Investigadores presentaron un software que identifica a los usuarios que presentan síntomas de depresión mediante un análisis de su cuenta de Instagram.
Massachusetts, Estados Unidos .- Publicar en Instagram imágenes donde compartimos nuestros gustos, lugares que nos agradan o momentos que compartimos con nuestros amigos, pueden revelar si presentamos comportamientos relacionados con la depresión, esto de acuerdo con un estudio presentado por la Universidad de Harvard y Vermont.
La red social, comprada por Facebook en el 2012 y que el pasado mes de abril informó que logró llegar a los 700 millones, fue el principal objeto de estudio de los investigadores quienes crearon un programa que analizó 44 mil fotografías de 166 usuarios, la mitad de los cuales tuvo diagnóstico de depresión en los últimos tres años, de esta forma aseguran que identificaron, con una precisión cercana al 70 por ciento, a aquellos que tenían un trastorno del ánimo.
A través de un artículo publicado en Data Science, Andrew Reece y Chris Danforth, autores del estudio, señalaron que crearon un programa que buscó, entre los jóvenes, patrones de depresión utilizando los contenidos que suben a la redes sociales. De esta forma crearon un modelo informático que estableció ciertos parámetros que se repiten en estos usuarios: el uso de determinados filtros para retocar las fotos, así como su contenido, brillo y color.
“El análisis de pixeles reveló que los individuos deprimidos tendían a publicar fotos que eran, en promedio, más azules, más oscuras y más grises que las publicadas por personas sanas”, comentaron a Hipertextual.
Los también catedráticos aseguraron que su software realizó una evaluación de los marcadores mucho más precisa que la de los médicos en el diagnóstico de depresión, teniendo como único factor de referencia las fotos compartidas en Instagram.
Otra conclusión obtenida en el estudio reveló que las fotos por personas deprimidas tienen más probabilidades de basarse en tonos azules, grises o oscuras, ademas de que las mismas estadisticamente recibieron menos me gusta.
Respecto a los colores, determinaron que los usuarios deprimidos tenían una preferencia por filtrar todo el color de las fotos publicadas, y mostraron una aversión a las imágenes artificialmente procesadas, esto en comparación con lo compartido por usuarios no deprimidos.
Añadieron que en los perfiles de las personas con este problema de animo, tenían una marcada ausencia de selfies, a la vez que contaban con pocos retratos de personas.
“Menos caras pueden ser un indicador de que los usuarios deprimidos interactúan en entornos más pequeños”, explicó Danforth, lo que se correlaciona con otras investigaciones que vinculan la depresión con la reducción de la interacción social.
Los científicos consideraron que este tipo de análisis pueden ayudar a identificar a personas con trastornos del ánimo incluso antes del diagnóstico.
Esta interesante pero ¿No es una invasión de la privacidad? Bueno creo que sería de ayuda a la familia.