El dispositivo transfiere, de forma inalámbrica, energía al interior del cuerpo con lo cual se podría hacer funcionar dispositivos médicos electrónicos.
Ciudad de México.– Ada Poon, ingeniera de la Universidad de Stanford, ha inventado la forma de transferir de manera inalámbrica energía al interior del cuerpo y usar esa energía para hacer funcionar pequeños dispositivos médicos como marcapasos o estimuladores nerviosos.
Este aparato tiene como objetivo eliminar las voluminosas baterías y los incómodos sistemas de recarga que impiden que los dispositivos médicos se usen más ampliamente, así lo detalla ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).
“Tenemos que hacer estos dispositivos lo más pequeños posibles para implantar más fácilmente dentro del cuerpo y crear nuevas formas de tratar enfermedades y aliviar el dolor”, afirmó Poon.
El dispositivo electrónico tiene el tamaño de un grano de arroz, que actúa como un marcapasos y puede ser alimentado o recargarse de forma inalámbrica mediante una fuente de alimentación de aproximadamente el tamaño de una tarjeta de crédito colocada por encima del dispositivo, fuera del cuerpo.
El descubrimiento es un gran avance de la ingeniería al crear un nuevo tipo de transferencia de energía inalámbrica que puede penetrar con seguridad en el interior del cuerpo, utilizando más o menos la misma potencia que un teléfono móvil.
Su laboratorio probó este sistema de carga inalámbrica en un cerdo y lo utilizó para alimentar un pequeño marcapasos en un conejo, por lo que actualmente está preparándolo para realizar ensayos en humanos.
En caso de que estos test tengan resultados positivos y muestren que el dispositivo resulta exitoso, pasarían varios años hasta satisfacer los requisitos de seguridad y eficacia para usar este sistema de carga inalámbrica en los dispositivos médicos comerciales.
Poon cree que este avance generará una nueva generación de microimplantes programables, sensores para monitorizar las funciones vitales en el interior del cuerpo, electroestimuladores para cambiar las señales neuronales en el cerebro o sistemas de administración de fármacos para dispensar medicamentos directamente a las zonas afectadas.
El director del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Stanford, William Newsome, destaca que el trabajo de Poon crea el potencial para desarrollar tratamientos ” electrocéuticos” como alternativas a los farmacológicos. Newsome señala que esos tratamientos podrían ser más eficaces que los medicamentos para algunas enfermedades porque supondrían implantar dispositivos cerca de circuitos específicos del cerebro para modular directamente su actividad, mientras los fármacos actúan globalmente en todo el cerebro.
“Para la práctica ‘electrocéutica’, los dispositivos deben miniaturizarse y se tienen que encontrar formas de alimentación inalámbrica en lo profundo del cerebro, a muchos centímetros de la superficie”, afirma Newsome, profesor de Neurobiología en Stanford. “El laboratorio de Poon ha resuelto una pieza importante del rompecabezas para la alimentación de forma segura de microdispositivos implantables, allanando el camino para la innovación en este campo”, agrega.
El equipo de investigación interdisciplinario incluye a John Ho y Alexander Yeh, estudiantes de posgrado de Ingeniería Eléctrica en el laboratorio de Poon; Yuji Tanabe, profesor visitante, y Ramin Beygui, profesor asociado de Cirugía Cardiotorácica en el Centro Médico de la Universidad de Stanford.
En el experimento que se describe en ‘PNAS’, utilizó su sistema de transferencia de medio campo para enviar energía directamente a pequeños implantes médicos. Pero es posible construir baterías pequeñas en microimplantes y luego recargarlas de forma inalámbrica mediante el sistema de campo medio, algo imposible con las tecnologías actuales.
http://youtu.be/7WURJ9rgwjs
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