¿Una planta para tratar agua que elimina grasas, jabón y microorganismos? Esto ya es una realidad, se trata de un proyecto sacado de una mente consciente y talentosa, un proyecto orgullosamente mexicano.
Ciudad de México.- La Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) presentó una planta de procesamiento de líquidos provenientes de un auto lavado, la cual recupera el 90% del agua contaminada.
El profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Ignacio González Martínez, quien es líder del proyecto, destacó el apoyo recibido por el gobierno, la iniciativa privada y la misma universidad, para llevar a cabo esta innovación tecnológica.
El proyecto que tuvo una inversión de dos millones 900 mil pesos, trabaja con tal eficiencia que elimina grasas, jabón y microorganismos contenidos en el agua a través de su dosificador. En este sentido, González Martínez explicó que el dosificador permite la utilización de cantidades mínimas de biopolímeros derivados del quitosano, sales inorgánicas y desinfectantes que remueven los contaminantes.
Por ello, la cantidad del agua obtenida del proceso no sólo cumple con todos lo puntos descritos en la norma NOM-002 para el agua de reúso, sino que incluso se acerca a los requisitos para considerarse como agua potable; sin embargo, aún no se puede utilizar para el consumo de personas, indicó el especialista.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que en la Ciudad de México existen alrededor de mil 900 centros de lavado de auto que utilizan cerca de un millón de metros cúbicos de agua al mes.
Aunque estos centros de lavado están obligados a utilizar agua tratada, el líquido no cumple con las normas necesarias, lo que ocasiona problemas ambientales cuando es desechada y afecta a la salud del personal que la utiliza.
“En la Ciudad de México, las plantas de tratamiento de agua no funcionan al 100% de su capacidad porque únicamente están diseñadas para tratar agua del drenaje doméstico. No trabajan eficientemente porque los desechos industriales también llegan a ellas”, refiere el académico.
En contraste, la planta de procesamiento de afluentes, – como se le conoce a los líquidos que provienen de una planta industrial- ofrece soluciones a nivel ambiental y sanitario.
Una de las características que hacen accesible la planta para el sector inductrial es su bajo costo, pues la inversión por uno de los equipos ronda los 160 mil pesos, un precio bajo si lo comparamos con otros sistemas que alcanzan los 500 mil pesos. Actualmente este tipo de sistema funciona en su totalidad en la agencia de autos Fame Toyota Perisur, en la Ciudad de México.
Se tiene la tecnología, la inversión y la propuesta, hace falta que empresarios que se dedican a este tipo de negocio, se comprometan con el medio ambiente adquiriendo sistemas sustentables como éste, el cual reduce costos de operación y al mismo tiempo es amigable con el planeta.
Por María Navarro