio Llaguno que pastaba en Tepeji del Río, en el Estado de Hidalgo, en México y por su fe en San Martín de Porres, convenció a su socio de que esa fuera la denominación, San Martín. Posteriormente formaron en México, La Gloria y años más tarde, El Olivo que hoy en día lidia con el nombre de su sobrino, Julián Hamdan hijo de su hermano Fauzi.
En 1994, Marcelino y Chafik, iniciaron un innovador proyecto ganadero trabajando con toros y vacas de Santa Coloma-Saltillo que compraron en el campo bravo español, aunque siempre orientado al encaste Del Saltillo. En 1996 Chafik juntó con Eduardo Martínez Urquidi y Arturo Jiménez Mangas trajeron a México (como desde 1945 no acontecía, por razones sanitarias) 78 animales para lidia de origen Del Saltillo y Santa Coloma, 23 toros y 55 vacas, 14 llegaron preñadas, aunque ya en 1988 Chafik se las ingenió para traer a México de España, semen de un toro de Victorino, trasladado en un avión de Aeroméxico.
Primero se hizo muy conocido como ganadero y luego como apoderado de Manolo Martínez, posterior a que Álvaro Garza, que había sustituido a Pepe Luis Méndez, diera por terminada aquella difícil relación. Encargarse de Manolo Martínez no era cosa fácil. Fue el de Monterrey un genio en el ruedo, pero una persona muy complicada en el trato.
La afición a los toros a este le nació en sus época juvenil, cuando en la Escuela Taurina del Puente de Nonoalco hizo gran amistad con Rogelio Palafox, novillero puntero en el México de los años cincuenta, y con quien más tarde sería su amigo entrañable Toño Obregón. Su amistad con Obregón le relacionó con don Luis Obregón Santacilia, ganadero propietario de cuatro hierros, Santacilia, San Juan Pan Arriba, Cazadero y Peñalta. Se hizo Chafik vendedor de encierros de las ganaderías de don Luis, y un día que Manolo Chopera llegó al rancho buscando encierros para El Cordobés, que hacía extensa campaña por ruedos de México, le pidió a don Luis dejara a Manolo de su cuenta, para mostrarle el ganado que estaba en venta. El precio de las tres corridas que Obregón Santacilia quería era de 100 mil pesos por las tres. Chafik se llevó a Chopera y le mostró uno a uno los toros. Hablándole de las maravillas que había en cada grupo. Manolo Chopera se entusiasmó y compró cada una de las corridas en 100 mil pesos. Es decir que pagó por cada una lo que don Luis quería por las tres.
Chafik me platicó que cuando muy joven, era tan grande la afición por los toros, que siendo empleado de Aurrerá se desplazaba desde Satélite a la Plaza México para pasar horas observando y estudiando los toros en los corrales. Así conocía de cerca y en detalle los toros de las distintas ganaderías que enviaban toros y novillos a las temporadas en La México. El día que anunciaron a Manuel Benítez “El Cordobés” para su debut en El Toreo de Cuatro Caminos, dejó el trabajo y se fue a la plaza desde muy de mañana. Benítez estaba anunciado para el 21 y 22 de diciembre de 1963. La primera tarde fue con Alfredo Leal y Víctor Huerta. El domingo 22 una gran corrida de Reyes Huerta lanzó al estrellato y a la idolatría al Quinto Califa. A Chafik por haber faltado al trabajo lo despidieron, al saber don Luis Obregón que en Aurrerá habían despedido a Chafik, lo empleó como vendedor de sus encierros. Al paso de los años, cuando El Cordobés supo de este acontecimiento lo convirtió en uno de sus amigos cercanos.
Se pueden escribir varios libros de las andanzas de Chafik en el mundo del toro, pero basten algunos recuerdos nacidos de la nostalgia de su partida. Conmigo las diferencias por la etiqueta de toro light o de toro achaficado me valieron ásperas discusiones, las cuales quedaron zanjadas hace años. Mientras viva, las atesoraré por qué tuvo la bonhomía (a pesar de las diferencias y de la enorme diferencia a su favor del conocimiento del toro de lidia) de respetar mis conceptos. Lamento su adelanto en el paseíllo de la vida y a sus seres queridos, principalmente quienes lo atendían (en el restaurant que fundó El Jamil, en su departamento y en los ranchos) y a sus familiares, mis respetos y solidaridad en un momento tan triste para todos los que le conocimos tan radiante y a la par, tan explosivo.