En 2018 la exportación mexicana registró un incremento de 10.06% totalizando 450,572 millones US, la tasa más alta después de 2011 en que su crecimiento fue de 17.07%.
Por el lado de la importación, el incremento fue de 10.45%, también la tasa más alta después de 2011 en que fue de 16.37%. El monto de la importación totalizó 464,277 millones US, situación que generó un déficit de -13,705 millones US, mismo que es el cuarto más elevado desde el año de 1994 en que alcanzó la cifra de -18,464 millones US, seguido del año 2008 en que fue de -17,260 millones US y el de 2015 que fue de -14,460 millones US.
Conviene señalar que durante el periodo 1993/2018, en sólo tres ocasiones el saldo de la balanza comercial de México ha sido positivo, motivo por el cual en dicho periodo el déficit total alcanzó la cifra de -177,679 millones US, con un promedio anual de -7,107 millones US.
Esta información estadística nos habla de la involución del comercio exterior de México en el periodo de vigencia del TLCAN, misma que se confirma con el saldo de la relación bilateral que mantenemos con los 236 miembros de la comunidad internacional, debiendo señalar que si en el año 1993 se registró un déficit con 67 países por un monto de -15,677 millones US, para el año 2018 el déficit fue con 99 países por un total de -173,768 millones US; y para el periodo 1993/2018, el déficit fue de -2,026,785 millones US, abarcando a 148 países.
Conviene señalar que este monto corresponde al 169% del PIB total de México en el año de 2018 y que el número de países con los que mantenemos déficit comercial equivale al 63% del total de miembros de la comunidad internacional.
Sin duda, una situación preocupante para nuestro país, pues irresponsablemente lo han convertido en un país maquilador que importa crecientemente para poder reexportar, principalmente a Estados Unidos, con decreciente valor agregado y sin poder lograr la deseada y prometida integración comercial y productiva con nuestros socios del TLCAN, misma que tanto ponderaron los teóricos del comercio exterior mexicano encargados del diseño de nuestra estrategia, como objetivo para promover la firma de dicho acuerdo.
Evidentemente el libre comercio es benéfico, sin embargo, la forma tan dogmática e irresponsable en que han manejado la materia en nuestro país, sin una estrategia en materia de competitividad, de fomento, de comercio exterior y de inversión extranjera ha arrojado resultados negativos, muy contrariamente a lo que ha sucedido en otros países que han resultado ganadores en el mercado internacional al acometer esta actividad seriamente al dejar a un lado la improvisación y la simulación.
En efecto, es necesaria la definición de una política responsable, realista e integral de comercio exterior que elimine la mediocridad que la ha caracterizado durante los 25 años más recientes, misma que se ha traducido en la decreciente participación de México en la generación de riqueza mundial y en la captación de flujos de inversión extranjera directa.
En este sentido, hay que señalar que en el caso de la IED, la situación se agrava, pues gran parte de los flujos que recibimos es de compra de activos, mismos que no generan los beneficios que normalmente se espera de la Nueva Inversión Extranjera Directa.
Todo esto se traduce en reducción de bienestar para grandes núcleos de la población mexicana, es decir, creciente pobreza que se refleja en mayor informalidad, enorme migración y mayor delincuencia en nuestro país.
¡Qué espera Ud. para ser el DG de Bancomext !