La sucesión presidencial del año 1928 se caracterizó por una lucha contra la rampante corrupción que Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y sus corifeos habían introducido como parte esencial de los usos y costumbres de su administración y que, a través de la reelección y reimplantación del caudillismo, querían perpetuar.
El primero en levantar la voz en contra de este atentado a la democracia representado por la reelección de Álvaro Obregón fue el General de División Arnulfo R. Gómez quien, por su extraordinaria carrera militar, su conocimiento de la problemática de México, sus numerosas propuestas para la institucionalización y modernización del Ejército Mexicano a fin de que cumpliera adecuadamente con su función sustantiva y, a la vez, realizara importantes contribuciones a la sociedad y a la economía del país, gozaba de gran prestigio así como de una enorme popularidad en el medio militar y en la sociedad mexicana.
Por estas circunstancias, un nutrido grupo de intelectuales mexicanos y numerosas asociaciones civiles y políticas propusieron la candidatura del General Gómez a la Presidencia de la República en la Convención del Partido Nacional Antirreeleccionista celebrada el 23 de Junio de 1927, fecha en que publicaron la Plataforma de Acción Política del Partido Nacional Antirreeleccionista que, con una enorme visión de Estado, presentaba una serie de ideas que mostraban claramente la posibilidad real de implementar un proyecto de desarrollo de país y en el que el fortalecimiento de las instituciones militares y civiles, la educación, así como la prevención y el combate a la corrupción eran elementos fundamentales.
Para el General Gómez y para un gran número de mexicanos luchadores por la democracia, las consecuencias de este proyecto resultaron funestas pues fueron salvajemente asesinados por órdenes de Álvaro Obregón, con la complicidad de Plutarco Elías Calles y Joaquín Amaro. Este hecho deleznable, durante largo tiempo fue ocultado y desvirtuado por la Historia Oficial de México, sin embargo, el Lic. Francisco J. Santamaría, única persona que milagrosamente sobrevivió a este oscuro episodio de la Historia mexicana, dejó un legado invaluable pues escribió La tragedia de Cuernavaca en 1927 y mi escapatoria célebre, en donde narra detalladamente los pormenores de la situación, de la persecución de que fueron objeto hasta ser asesinados y la forma en que él logró salvar su vida.
Referencia:
La tragedia de Cuernavaca en 1927 y mi escapatoria célebre-Francisco Santamaría
Interesantísimo análisis, uno más del Maestro Arnulfo R. Gómez, haciendo ahora honor a la memoria de su destacado abuelo el General.
Más aún actualmente cuando el tema de la corrupción no solo es el mal endémico que nos carcome sino la bandera de las campañas prontas a terminar.
Felicidades Maestro Arnulfo R. Gómez! y que sigan ademas sus análisis únicos en materia de política económica, comercio exterior y políticas públicas. Muy pocos especialistas con la experiencia práctica de Usted, enhorabuena y un saludo muy atento!
PARA ENCONTRAR UN ORIGEN MÁS APEGADO A LA REALIDAD HISÓRICA, LE SUGIERO HACER UN ESTUDIO DE LA ETAPA COLONIAL O DEL VIRREINATO EN MÉXICO, SE APEGA MÁS A LA MATERIA QUE USTED INVESTIGA. LOS ESPAÑOLES TENIAN POR “COSTUMBRE” COMPRAR Y VENDER LOS CARGOS PÚBLICOS.
Muchas gracias por su comentario.
Arnulfo R. Gómez
¿Usted cree que que santamaría es Axcaná?
En el año de 1964 leí La sombra del caudillo y lo que recuerdo del personaje Axkaná, tiene una enorme similitud con lo vivido y narrado por el Lic. Francisco J. Santamaría en La tragedia de Cuernavaca