Poco se sabe del curso que llevará la seguridad social o la atención médica durante el actual gobierno, nos hemos enterado sólo de manera aislada de algunos planes con las declaraciones que han emitido los funcionarios, de quienes nos hemos ido enterando que fueron designados; cuentan también, por supuesto, las deducciones que podemos sacar de los perfiles profesionales de los funcionarios nombrados.
Como secretario de Salud ha sido designado el Dr. Jorge Alcocer, un distinguido médico que ha desarrollado toda su carrera en el ahora Instituto Nacional de las Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán, donde primero se preparó como internista, después como reumatólogo, posteriormente, estudió en el extranjero y se incorporó nuevamente al entonces Instituto Nacional de la Nutrición, donde ha desarrollado una brillantísima carrera, especialmente orientada a la investigación, obteniendo logros claros y muy importantes. Es investigador macional III del SNI y hasta donde sabemos no había tenido responsabilidades en la seguridad social ni en la atención médica.
Por otro lado, Asa Cristina Laurell ha sido nombrada como subsecretaria en la misma Secretaría, a ella también la distingue una carrera muy brillante, pero en una corriente absolutamente opuesta a la del secretario; Laurell es una de los miembros destacados de la corriente de Medicina Social Latinoamérica. Fue fundadora de la carrera de Medicina en la UAM Xochimilco, donde desarrolló un papel muy destacado, publicando varios artículos y libros, sobre todo enfocados al papel social en la enfermedad. Fue la secretaria de Salud durante la gestión como jefe de gobierno de nuestro actual presidente de la república, y durante su tarea inauguró dos hospitales y desarrolló algunos centros de atención primaria. Lo que no ha quedado claro es quién será el primero y quién la segunda, o quién la primera y quien el segundo, en el desarrollo del programa de salud, pero a primera vista parecen incompatibles las carreras, quizá también las filosofías y los logros de ambos en la búsqueda de un programa de salud mejorado, renovado o novedoso. Espero que estemos ante una utopía o un oxímoron y no ante una incongruencia.
Si aceptamos que una utopía es un plan, proyecto, doctrina o sistema deseable, que parece de muy difícil realización, mientras que un oxímoron es una combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, entonces la búsqueda de una utopía puede conseguir logros importantes en el camino y un oxímoron consigue darle un nuevo sentido a dos aparentes situaciones con sentido opuesto; ejemplos hay muchos que tienen hoy nuevo significado, es el caso de altibajo, cerveza sin alcohol y, en un sentido más poético o metafórico, lo que alguna vez mencionó Augusto Monterroso de sus libros: “mis libros están llenos de vacío”.
Por todo ello, considero que ambas figuras serían productivas, creativas y esperanzadoras. Lo grave es que se tratara de una incongruencia. Hasta ahora sólo sabemos muy poco de estos nombramientos: que se ampliará la cobertura de atención, que los medicamentos serán gratis pero desconocemos si el sistema seguirá siendo en parte financieramente dual: una parte con aportaciones tripartitas (trabajadores, patrones y el Estado, como en el IMSS), dual (trabajadores y el Estado, como en el ISSSTE), si seguirán los servicios médicos de PEMEX, Secretaría de la Defensa Nacional o de la Marina Armada de México, o bien de las aportaciones directas del presupuesto, como se ha venido haciendo primero en los Servicios Coordinados de Salud en los Estados, luego en los Servicios de Ampliación de Cobertura y ahora en el Seguro Popular. Habrá que esperar el desarrollo de los acontecimientos, se ha dicho que el antiguo IMSS COPLAMAR ahora IMSS Oportunidades, y que seguramente cambiará de apellido, se hará cargo de parte de la atención no asegurada, si bien se ha mostrado eficiente para ello, no sabemos de su capacidad presupuestal para seguir haciéndolo y menos aún para ampliarla, lo que se debe tomar en cuenta es que la mayor parte del personal destinado para atender a la población no asegurada en poblaciones rurales está conformada por médicos que cursan el final de su entrenamiento en las diversas especialidades y lo hace en instalaciones medianamente dotadas para ello, por lo que los resultados parecen haber resultado satisfactorios, desde el punto de vista de la salud, aunque desde el punto de vista educativo no parecen haber sido muy evaluados.
Otro nombramiento en la SS que ha resultado contrastante es el de Alejando Mohar, que parece incuestionable frente a la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad; se trata de un destacado profesional que ha brillado como investigador, además, su gestión como director del Instituto Nacional de Cancerología resultó incuestionable. No debemos pasar por alto que el papel de los Institutos es muy importante, no es porque sea trascendental en cuanto a la atención médica de la población en general, sino que su papel fundamental consiste en la producción de conocimiento, incluso este rubro ocupa un papel prioritario en la evaluación de sus resultados, sin embargo, algunos de ellos, como es el caso del Instituto Nacional de Cancerología, han sido fundamentales en la atención médica. El reto aparece en la gestión de los hospitales desconcentrados, como el Hospital General de México o el Hospital Juárez, que se encuentran desbordados, tanto por el número de pacientes como por un presupuesto aparentemente insuficiente; mientras que los Hospitales de Alta Especialidad, creados en algunas ciudades de la república, tienen problemas complejos que van desde la propiedad del sitio donde están situados, hasta baja ocupación por haber sido construidos en lugares con baja demanda o en otros casos por no haber podido reunir su plantilla de personal. Estos retos probablemente Mohar los podrá enfrentar.
El Consejo de Salubridad General, que fue establecido como el órgano rector de la Salud, ha tenido altibajos en algunas épocas, lo que ha tenido importancia fundamental, mientras que en otras ha sido sólo un factor complementario. Con Santos Preciado al frente no sabemos qué va a suceder.
Podemos vislumbrar que el IMSS será fundamental, como lo ha sido, en la atención de los servicios de Salud. Tendrá un director general sin antecedentes en la Seguridad Social ni en la Atención Médica, Germán Martínez, quien cuenta con una larga carrera política en varios partidos, el asunto con él es que, a excepción de su paso por la Secretaría de la Función Pública, por cierto, en el gobierno de un partido político diferente al que actualmente está en el poder, sus declaraciones se han enfocado fundamentalmente a mencionar que hará una campaña para cobrar a los patrones las cuotas reales correspondientes a los salarios de sus trabajadores, pero quizá tenga que atender a muchos nuevos derechohabientes que no aportarán cuotas como trabajadores, porque su puesto está dentro de la economía informal y como consecuencia no tendrán aportaciones patronales tampoco. Con él han sido nombrados en el IMSS dos personajes muy interesantes, Víctor Borja, en la Dirección de Prestaciones Médicas, y Mauricio Hernández, en la Dirección de Prestaciones Económicas. Es probable que a través de esta última sea donde finque la posibilidad de un cambio del modelo de financiamiento de la salud; Hernández tiene una larga experiencia y un interés claro en ello, ha sido subsecretario en la SS y director del Instituto de Salud Pública. Borja, otro salubrista, tiene una también trayectoria en el IMSS, en donde, cuando menos últimamente, se enfocó al primer nivel de atención. Debemos esperar información y acontecimientos para poder observar el desarrollo.
La atención médica requiere de personal bien formado y dispuesto a servir, porque la atención siempre es absolutamente personal. Al equipo de salud le sucede como a las orquestas sinfónicas, es tan bueno como el más malo de sus miembros.
Los esfuerzos tanto oficiales como de las organizaciones civiles han resultado insuficientes para conseguir que los recursos humanos sean cuantitativa y cualitativamente suficientes. El déficit de personal de enfermería es una clave para el buen desarrollo de servicios de salud eficientes y cálidos. La participación de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior) y la ANFEM (Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Educación Superior) no ha conseguido que las escuelas y facultades de medicina sean homogéneas o cuando menos que tengan un mínimo indispensable, no es un asunto de escuelas públicas o privadas, en los dos casos hay algunas que parecen no cubrir los requisitos básicos en la formación de médicos y otras que consiguen egresar médicos brillantemente formados. La CIFRHS (Comité Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud) ha realizado un brillante papel en la selección de los aspirantes a realizar los cursos para formación en especialidades médicas, pero su papel no ha podido ir más allá. Se trata de un comité conformado tanto por la Secretaría de Salud como por la Secretaría de Educación Pública.
Quizá una falla fundamental ha consistido en no establecer el papel que el médico general tiene en el Sistema de Salud, ahora en el sistema público no tiene cabida y en el privado está ocupando lugares marginales. Todo a pesar de que el Primer Nivel de Atención no se encuentra adecuadamente cubierto.
Es interesante su descripción y análisis pero me queda una duda ¿qué semejanzas existen entre la investigación en un Instituto y enfrentar la realidad en la operación de los centros de salud? Si la vida de un funcionario(s) ha transcurrido en un Instituto de salud que lo tiene todo, en qué aportará su experiencia para resolver las carencias cotidianas?
Tiempo al tiempo
Interesante su trabajo, cómo hacer que la atención médica sea universal es todo un reto, que parece utópico en nuestro país, hay demasiadas promesas y propuestas que impresionan ser demagogia pura y desconocimiento del problema , concuerdo con la opinión del Dr Nieto, habrá que ver la capacidad de un investigador acostumbrado a ejercer con un método riguroso el científico, ante un grave problema social
Dr Ramiro Gracias parece que el camino no esta luminoso.
Saludos
La verdad que bueno que Mexico entra en este diálogo los Estados Unidos andan por el suelo con eso solo los ricos tienen seguro de salud yo como de la edad grande pago 17000 dólares al año solo en medicinas y el famoso medicare que es universal sólo paga 80 % de las visitas tratamientos y visitas a emergencia y hospitalizaciones y si tiene usted un ataque cardiaco su 20 % es 20 000 te puedes ir en bancarrota muy fácilmente así que que bueno que ustedes estén hablando de cómo dar cuidados médicos universales será difícil pero menos personas morirán muy interesante Dr Ramiro
Será cuestión de esperar…
No es la primera vez que se hace el discurso de reestructuración y modificaciones a la ley, universalidad de los servicios, en 12 años de estar en el nivel operativo en servicios de salud públicos, me es difícil creer que ésta vez si van a funcionar las cosas. En mi experiencia, las personas que aun teniendo una carrera destacada en áreas de la salud, pero que no se desarrollan a nivel operativo pierden un poco la noción de lo que es objetivo y funcional.
Espero que ésta vez no sea lo mismo.
Muy interesante su columna Doctor, un placer como siempre.