Médicos del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño aseguran que el cuerpo humano no padece algún tipo de alteración por el cambio de horario de verano.
Ciudad de México .- El próximo 2 de abril entrará en vigor el horario de verano por lo que los relojes se adelantarán una hora, esto con la intención de lograr un ahorro energético, a señalado la Secretaria de Energía. Por ello especialistas del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño (IMMIS) han señalado que este cambio no provocaran ningún cambio tanto físico como mental en la salud de la población.
En declaraciones retomadas por Notimex, Reyes Haro Valencia, director del IMMIS, señaló que estudios realizados en distintos países, entre ellos México, no han aportado evidencia de que el cambio de horario motive el surgimiento de trastornos de sueño o empeoramiento de éstos en personas que ya los padecen.
El 2 de abril inicia el #HorarioDeVerano en la República, se recomienda que el sábado antes de irse a dormir, adelanten 1 hora su reloj. pic.twitter.com/9FwEklD7Zg
— SENER México (@SENER_mx) 26 de marzo de 2017
El especialista explicó que esto se debe gracias a que el cuerpo humano tiene mecanismos de adaptación que se localizan en el cerebro, los cuales se activan para ubicar todos los ritmos fisiológicos al nuevo horario.
“Se trata del reloj biológico que regula los biorritmos entre los que destacan los ritmos circadianos, que ocurren cada 24 horas como el ciclo sueño-vigilia”, detalló Haro Valencia.
Recordó que este proceso es similar al que realiza nuestro cuerpo cada viernes ya que es regularmente los días en que las personas suelen acostarse y levantarse tarde, “con lo que se desfasa su ritmo circadiano de una a tres horas, entonces el domingo intentan dormir temprano sin lograrlo en la mayoría de los casos”.
A causa de este desplazamiento en los horarios, se presentan diversos malestares el domingo por la noche, con lo que se da la consecuente dificultad para levantarse en nuestro horario regular el lunes.
“El martes ya suele recuperarse el ritmo habitual, mismo que volverá a desajustarse el siguiente fin de semana, y volverá a reajustarse el siguiente martes. Este es un ejemplo de cómo unas horas en el cambio de ritmos no afectan de manera importante”.
El directivo aseguró que la adaptación a los nuevos horarios se logra en promedio después de 72 horas.