Cinco equipos de investigación afirman que no hay pruebas convincentes de que exista un límite de mortalidad
La esperanza de vida humana podría superar ampliamente las predicciones anteriores, de acuerdo con un estudio que desafía la idea de que los seres humanos tienen un límite de longevidad, informa Time.
La última investigación viene en respuesta a un reciente documento que concluyó que “la longevidad máxima ha alcanzado un límite de 114,9 años”, una afirmación que provocó muchas críticas de la comunidad científica. Ahora, cinco equipos de investigación han retado ese trabajo en una serie de artículos en la revista Nature.
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Los equipos afirman que no hay evidencia convincente de que nos estamos acercando a un límite superior de nuestra mortalidad o, al menos, que tal límite puede ser considerablemente mayor que 115 años.
El profesor Jim Vaupel, especialista en envejecimiento en el Instituto Max Planck para la Investigación Demográfica en Alemania y uno de los autores, dijo: “La evidencia no apunta hacia ningún límite inminente. En la actualidad el balance de la evidencia sugiere que si hay un límite está por encima de 120, tal vez mucho más arriba, y tal vez no hay un límite en absoluto”.
La controversia entre Jan Vijg, genetista del Colegio Albert Einstein de Medicina de Nueva York y autor del artículo original, y sus críticos, se ha vuelto muy acalorada. “Es la peor investigación que he leído en la revista Nature”, dijo Vaupel. “Me indignó que un diario que respetaba mucho publicara una parodia así”.
Vijg es igualmente estridente, y afirma que sus críticos están, en cierta medida, simplemente molestos por verse confrontados con su propia mortalidad.
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El estudio original utilizó la base de datos internacional sobre la longevidad, que compila listas de la edad de la persona más vieja en morir en un año dado. Se encontró que la máxima edad de muerte reportada aumentó rápidamente entre los años setenta y principios de los noventa, pero luego bajó a mediados de los 90 a 114,9 años, informa Sciende Daily.
Los últimos artículos sostienen que esta conclusión es incorrecta y ofrecen una serie de interpretaciones más optimistas. El profesor Siegfried Hekimi de la Universidad McGill en Montreal dijo: “Usted puede mostrar que los datos son compatibles con muchas trayectorias diferentes y no en absoluto un límite en curso”
Bajo un escenario de este tipo, las previsiones de vida aumentarían de manera constante, de modo que la persona más vieja viva en el año 2.300 tendría 150 años. “El aumento en la vida media no se estancará repentinamente en un límite de 115 años”, dijo.