Saber de las jaulas a las que la policía migratoria de Trump mete a niños separados de sus padres, encarcelados o deportados por ser indocumentados, sólo puede causar rabia y una sensación de impotencia ante las violaciones éticas y morales ‒aunque sean legales‒ a los derechos humanos de los infelices migrantes que caen en sus redes. La cancillería a cargo de Luis Videgaray envió antier una nota de protesta a Washington por esa infamia, que se está cometiendo desde que en abril se elevó a delito federal la falta de documentos migratorios.
Varios comentarios de antier y ayer en las redes sociales se preguntaban si hay algún sentido coherente en todo lo que hace Trump; me parece que, en el caso de los migrantes, la idea es la superioridad racial, nada menos, pero sí mucho más.
Miguel Basáñez, ex Embajador del gobierno de Peña Nieto en Washington, entrevistado en el programa de TV SinLinea que conduce Víctor Hugo Michel para El Financiero Bloomberg, no tuvo dudas en comparar las medidas que Trump ha estado tomando en diversos frentes con las arbitrariedades que Hitler empezó a escalar durante los años de 1930.
Solamente Winston Churchill, parlamentario inglés y primer ministro tras la caída de Chamberlain, vio en el nacionalismo hitleriano que Hitler iba a provocar dolor, muerte y una guerra mundial, como efectivamente sucedió; no hay que perseguir la simpatía del dictador con políticas conciliatorias, como Chamberlain, recomienda Basáñez al gobierno de México.
Ni el gobierno, ni la economía, ni la población y la cultura de México tienen el menor aprecio del xenófobo y racista gobierno de Trump; ¿podemos esperar que sea magnánimo con nuestro país? ¿Vale la pena que se esté trabajando un nuevo encuentro de Peña Nieto con Trump, según comunicado de la cancillería del jueves pasado? ¿Con qué propósito, a seis meses de que Peña termine su gobierno?
¿No será tiempo de que en vez de actualizar el TLCAN al gusto estadounidense, unifiquemos esfuerzos para que el gobierno entrante reactive la economía, levante la confianza en las instituciones, para que baje a niveles razonables las importaciones de alimentos y gasolinas, y para que haga crecer las capacidades nacionales en áreas estratégicas como la financiera, las telecomunicaciones y el petrolero?
Las duras declaraciones de Basáñez me llevaron a recordar que bajo presión de Hitler se forzó en Hungría la derechización de su política interior y el apoyo a Alemania y a la Italia fascista en su política exterior, lo cual no la salvó de ser invadida en 1944; Polonia se mantuvo opuesta al fascismo y con su invasión, el 1 de diciembre de 1939, dio comienzo la Segunda Guerra Mundial.