En una estrategia aventurada, el Club de futbol Chivas presento su servicio de Televisión por Internet, mejor conocidos como OTTs (Over the Top TV), con lo cual mediante una suscripción los fans de este equipo podrán acceder a este servicio para ver los partidos del Club.
Implementar un servicio de transmisión de video por Internet, no es cosa fácil. No se puede utilizar tecnología de bajo costo, requiere de la integración de aplicaciones de software robustas y de acceso a redes de telecomunicaciones con arquitecturas y funcionalidades especiales para la transmisión de video en tiempo real, (eventos en vivo). Asimismo, la transmisión de video por internet de un evento en vivo requiere de gran escalabilidad, ya que en un momento determinado hay una gran concurrencia de usuarios al mismo tiempo.
Uno de los servicios OTT más conocidos es Netflix. Es inevitable entrar a su servicio y asombrarse por lo rápido que uno accede a sus contenidos, casi de inmediato. Esto se debe a la implementación de una tecnología propietaria conocida como “open connect” (openconnect.netflix.com), la cual esta integrada por recursos tecnológicos de software y hardware con el fin de llevar los contenidos de Netflix al punto más cercano de acceso de los clientes (ISPs locales). Con ello, Netflix, asegura ser “el primero de la fila” en cuanto a paquetes de datos a ser servidos a sus clientes dentro de su red de acceso local.
Netflix, Hulu, Amazon Video, etc.. cuentan con infraestructuras muy robustas para la transmisión de video por internet, llevan trabajando en sus soluciones ya muchos años y han logrado una promesa de calidad lograble en el mundo digital.
Chivas TV busca ser innovador con su servicio, sin embargo reconoce que no tiene una oferta de calidad y lo hace a costa de sus usuarios, de sus consumidores, a los que les pide renunciar a reclamar una calidad esperada de su servicio. Esta política del Club Chivas, sienta un precedente muy negativo, ya que su incursión en este terreno deja un mal sabor de boca al momento de su contratación, reconoce de facto que no puede entregar un servicio de calidad a través de su plataforma de distribución.
En el mundo de la convergencia tecnológica de las telecomunicaciones y la radiodifusión, es claro que muchos jugadores, como Club Chivas, están tratando de descifrar cual es la mejor manera de llevar su contenido a sus consumidores, sin embargo el extender una mano para cobrar, al tiempo que la otra les pide cerrar los ojos y “confiar” en su servicio es no entender que el valor de la marca Chivas proviene de sus aficionados y no al revés.