Los animales son sagrados, no tenemos superioridad sobre ellos, regresemos a esa simbiosis-mística primigenia, convirtámonos en uno con los seres vivos y detengamos esta crueldad.
Ciudad de México.- Las religiones monoteístas tienen la equivocada pretensión de que un dios magnánimo hizo el planeta, a la naturaleza y a todos sus seres vivos para el gozo y uso del ser humano. Lo acaba de reafirmar el Papa Francisco en su “encíclica ecológica”. Esta arrogante posición antropocéntrica acabó con la noción pre monoteísta del valor sacro de la naturaleza, el agua, la montaña, el viento, eran sagrados, los animales eran dioses y los dioses antropomorfos convivían en igualdad con los animales.
Sin la sacralidad de la naturaleza el ser humano cree que es suya, porque hay un designio divino, arbitrario y ególatra que lo hace dueño de todo, entonces depreda el ambiente y es cruel hasta el ensañamiento con los animales. Los animales son para que el ser humano se divierta, desahogue sus patologías, tiene derecho sobre ellos. Comérselos ya ni se toma en cuenta ¿para qué más podían ser?: para rellenar las insaciables barrigas de millones de personas.
La venta de animales los denigra a juguetes o entretenimientos, la gente los usa, los criaderos los explotan, pero lo más terrible es que esta venta se haga con una falsa campaña para convencer al cliente de que su compra tiene tintes humanitarios.
Las tiendas +kota están en esta categoría de manipulada imagen, que se descaró con esta obsesión de hacer videos hasta de lo más abyecto. Al margen de lo que decidan hacer las autoridades, lo que más castiga a esta cadena es que actuemos con ética y no compremos en esas tiendas ni uno solo de sus productos, nada.
La especie humana es el depredador de este planeta, la destrucción que hacemos cada día ya es en contra de nosotros mismos y ni así nos detenemos. Que en una tienda vendan y maltraten a los animales va más lejos que lo denunciado, es desprecio a la vida de los seres más vulnerables, es un abuso de fuerza, es una conducta que se replica cada minuto en la violencia que padecemos.
Somos los únicos animales que hacemos eso, somos los únicos que destruimos el entorno, estamos de sobra en el planeta, no estamos aquí porque tengamos un derecho divino. Entre lo mucho que podemos hacer para revertir y no aumentar esta barbarie es demostrar que no somos cómplices del abuso y no comprar en esas tiendas ni en criaderos de animales.
Adoptar y nunca comprar, hacernos responsables de esa vida con amor, respeto y camaradería. La naturaleza es sagrada porque nos permite estar vivos, comemos, respiramos y bebemos de ella, dependemos de sus frutos, es una divinidad real. Las campañas ecológicas no funcionan porque carecen de la sacralidad de la naturaleza.
Dice Sivananda que las religiones occidentales niegan que los animales tengan alma para comérselos y maltratarlos, los que no tienen alma son los abusadores y asesinos de animales.
Los animales son sagrados, no tenemos superioridad sobre ellos, regresemos a esa simbiosis-mística primigenia, convirtámonos en uno con los seres vivos y detengamos esta crueldad.