El inicio de la Sociedad Mexicana de Estudios de Calidad de Vida ocurre cuando nos percatamos de la recurrente brecha entre percepción y realidad sobre las condiciones de vida. En general, la mayoría de nosotros pensamos que el bienestar integral se ha deteriorado en los últimos 200 años (9 de cada 10 personas así lo considera, dice la encuesta “Our World in Data” producida por la Universidad de Oxford). Algo así como dice el dicho “Tiempos pasados siempre fueron mejores”, es una convicción generalizada. Sin embargo, los datos nos dicen aspectos clave de las condiciones de vida como pobreza, alfabetismo, salud, libertad, población y educación.
Un aspecto central es la longitud de la perspectiva histórica: 30 o 50 años no son suficientes para evaluar el desarrollo social. Cuando consideras al mundo mirando únicamente el periodo que dura nuestra vida, es muy fácil cometer el error de pensar que el mundo es estático, – rico, saludable, educado, en ciertas partes; y pobre, mal educado y enfermo, en estas otras -. Para evitar este error de perspectiva hay que ir al menos 200 años atrás, cuando las cosas realmente empezaron a cambiar dramáticamente.
Los datos sobre pobreza muestran que los países que son ricos ahora fueron pobres recientemente y fueron de hecho más necesitados que los países pobres de hoy en día. Por ejemplo, en 1820, sólo una pequeña élite disfrutaba de altos estándares de vida, mientras la mayoría de la gente vivía en condiciones que actualmente llamaríamos pobreza extrema. En 1950 ¾ partes del mundo vivía en pobreza extrema; en 1981 ésta alcanzaba 44%; en 1990, 37% y, en 2011, 12%.
Con relación al alfabetismo, los datos muestran igualmente que en el pasado sólo una pequeña proporción era capaz de leer y escribir. En realidad, la educación es un logro muy reciente de los últimos 200 años. En 1820 sólo 10% de las personas mayores de 15 años estaban alfabetizadas; en 1930 alcanzaron el 33%; y actualmente superan el 85%.
En lo relativo a la salud, hacia el año 1800, 43% de los recién nacidos morían antes de los cinco años de edad. En contraste, aunado a otros factores relacionados a la nutrición, productividad, sanidad y comercio, para 2015 la mortalidad infantil cayó al 4.3%.
La libertad política y los derechos civiles son el corazón del desarrollo. En el siglo XIX ocurre la primera expansión de la libertad política, sin embargo, fue aplastada por el surgimiento de regímenes autoritarios que condujeron más tarde a la Segunda Guerra Mundial.
En la segunda mitad del siglo XX, los imperios coloniales terminaron, y cada vez más países se volvieron democráticos. Con ello la proporción de la población mundial que vivía en las democracias aumentó continuamente. Actualmente más de la mitad de las personas en el mundo viven en una democracia. Ahora bien, de aquellos que viven en países no democráticos, 4 de cada 5 viven en un solo país: China.
Ahora, ninguno de los anteriores factores cobra cabal valor si no se contextualiza en el hecho de que la población ha crecido siete veces durante los pasados 200 años. Sin embargo, el crecimiento ha venido controlándose y se espera que su aumento se estabilice en el año 2075.
Es necesario resaltar que ninguno de los logros anteriores hubiera sido posible sin los avances en materia educativa que van más allá del alfabetismo. Actualmente la educación es más importante que nunca. Y están sentadas las bases para una mejora continua de los niveles de educación que cada generación va alcanzando. Para el año 2100 no habrá ningún ser humano carente de educación formal y al menos siete mil millones tendrán mínimamente educación secundaria.
Sociedad en Red
Es claro que tal transformación de nuestras condiciones de vida sólo fue posible gracias a la colaboración. Tal transformación sería imposible lograr por una sola persona. Es nuestro cerebro colectivo y nuestro esfuerzo colaborativo que se necesitan para tal mejora. En otras palabras, nuestra siguiente etapa evolutiva está condicionada por la puesta en marcha de la “Sociedad en Red”. En la Sociedad en Red la realidad está construida por redes de información que procesan, almacenan y transmiten información sin restricciones de distancia, tiempo ni volumen.
Hay grandes problemas que persisten y cuya permanencia o retroceso es totalmente inaceptable. Ninguno de los anteriores logros debe darnos razones para ser complacientes. Por el contrario, debemos acelerar la reducción de la pobreza extrema, ya que más de 1 de cada 10 personas vive aún en esa condición; mejorar el ejercicio de la libertad; y proteger el medio ambiente.
No es seguro que podamos hacer progresos en contra de estos problemas -no existe una ley de hierro que garantice que el mundo continúe con esta tendencia de mejora de las condiciones de vida. Sin embargo, lo que está claro desde la perspectiva de largo plazo es que los últimos 200 años nos han llevado a una mejor posición para resolver estos problemas.
Resolver problemas -grandes problemas- siempre es una empresa colaborativa generacional. Y el grupo de personas que es capaz de trabajar juntos -en red-, hoy en día es un grupo mucho, mucho, más fuerte que nunca antes en este planeta. Acabamos de ver el cambio con el tiempo. Claramente el mundo de hoy es más saludable, más rico y mejor educado.
Sin embargo, es necesario que hagamos un juicio más justo de nuestros logros como especie. Los medios de comunicación y el sistema educativo deben difundir con claridad la magnitud de la hazaña colectiva que hemos alcanzado en términos históricos. Esto nos motivará a continuar mejorando en la agenda pendiente para optimizar la distribución de la riqueza, facilitar la movilidad social, fortalecer el estado de derecho y proteger nuestro medio ambiente natural.
Si no somos conscientes de nuestra historia y creemos falsamente lo contrario de lo que es verdad, corremos el riesgo de perder la fe en la posibilidad de acometer el reto con éxito.
Necesitamos reconocer nuestros logros y establecer objetivos colectivos . . . Vivir con Sentido.
Como siempre un artículo muy interesante la información muy rica y oportuna y la reflexión muy profunda
Gracias LR!
Compártelo con los colegas paisanos y latinos de Australia. Será bueno para El Semanario que lo lean hasta aquellas tierras.
Abrazo
Roberto