El artículo señala que la vida de la humanidad será amenazada por tendencias negativas que causan graves daños ambientales, como el cambio climático.
En un artículo titulado, “Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad: Un segundo aviso” publicado en la revista BioScience, quince mil científicos de 184 países, liderados por el profesor William Ripple de la Universidad de Oregón envían por segunda vez en 25 años una alerta sobre las consecuencias para el bienestar humano y los daños irreversibles a la tierra.
En la publicación se mencionan las “señales obvias de que vamos por un camino insostenible”, y se hacen algunas sugerencias para cambiar nuestro estilo de vida y minimizar el daño a la Tierra.
La vida de la humanidad será amenazada por tendencias negativas que causan graves daños ambientales, como el cambio climático, la falta de agua dulce, la deforestación, la extinción de las especies y el incontenible crecimiento de la población.
Sin embargo, aseguran que a pesar del conocimiento que tenemos sobre estos daños, “la humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para proteger nuestra biosfera en peligro. La mayoría de las amenazas continúan y están empeorando”.
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Los expertos hacen sugerencias en trece áreas de nuestra vida para revertir las consecuencias negativas en el planeta, además, piden hacer presión pública para convencer a los líderes políticos de tomar las medidas preventivas y correctivas en el daño ambiental.
Entre las propuestas se encuentran: mejorar y crear reservas terrestres y marinas y fortalecer la aplicación de leyes en la caza furtiva y restringir el comercio de especies silvestres; promover la alimentación vegana; y promover la adopción de energías renovables. Con principal énfasis en ampliar los programas de planificación familiar y educación para mujeres.
Remarcan que en países donde se ha invertido en la educación femenina las tasas de natalidad han disminuido notablemente, algo indispensable para regular el crecimiento de la población que mantiene un crecimiento del 35 por ciento mientras se eleva a un 29 por ciento la reducción colectiva en especies animales.