¿Imaginas una bicicleta que además de estar hecha de un material sustentable, cuente con la tecnología para cargar tu celular y mida la distancia recorrida? Biciwood es eso y más.
Ciudad de México.- Gracias a María Cristina Espinosa y Jaime Alonso Xool Moo, alumnos de la carrera de ingeniería de la Universidad del Valle de México en Mérida, ahora será posible ir a “rodar” con una bicicleta inteligente, a la cual le llamaron Biciwood, hecha de bambú y otros componentes eléctricos.
En un comunicado, la UVM señaló que los creadores de esta idea, cuyo concepto central la sustentabilidad ecológica, eligieron el bambú como material, ya que crece en la parte alta de Yucatán y sus propiedades no generan deforestación.
La bicicleta como medio de transporte se ha transformado a lo largo de los años, sin embargo, son pocas las personas que le han dado este giro ecológico, no sólo en su forma y materiales, sino también por la conexión del humano, naturaleza y tecnología”.
La idea de esta bicicleta surgió cuando los alumnos salieron de paseo y al quedarse sin batería en sus teléfonos, pensaron en desarrollar un producto que transforma la energía cinética producida por el pedaleo en electricidad.
Esta energía producida es absorbida en la llanta delantera por un dispositivo captador que transmite la energía a una especie de cerebro principal que cuenta con salidas USB en las que pueden conectar dispositivos móviles y así recargar la batería. Ellos cuentan:
El dispositivo funciona a partir de las energías cinéticas generadas por el pedaleo, son absorbidas por un dispositivo captador, éste a su vez transmite las energías al cerebro principal, el cual, se estabiliza y la transforma en energía eléctrica”.
Aunado a esto, incluye una conectividad Bluetooth para vincularse a una app que mide la distancia recorrida y la velocidad del viaje.
Biciwood es aún un proyecto artesanal, aunque los universitarios buscan que se convierta en industrial, y que se expanda por toda la República Mexicana, así como a nivel internacional en los próximos cinco años.
Pese a que en otras partes del país y del mundo existen proyectos similares a Biciwood, es un digno rival de competencia por el valor agregado que ofrece. Ahora falta el apoyo para que surja con todas su fuerzas y no sean orillados a buscar apoyo en otro país.
Por María Navarro.