Sin afán de volverlo cibofóbico (fobia a los alimentos), hablar del INE con palabras de cocina es para entender por qué el Instituto nos sorprenderá al preparar unas elecciones 2015, sólo que sin ingredientes y tiempo para satisfacer a partidos, políticos, gobierno y uno que otro ciudadano.
Ciudad de México.- Un ejemplo de cómo están los gastos en aras de la democracia mexicana es el siguiente: para este 2014, el INE entregó a los representantes de los partidos políticos ante el Instituto, 37 millones 884 mil 229.98 pesos para pagar al personal que los auxilia.
Siete millones 138 mil 680 pesos para las Comisiones Nacional, Locales y Distritales de Vigilancia.
Para poder comprar materiales como equipo de oficina, servicios de telefonía o suscripción a diarios y revistas, el Instituto otorgó a las representaciones un millón 798 mil 050.27 pesos.
En total, el INE, tan solo para los representantes de los partidos políticos erogó 46 millones 820 mil 960.25 pesos.
Ante este panorama, donde la inyección de millones de pesos es necesaria para la operación política (en teoría democrática) del INE y los partidos que reconoce, la bolsa que tendrá que gastar en las elecciones de 2015, deja margen para imaginar cualquier cantidad apenas contable, pero nunca vista por ningún habitante de este país.
Por ello, Lorenzo Córdova Vianello (consejero presidente del Instituto Nacional Electoral -INE-) pidió a los legisladores incrementar los esfuerzos para generar los consensos que permitan “una virtuosa conjunción de dos cosas: prontitud y trabajo bien hecho”, en la aprobación de los ‘laaargos’ pendientes de la reforma político-electoral.
De no hacerlo, la Comisión de Presupuesto del Instituto no puede planear sus gastos y saber si se solicita “una ampliación al presupuesto para lo que resta del 2014”, además de los gastos que se vienen con las elecciones intermedias del próximo año.
Y es que a parte del presupuesto que tienen que planear para 2015, el INE tiene que coordinarse con las dependencias estatales, con quienes ya acordó un diálogo continuo y una permanente colaboración para organizar los procesos electorales, pese a la oposición de gobernadores como Eruviel Ávila, quien sigue sin aceptar al nuevo órgano electoral.
“Esta propuesta además de ser anticonstitucional, sería una regresión política, los estados tenemos mayoría de edad, en los estados hay capacidad para poder resolver cualquier tipo de circunstancia político-electoral”, decía cuando desgranaba en contra del INE, aunque poco efecto tuvieron sus palabras sobre el ya constituido Nacional Electoral.
Sin embargo, a pesar de que hay una pantalla de cordialidad INE-Institutos estatales, la falta de normas secundarias aún no cimienta un piso para comenzar a construir en firme.
“Esperamos se resuelva pronto, con reglas bien hechas y con el máximo consenso posible”, dijo Córdova en su intención por establecer mecanismos claros de interlocución, con las autoridades electorales al interior del país.
Estados, críticos ante INE
En marzo pasado, la Asociación de Presidentes y Presidentas de Institutos y Consejos Electorales de las Entidades Federativas afirmó que la reforma política electoral les impuso un Instituto “facultado para asumir algunas de las funciones que correspondieron a los órganos electorales de los estados”, pero esta tarea, reconocen como el mismo Córdova lo ha aceptado en párrafos anteriores, necesita de una regulación detallada en la legislación secundaria, pues no han quedado claros los términos de autonomía e independencia de estos organismos locales.
Para la Asociación es necesario revisar los criterios que hasta ahora han sido utilizados para seleccionar y designar a los integrantes de su órgano de dirección, a efecto de adecuarlos a la nueva realidad del Sistema Electoral Mexicano.
“Se hace necesario que al conformar el órgano de dirección del INE se considere seriamente la pluriculturalidad del país y se integre la experiencia de los profesionales electorales de las distintas entidades federativas, con lo que se aportará una importante visión desde lo local, que seguramente enriquecerá el quehacer institucional y el resultado democrático que del INE se espera”, advirtieron los 32 president@s de los Institutos locales.
De acuerdo a la Asociación de Presidentes y Presidentas de los Institutos y Consejos de las Entidades Federativas (Appiceef), entre los pendientes que deben ser atendidos es la equidad de género, “pues es ya un principio contenido en la Constitución y ‘resulta indispensable la presencia de la visión de género desde el Consejo General’”.
Para el doctor César Iván Astudillo (especialista en derecho electoral en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM), el rezago de la reforma política porque es un “tema altamente diagnosticado y lentamente instrumentado”, se debe a su habilidad (falta ver a detalle qué dicen las leyes reglamentarias) para nombrar y remover a los consejeros electorales de los estados, sus potestades para asumir la organización directa de las elecciones estatales y la posibilidad de, incluso, organizar las elecciones internas de los partidos, cuando se lo soliciten.
En su Análisis, Los alcances de la reforma político-electoral, Astudillo advierte que los funcionarios electorales federales y estatales tienen que formar parte de un único Servicio Profesional de carácter nacional.
También, en una modificación sensible para la gestión de las elecciones, reconoce Astudillo, se trasladan al Tribunal Electoral Federal los procedimientos especiales sancionadores, y con ellos la potestad de castigar las infracciones en la materia y dictar las medidas cautelares pertinentes; al Senado, por su parte, se le otorga la facultad de nombrar a los magistrados de los tribunales estatales, a propuesta de las legislaturas correspondientes.
Sumado a esto se encuentra la reciente declaración de los consejeros del INE que comanda Lorenzo Córdova.
“La profunda reforma constitucional en materia político electoral (…) requiere de un complejo y preciso desarrollo legal que aún no tenemos”, se quejó Córdova quien lamentó que dada la cercanía de las precampañas 2015, “el tiempo es un bien escaso”.
Entre los pendientes que aún no ha aprobado el Congreso, está la facultad para tomar funciones o asuntos en los procesos electorales locales; los tiempos y modalidades para la designación de los consejeros locales de los organismos públicos locales electorales; la aplicación de la fiscalización; la organización de los procesos internos de los partidos políticos; la aplicación del nuevo sistema de nulidades; las modalidades de la capacitación electoral de todos los procesos electorales; las reglas que aplican a las candidaturas independientes; las características del Servicio Profesional Electoral Nacional, además de la definición de las competencias en materia de la educación cívica.
A pesar de que el INE ya se encuentra en los preparativos de las elecciones de 2015, su consejero presidente advirtió que urge contar con un marco normativo, el cual no podrán definir hasta que la reforma quede aprobada en lo secundario y reglamentario.
“Estamos claros que la reforma constitucional establece que de no ser aprobadas las leyes secundarias en materia electoral, debemos regirnos con base en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales vigente”, señaló.
Si bien el Instituto Nacional Electoral parece operar con una arquitectura endeble, también se puede ver que su futuro es un delirio mesiánico, pues sueñan con terminar bien las elecciones de 2015, pero no tienen recursos, tampoco leyes secundarias ni reglamentarias para lanzarse a la aventura electoral que sobra decirlo, ya cuenta con jugadores, equipos, trampas, cargadas y preferidos. Solo faltan las reglas y el dinero para gastarlo en aras de la democracia. ¿Estarán a tiempo?
Por Octavio N. Cervantes.