En el mundo se celebra el día mundial del sueño y se destacan los beneficios a la salud que un descanso reparador tiene para el organismo.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Como se ha venido haciendo desde hace ya ocho años, el 13 de Marzo la WASM (World Association of Sleep Medicine), celebra el día internacional del sueño. Este año su lema es: “Cuando el sueño es reparador, la salud y la felicidad abundan”.
Las consecuencias de dormir siete horas al día tienen repercusiones favorables en nuestra capacidad cognitiva, la metabolización de los alimentos, el procesamiento de los recuerdos dolorosos e incluso en la creatividad.
Según la Clínica del Sueño del Instituto Nacional de Psiquiatría en México, aproximadamente un 30 por ciento de la población, algo así como 35 millones de personas, padece algún trastorno del sueño -y tan solo la mitad de ellos buscan atenderlos.
Aun cuando todos nosotros hemos presentado algún tipo de problema del sueño, este no es considerado como un trastorno hasta que ha pasado un periodo de prevalencia de al menos tres meses o cuando se presenta de tal forma que llega a afectar la esferas social, familiar o laboral del individuo. Entre los trastornos mas comunes se encuentra el insomnio -la perdida de la capacidad para conciliar el sueño, ó la hipersomnia -perdida de la capacidad para despertar del sueño o evitar caer en él.
¿Qué ocurre cuando no existe suficiente sueño?
El sueño es un factor de salud ampliamente descuidado, la mayoría de las personas no alcanzan a dormir las horas que necesitan para mantener a su cerebro activo y como consecuencia comienzan a existir problemas en la atención y la memoria.
Estos dos procesos psicológicos son los primeros que se dañan cuando el cerebro no logra obtener el descanso necesario, incluso se pueden llegar a recordar eventos y situaciones que nunca pasaron en realidad. Así lo demuestra el estudio realizado por la Universidad de California para el cual se solicito a 104 participantes de edad universitaria, se les pidió a todos ir de fiesta aunque la mitad de ellos pudieron dormir unas cuantas horas mientras que la otra mitad tuvo que trasnochar hasta el día siguiente.
A ambos grupos se les mostró la foto de una escena del crimen durante la noche, el grupo que después de la fiesta pudo dormir, recordó al día siguiente detalles precisos de la imagen, mientras que, el grupo que miró la fotografía pero no fue a dormir resulto ser mas propenso a responder con datos falsos las preguntas sobre las fotos que habían observado la noche anterior… ¿lo curioso? estas personas en verdad creían en sus respuestas como verdaderas.
De esta forma se comprobó que menos de cinco horas de sueño al día puede llegar a causar serios estragos en la forma en que se reconfigura nuestro cerebro.
¿Existen cambios a nivel neuronal?
La respuesta es, sí. La verdad es que la falta de sueño provoca que los ventrículos que existen en el cerebro comiencen a mantener separaciones mas amplias entre sí, a medida que se restringe el sueño, de hecho, aunque con la edad todos presentan estas separaciones, la rapidez con que se presentan es de un .59 por ciento mas para aquellos que no duermen siete horas diarias.
Además existe como consecuencia a esto una disminución en el rendimiento cognitivo global de .67 por ciento, haciendo a la falta de sueño un factor determinante para el envejecimiento acelerado del sistema nervioso.
La biología del sueño
Los mamíferos mantienen un ciclo de sueño llamado polifásico, es decir, son capaces de dormir múltiples veces en el día dependiendo del desgaste físico de sus actividades. Los monos, a pesar de su naturaleza mamífera, mantienen un patrón de sueño monofásico, es decir, solo duermen una vez al día y sus descendientes humanos continuaron practicando esto.
A principios del siglo XX el psicólogo J.S. Szymanski, observó las fluctuaciones diarias que existían en los patrones de actividad de las personas. Decidió entonces formar parte de un autoexperimento con el cual buscaba delimitar la cantidad de sueño necesaria para determinados intervalos de actividad, basándose en las formas polifáticas de dormir que personajes como Leonardo da Vinci, Nikola Tesla y Napoleón mantenían. Llegó a la conclusión de que, dormir por intervalos lograba no solo descansar al organismo, ademas lograba adecuar el tiempo y mantener lúcidos los estados de atención por lo que resultaba mas sencillo desarrollar habilidades, entrenar al cerebro, estudiar o crear.
Determinó que se necesitan 20 minutos de sueño por cada tres horas de actividad, pensaba que con esto lograría evitar pasar los 20 años comunes que el ser humano ocupa durante toda su vida en dormir, y por lo tanto, la perdida de tiempo valioso.
Sin embargo, tras algunos meses decidió concluir su experimento, sorprendentemente, no por problemas en su salud, memoria o atención sino porque sus horarios distaban mucho del resto de las personas y observo que su nivel de convivencia y sociabilidad se veían sumamente afectados.
Datos curiosos acerca del sueño
*Los delfines mantienen activo uno de sus hemisferios mientras duerme, cuando el lado derecho ha descansado completamente se ‘despierta’ y el hemisferio izquierdo entonces toma su descanso. Esta clase de patrón generaría en el ser humano un desequilibrio tal que podría hacerlo presentar personalidades múltiples.
*Mientras dormimos, somos capaces de recordar nuestros sueños porque, al mantener nuestros ojos cerrados, no existe nada mas que nuestros sentido, que nunca se apagan del todo, puedan recabar por lo que se termina recordando las únicas cosas que ‘observamos’ porque el cerebro dormido no es capaz de memorizar nueva información ya que tiene que despertar para hacer esto.
* Según la Universidad West en Inglaterra son las mujeres quienes tienen mas pesadillas que los hombres, sus sueños terroríficos suelen presentar mas desgracias y emociones negativas, involucrar a la familia y desarrollarse en espacios abiertos.
*Durante el sueño, las sustancias que provocan el estrés dejan de producirse por lo que el cerebro es capaz de procesar las experiencias emocionales del día y, a su vez, suaviza los recuerdos negativos o dolorosos.