Un estudio determinó que el uso de bots y publicaciones engañosas aumentó significativamente durante el último año, afectando el periodo de campañas electorales de México y otros países.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Oxford descubrió cuán comunes se han vuelto las cuentas y publicaciones de noticias falsas y desinformación en redes sociales. Los investigadores estimaron que los gobiernos y partidos políticos de 48 países llevaron a cabo campañas de manipulación en el último año. Muy por encima de los 28 países que se identificaron en un estudio que examinó la actividad de las redes sociales entre 2016 y 2017.
“La mayoría del crecimiento proviene de partidos políticos que difunden desinformación y noticias falsas en torno a los periodos electorales”, dijo en un comunicado Samantha Bradshaw, coautora del informe.
“Cada vez hay más partidos políticos que aprendieron las estrategias implementadas durante Brexit y las elecciones presidenciales de EE. UU. del 2016: y ahora sus campañas usan más bots, noticias falsas y desinformación para polarizar y manipular a los votantes”, agregó.
Los investigadores llamaron a la manipulación de las redes sociales una “amenaza crítica para la vida pública”, que busca “socavar la confianza en los medios, las instituciones públicas y la ciencia”. La tendencia se vuelve aún más preocupante cuando se toma en cuenta que la mayoría de la gente busca ahora noticias en línea, agregaron.
Rusia fue identificado como uno de los principales países donde se llevaron a cabo campañas generalizadas y coordinadas de manipulación de redes sociales, principalmente con la intención de alterar las elecciones democráticas en todo el mundo.
Las campañas también se están extendiendo más allá de plataformas populares, que son Facebook y Twitter, y ya son compartidas en aplicaciones de mensajería instantánea.
En una quinta parte de los 48 países estudiados, los investigadores descubrieron campañas de desinformación en aplicaciones de chat como WhatsApp, Telegram y WeChat.
México y Latinoamérica sufren repercusiones de las elecciones estadounidenses
Gran parte de esta actividad tuvo lugar en Latinoamérica, en donde “grupos públicos de aplicaciones de chat son usados para compartir noticias, coordinar actividades políticas y hablar sobre política”, dijeron los investigadores.
También descubrieron que en Brasil, Alemania, México, Taiwán y Estados Unidos, agentes del orden han descubierto formas de rastrear, interceptar y deshabilitar las cuentas de bots, explicó McClatchy.
Para hacerlo, necesitan insertar comentarios o errores tipográficos en medio de una publicación sospechosa para que parezca que hay otros usuarios involucrados en la conversación, y así ver si reciben una respuesta y de qué tipo saber si la cuenta es un bot.
Sin embargo, en muchos países se han creado grupos especiales, gubernamentales o de partidos políticos que tienen la tarea de manipular la opinión pública en línea. China lidera el grupo, con un equipo cibernético de entre 300 mil y 2 millones de personas.
Detrás de China está Azerbaiyán, con un estimado de 50 mil individuos. Otros países que tienen grupos de “noticias falsas” en línea incluyen Irán, Ucrania y Vietnam.
Además, cada vez más países destinan grandes sumas de dinero al desarrollo de campañas de manipulación de redes sociales.
“Desde 2010, los partidos políticos y los gobiernos han gastado más de 500 millones de dólares en investigación, desarrollo e implementación de operaciones psicológicas y manipulación de la opinión pública en las redes sociales”, dijeron los investigadores. “En algunos países esto incluye esfuerzos para contrarrestar el extremismo, pero en la mayoría de los países involucra la difusión de noticias falsas y desinformación durante elecciones, crisis militares y desastres humanitarios”.
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Facebook es señalado como el gran culpable
Los resultados de esta investigación llegan al mismo tiempo que las empresas de redes sociales y mensajería instantánea continúan enfrentando una gran presión para resolver la propagación de noticias falsas y cuentas de bots en sus plataformas.
Facebook, uno de los principales señalados en la discusión sobre noticias falsas, creó herramientas de alfabetización de noticias en su sitio, contrató a terceros y corrigió sus algoritmos para priorizar la información de fuentes confiables.
En el 2016, tras los resultados electorales presidenciales en Estados Unidos, Mark Zuckerberg afirmó: “de todo el contenido en Facebook, más del 99 por ciento de lo que las personas ven es auténtico”. También advirtió que la compañía no tenía la obligación de verificar cada noticia compartida en el sitio para determinar si era real o no.
Sin embargo, Zuckerberg fue criticado después de que se reveló que la difusión de noticias falsas influyó en los resultados electorales. En respuesta, la compañía lanzó un sistema que consistía en una opción de “Disputado”, el cual anunció en diciembre del 2016.
El sistema contaba con los usuarios para que estos marcaran las publicaciones que creían ser falsas, quitándole la responsabilidad a la compañía. En abril de 2017, Facebook aseguró que el sistema había sido un éxito. “En general, las noticias falsas disminuyeron en Facebook”, dijo la compañía en un comunicado, sin proporcionar pruebas o resultados. “Es difícil para nosotros medir (los resultados) porque no podemos leer todo lo que se publica”, agregaron.
Pero pronto salió a la luz el hecho de que Facebook no había compartido la información correcta. En julio de ese mismo año, investigadores de Oxford descubrieron que “la propaganda computacional es una de las herramientas más poderosas contra la democracia”, y que Facebook estaba desempeñando un papel importante en la difusión de noticias falsas.
En respuesta, Facebook dijo que prohibiría que las páginas que publican noticias o historias no reales compren publicidad en su sitio.
En septiembre, Zuckerberg finalmente admitió durante un interrogatorio de parte del Congreso estadounidense que un equipo ruso de propaganda política había colocado publicaciones en Facebook para influir en los votantes en torno a la campaña del 2016, en la cual Donald J. Trump se convirtió en el presidente de EE.UU.
En diciembre del 2017, la compañía admitió que su sistema de marcado de noticias falsas fracasó. Desde entonces, ha contratado auditores y analistas de datos de terceros para identificar noticias falsas, fraudes u otro tipo de actividades ilegales, quienes se encargan de revisar los perfiles que puedan estar compartiendo este tipo de noticias y así reportar y cerrar dichas cuentas.
En enero de este año, Zuckerberg dijo que Facebook priorizaría las noticias confiables al pedirle a sus usuarios responder encuestas para saber qué fuentes son de calidad y cuales solo comparten noticias falsas. Facebook comenzó una verificación de videos y fotos para reducir las noticias falsas. Sin embargo, los detalles de cómo lo está haciendo no están claros.
Hace un par de meses, salió a la luz una investigación que mostraba cómo la firma Cambridge Analytica recopiló y utilizó información personal de millones de usuarios para después manipularlos.
México no se salvó de la desinformación
En México, las campañas electorales se vieron manchadas por cientos de publicaciones falsas en Facebook, Twitter y WhatsApp, las cuales fueron compartidas miles de veces con el fin de desacreditar a rivales políticos.
En nuestro país, no hay un filtro ni forma de frenar este tipo de publicaciones, que a la fecha continúan siendo compartidas.
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