Por más reuniones ministeriales y mensajes de buena voluntad que mantienen algunos funcionarios de las dos partes, la guerra comercial entre Estados Unido y China no se detendrá en un futuro cercano, así lo prevén analistas financieros.
Ciudad de México.- La estrategia de Donald Trump de enfrentar de manera frontal a China desde el plano comercial, parece que ha tenido cierto impacto positivo para su causa aunque en realidad los costos de esta guerra arancelaria todavía no se pueden dimensionar.
Esto porque por un lado, la imposición de impuestos a las importaciones china por más de 200 mil millones de dólares no ha intimidado al gigante asiático y por otro, debido a que las pláticas entre altos funcionarios de ambos países tampoco parece que tienen avances significativos para frenar esta disputa.
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Los efectos económicos en ambos países
De esta manera, aunque algunos organismos aseguran que esta guerra comercial afectará el crecimiento económico global y también el flujo de intercambio comercial, todo parece indicar que para Estados Unidos esta apuesta le es favorable.
Según Jay H. Bryson, economista global de Wells Fargo, en el supuesto de que los aranceles aumentaran hasta cubrir la totalidad de los bienes importados por ambos países, Estados Unidos ha encontrado un punto a su favor en esto, que no solo beneficia a su economía sino que le da mayor poder sobre su enemigo.
“De hecho, China tiene más que perder”, asegura el analista en declaraciones que retoma El Financiero, ya que “los Estados Unidos envían menos del 10 por ciento de sus exportaciones a China”, pero en contra parte, “casi una quinta parte de las exportaciones de China están destinadas a los Estados Unidos”.
Esto significa que en ningún momento la economía estadounidense está en riesgo de entrar en una recesión y por el contrario, podría mantener una tendencia positiva en lo que resta de este año y el próximo.
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Sin avances en la diplomacia
Mientras en la parte económica la guerra arrecia, en la parte diplomática ambos países están tratando de resolver sus diferencias en el marco de encuentros bilaterales con ministros de altos nivel, pero esto no ha mostrado un avance significativo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, visitó Pekín en una gira que realiza por Asia y se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, en donde ambos funcionarios reconocieron que la relación entre sus países se encuentra en “una etapa crítica” debido a la guerra comercial y las tensiones por Taiwán.
En ese sentido, analistas de JP Morgan consideran que esta situación no tendrá arreglo pronto y ellos siguen contemplando estas disputas en sus proyecciones económicas y financieras e incluso, prevén una “guerra comercial en toda regla para 2019”.
“No hay una señal clara de mitigar la confrontación entre China y los Estados Unidos en el corto plazo”, asegura esta institución financiera, por lo que adelantan que los mayores costos de esto los tendrá el gigante asiático.
“Las tarifas más altas están reduciendo el margen de ganancias de la manufactura china, reduciendo el incentivo de inversión y la contratación, lo que a su vez podría arrastrar el consumo a través de la reducción de ingresos”, concluyeron.
Mientras que todo esto sucede, el ministerio chino de Asuntos Exteriores exigió a la parte estadunidense que detenga “sus prácticas erróneas” y “acusaciones injustificadas contra China que dañan sus intereses”.
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