Minsky es catedrático de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y titular de la Cátedra Toshiba of Media Arts and Sciences.
Madrid, España.- La Fundación BBVA “Fronteras del Conocimiento” declaró ganador a Marvin Minsky, considerado el “padre de la inteligencia artificial”, en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Minsky, premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, aspira a dotar a las computadoras de sentido común http://t.co/V3ugstBIh4
— Prensa BBVA PE (@PrensaBBVA_PE) enero 14, 2014
Minsky afirmó seguir convencido de que se llegará a crear máquinas al menos tan inteligentes como los humanos. Sin embargo, no es muy optimista respecto al plazo en el que podría lograrse.
“Depende de cuánta gente trabaje en los problemas adecuados. Ahora mismo no hay ni recursos ni investigadores suficientes”. Y fiel a su reputación de científico iconoclasta, añade una crítica: “Los grandes avances en Inteligencia Artificial se dieron entre los 60 y los 80 del pasado siglo. En los últimos años no he visto nada que me sorprenda, porque ahora la financiación se enfoca más en aplicaciones de corto plazo que en ciencia básica”, subrayó.
“Sus trabajos sobre el aprendizaje de las máquinas, en sistemas que integran la robótica, el lenguaje, la percepción y la planificación además de la representación del conocimiento basada en marcos (frames), han conformado el campo de la Inteligencia Artificial”, destacó el jurado del certamen.
Minsky fue uno de los fundadores en la década de los 50 de todo un nuevo campo científico, el de la Inteligencia Artificial, cuyo objetivo era transformar los computadores del momento –entonces máquinas de calcular-, en máquinas inteligentes, capaces de incorporar funciones propias del pensamiento y las capacidades humanas.
El impacto de esa contribución fue enorme porque el computador convencional pasó a convertirse en la primera máquina universal de la historia como -por la ampliación continua de sus capacidades cuanto por su aplicación en un inmenso abanico de áreas presentes en nuestra vida cotidiana-.
Minsky consideró el cerebro como una máquina cuyo funcionamiento podría ser estudiado y replicado en el ordenador, que al tiempo se convierte en una vía para conocer mejor el cerebro y las funciones mentales superiores. El investigador respalda la idea de dotar a las máquinas de sentido común, es decir, del conocimiento que el ser humano adquiere mediante la experiencia.