El reto del migrante inconsciente que todos somos

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Más allá de analizar el peso, interés político o la respuesta social de la caravana de migrantes que ha llegado a México, propongo que lo observemos en autoreferencia, descubriendo lo que significa para cada uno y en lo colectivo este suceso.

Como se ha mencionado ya en las redes sociales, la migración en el mundo viene desde siempre. Alguna vez le pusimos barreras, pero continuó como un estado natural del ser humano e inclusive de cualquier ser vivo en búsqueda de un cambio para su entorno. La migración de la que somos testigos hoy, está siendo impulsada por la frustración social en varias regiones del mundo. Esto se presenta para todos como una oportunidad de observar lo que estamos haciendo desde lo individual y colectivo, para crear esta deshumanización global.

Esta ruta de migración que inició en Honduras y cuyo destino final es Estados Unidos, trae familias e individuos cargando pobreza; vivida por hambre, desempleo, inseguridad, maltrato, entre muchas otras situaciones. Esto tiene como resultado una vida con dolor, tristeza y, por supuesto, desesperación, mostrándonos un mundo desequilibrado. Es un reflejo incoherente del inconsciente colectivo frente al miedo por la supervivencia y competencia, en un mundo donde tenemos todo para sobrevivir y aún no lo hemos hecho consciente.

Podemos ver las diferentes reacciones de los observadores que van desde la compasión hasta el rechazo. Desde aquí es donde podemos “observar-nos”, es la oportunidad para todos. Las reacciones inconscientes que tenemos vienen en su mayoría de experiencias anteriores de humillación, desprecio y miedo a la lucha por la supervivencia. De acuerdo con cómo lo veamos y vivamos es lo que construirá el siguiente capítulo colectivo.

Habrá quien vea esta caravana de migración desde su soledad inconsciente y que, por lo tanto, no le interese lo que esté sucediendo. Otros, desde su miedo a la libertad, ejercerán el derecho de enjuiciarles como ilegales. Algunos los verán desde su desvalorización y les humillarán poniéndoles apodos, haciéndoles “memes” o utilizándoles para su propio bienestar. Habrá quienes acudirán a su enojo escondido para culparles a ellos y, de pasada, a las autoridades.

migración hondureña
La caravana de migrantes a su llegada a México (Foto: AFP).

También tendremos personas que entrarán en la tendencia de la opinión con un “pobrecitos”, sólo para accionar y ser parte del ego social. Por supuesto, existen personas conscientes que comprenderán que son nuestro propio reflejo y se pondrán en acción desde una compasión real, un apoyo humano y decidido para ellos. Cada reacción que estamos teniendo es para aprender, más que para enjuiciar. Todas son válidas porque representan a cada uno, y a la sociedad en su versión actual, por eso “observar-nos” sin juicio nos permite abrirnos a la oportunidad de cambiarlo.

La nube colectiva que se crea de las reacciones inconscientes vs. la de las conscientes, abrirá el capítulo que sigue por vivir de acuerdo a lo aprendido o no. Ya sea para continuar en lo colectivo viviendo lo mismo, inconscientemente, hasta que lo aprendamos; o, en su caso, un nuevo aprendizaje al reconocernos en ellos, y comenzar con una conciencia colectiva que dé inicio a una posibilidad para un cambio global a la migración por la deshumanización.

Estamos viviendo en la era de la consciencia las situaciones creadas desde nuestro inconsciente que nos permiten aprender y evolucionar conscientemente. Es responsabilidad de cada uno despertar esa parte de nuestro ser humano que se siente desconectada de uno mismo, de todo y todos, para darnos cuenta de que somos parte de un viaje en el que vamos juntos.

Accionar nuestro aprendizaje conscientemente, en situaciones como la de los migrantes, permitirá expandir esa consciencia de forma global y resolver temas importantes que vamos cargando de generación en generación. No es magia ni se dará de forma inmediata; es consciencia y eso nos permite cambios importantes en el tiempo, romper paradigmas y fluir como humanidad.

Cada uno tiene la oportunidad de “observar-se” y entender su reacción inconsciente. Si lo hacemos, aprenderemos; si no, todo seguirá normal hasta que algo nuevo tenga que llegar a despertarnos, cada vez de manera más impactante y cercana.

Nuestro inconsciente colectivo nos comunica por todo el mundo que es momento de migrar, de llevar a cabo un cambio relevante. Por lo tanto, de “observar-nos” y descubrir lo que tenemos que dejar atrás en lo individual y colectivo. Como todos somos parte, es hora de preguntarnos sin miedo, ¿hacia qué rumbo tengo que migrar como ser humano para soltar lo que me sostiene falsamente hoy?

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Carlos Díaz

Es una realidsd de todos conocida la pobreza en Centroamérica, como la intención de migrar por lo mismo hacia territorio a Estadounidense para mejorar la calidadf de vida.
El tema es el movimiento muy organizado y especialmente en estos tiempos electorales.
El animo de tantos solo puede ser permirido por un fin autorizado.
El como lo naneje México y como lo resuelva USA es lo que permitirá garantizar la congruencua mexicana y el militarudmo americano pir ende el voto Republicano.

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