Una historia de confianza fracturada

Mi amistad por usted es muy profunda,

lo que no quiere decir que no esté sangrando por algunos sitios.

Carta de Guillaume Apollinaire a Pablo Picasso en diciembre de 1916.

En 1911, el mundo despertó con una noticia impactante: Habían robado del Museo de Louvre la pintura más famosa del mundo. La mujer de la sonrisa enigmática había sido secuestrada y  uno de los culpables, por ilógico que sonara, era Pablo Picasso junto con Guillaume Apollinaire, los padres del cubismo. El primero, pintor de obras de arte y el segundo, poeta.  ¿Cómo era posible que dos artistas de este tamaño pudieran robar una obra como La Mona Lisa?

Por ciertos antecedentes, Picasso y Apollinaire fueron señalados como probables responsables, ya que en alguna ocasión se proclamaron a favor de quemar los museos y destruir las obras clásicas para dejar paso a los nuevos artistas. Además, cuatro años atrás Pablo Picasso fue señalado como comprador de un par de estatuillas ibéricas robadas del Museo de Louvre.

Robo de La Mona Lisa.
Ilustración: La Domenica del Corriere.

Años después, ante la desaparición de La Mona Lisa, los artistas estaban nerviosos. Sabían que por la compra ilegal de las  estatuillas estaban en problemas. Ante este panorama, Guillaume intentó venderlas (sin tener éxito). Desesperados, los artistas decidieron tirar las obras al río Sena, pero se arrepintieron en el último minuto y mejor las devolvieron de manera anónima al Museo. Días después se le solicitó al poeta presentarse a declarar, ya que los supuestos compradores de las estatuillas lo habían delatado.

Guillaume Apollinaire afirmó ante la autoridad que fue Picasso el único comprador de las estatuillas, pero que éstas habían sido devueltas. Su declaración fue suficiente para solicitar la presencia del pintor para ser interrogado. Cuando le informaron a Picasso de su detención, su amante de aquella época, Fernande Olivier afirmó que el pintor estaba aterrado, llorando como un niño, pensando en el castigo que recibiría por dicha compra. El día de la declaración, Apollinaire estaba sentado frente a Picasso y cuando el detective preguntó al pintor si conocía al poeta, lo negó afirmando: “Nunca he visto a este hombre en toda mi vida”.

En realidad, Guillaume y Pablo tenían más de 17 años de conocerse, de compartir momentos y de ser hasta cierto punto, figuras de inspiración para sus obras; John Richardson, en el primer volumen de la biografía de Picasso, sugiere que estos hombres enormemente ambiciosos «funcionaron mutuamente como catalizadores hasta un grado inigualado en la historia del arte y la literatura», asistían juntos al teatro y en su estudio de arte creaban versos y pinturas basándose el uno en el otro. Estos periodos de creatividad extrema y de complicidad definieron por años su trato; pero ese día del interrogatorio la amistad de los artistas se fracturó.

picasso y apollinaire
Imagen: Ammnba.

Ambos fueron liberados un día después; ya que el robo de las esculturas fue años atrás y éstas fueron devueltas, no había delito que perseguir; mientras que con La Mona Lisa no se pudo hacer ninguna conjetura sólida sobre su probable participación en el crimen. Una vez que ambos salieron, sus caminos se separaron, dejando así, una de las amistades más fuertes entre artistas. Un par de años después, exactamente en 1913, La Mona Lisa apareció luego de que un ex trabajador italiano fuera detenido por intentar vender la obra a un coleccionista. Ya en 1916, luego del escándalo y de la negación de Picasso, Apollinaire le escribió “Mi amistad por usted es muy profunda, lo que no quiere decir que no esté sangrando por algunos sitios”.

En una entrevista grabada, Picasso afirmó sentirse profundamente avergonzado de ese capítulo, reconociendo la importancia de Apollinaire en su vida. Sin él, quizás los trazos del cubismo no hubieran sido los mismos. A la muerte del poeta, se le encargó oficialmente a Picasso una obra en su honor, pero no cumplió con las expectativas del gobierno francés, a lo que finalmente, renunció. En 1937 se le extendió la invitación a otro artista, quien colocó una pieza de granito en la tumba. Sólo hasta 24 años después en una de las principales avenidas del país galo, la estatua de bronce en honor a Guillaume Apollinaire de parte de Picasso logró cerrar esa herida.

Fracturas en la empresa

La historia anterior nos habla de la fragilidad del ser humano en cuanto a las relaciones interpersonales. La delgada línea entre ser amigos, socios, colegas, etc., puede cambiar por cualquier circunstancia, ya sea con alguna intención o sin ella. Los amigos de un día a otro se separan, los socios en una empresa se pelean, las familias se destruyen por una herencia, los padres desheredan a sus hijos… Todo puede ocurrir en un ambiente empresarial como el que vivimos. Y por ello es necesario pensar en esa posibilidad.

pelea.
Imagen: Pinterest.

La idea de aliarse con un amigo o un familiar para un fin, para un objetivo conjunto o para una meta común tiene que ver siempre con el tipo de objetivo, con las actividades a realizar para llegar a esa meta y con el tiempo que destinaremos para lograrlo, a pesar de ello no se habla mucho sobre la importancia de generar una salida B ante una emergencia. No se piensa en desarrollar un protocolo de emergencia ante la adversidad. Por ello es preciso pensar cuanto antes en esta posibilidad. ¿Qué podemos hacer para no fracturar una amistad como la de Picasso y Apollinaire?

  • Establecer cuanto antes, un plan de emergencia ante la posibilidad de que una de las partes quiera salir de la empresa.
  • Desarrollar una especie de pacto empresarial, en donde se cuide de antemano la relación existente.
  • Plantear de manera objetiva las soluciones ante adversidades de manera justa y equitativa en manera de lo posible.

Este pacto empresarial tiene que ser guardado bajo llave con la intención de no ser utilizado nunca, pero con la seguridad de que ante situaciones extremas, se tienen que considerar soluciones que respalden en todo momento la relación profesional, respetuosa y verdadera entre ambas partes.

 Fuentes:
https://historia-arte.com/articulos/picasso-y-el-robo-de-la-gioconda.
https://www.revistadelibros.com/articulos/apollinaire-y-picasso-en-el-banquillo.
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