Con los componentes del Volkswagen modelo 75, estudiantes logran abatir los costos en la construcción de un carro eléctrico, para así, convertir a un vocho en la manera más sustentable de viajar.
Ciudad de México.- Reutilizando la plataforma, flechas, transmisión y suspensión de un Volkswagen 75, estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME)-Unidad Culhuacán, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), encontraron la forma para construir un vehículo ecológico que funciona con energía eléctrica.
Los jóvenes ingenieros se inspiraron en la gran cantidad de vehículos chatarra que hay en México y conscientes de la contaminación del aíre que producen los autos de combustión interna, idearon a este vocho eléctrico, el cual podría tener un costo de 140 mil pesos en el mercado, según los estudiantes.
Para hacer posible la sustentable idea, a este Volkswagen le fueron extraídas las entrañas para ser reemplazada por un motor eléctrico que tiene 15 caballos de fuerza, con lo que alcanza una velocidad máxima de 70 km/h y tiene una autonomía de 45 kilómetros.
El motor es alimentado por un paquete de seis baterías de ácido de plomo, para recargarlas, el vocho eléctrico puede ser enchufado a cualquier toma de corriente casera, ya que a diferencia de los otros coches eléctrico que actualmente se venden en el mercado mexicano.
Para hacerlo más potente, los estudiantes tuvieron que reemplazar la carrocería del vocho por una fabricada en fibra de vidrio, la cual tiene un peso de apenas 120 kilogramos, lo que facilita la vida del motor.
Este prototipo de auto eléctrico destaca por ser un coche sencillo, útil y viable, ya que de acuerdo con los estudiantes reciclaron el chasis del vocho, ahorrando gastos de diseño y manufactura. Al respecto, Kelmi Torres Domínguez afirmó que
Otra ventaja que ofrece este carro eléctrico es que, a diferencia de los que venden en México, no requiere de ninguna instalación especial en casa para su recarga”.
Es interesante y digno de ser resaltado, que estos estudiantes no estén interesados en fabricar este prototipo en serie, ya que su objetivo no es competir con las grandes empresas, sino poner este tipo de tecnología al alcance de los mexicanos preocupados por el cuidado del medio ambiente.
Por María Navarro